Pésimos retornos y pánico entre inversores son fatales, luego del peor año desde que la consultoría Hedge Fund Research lleva estadísticas (1980). Las pérdidas llegaron a 18,3% de activos en 2008, mientras cerraba una cantidad récord de fondos de cobertura (FC) y sus ricos clientes sacaban miles de millones, aun de HC rentables. Por si eso fuese poco, la imagen de negocio –no “industria”, como ponen el “Financial Times” o el “Journal de Génève”- quedó hecha pedazos por Madoff y su fraude de US$ 50.000 millones… con derivados. Ahora, político de medio mundo exigen regulaciones mucho más estrictas.
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<p> En realidad, el año pasado los propios reguladores complicaron las cosas con vedas temporarias a la “venta corta”• (apostar contra una acción), tras los colapsos de Bear Stearns y Lehman Brothers. Entretanto, los bancos comerciales retaceaban los préstamos baratos que alimentaban el auge de 2002/7 y exigían a los FC más garantías colaterales contra las colocaciones más problemáticas, obligándolos a poner efectivo en el peor momento posible. Simultáneamente, los invasores que no abandonaban FC pedía mejores retornos, menores comisiones, mayor transparencia y auditoría externa.</p>
<p> El ingrediente fatal era la masa de acciones, bonos y otros activos pendiente de venta en el mercado secundario. Este segmento suspendió o restringió retiros. Union Bancaire Privée (Suiza), la mayor colocadora de efectivos en FC, cree que la mitad de las inversiones en ese segmentos –que totaliza US$ 1,56 billones- está limitada. Pero, como nadie sabe en realidad cuántos FC existen, es imposible formular predicciones. Barclay’s Capital, verbigracia, supone que 70 a 80% de FC cerrará, mientras Morgan Stanley espera que esos activos habrán bajado a 50% de su pico fines de marzo.</p>
<p> George Soros, el megaespeculador que en 1992 forzó la devaluación de la libra, le anticipó al congreso norteamericano (noviembre) que el segmento de FC se habrá contraído 50 a 75% a fin de 2009, tomando un máximo de dos billones de dólares. “Durante la serie de crisis iniciada con el colapso de malas hipotecas en 2007 –señaló-, muchos managers olvidaron una regla de oro: proteger el capital de los inversores cuando caen los mercados”.</p>
<p> La gama de consecuencias es larga. Los fondos de cobertura eran colocadores claves de capital, dispuestos a tomar riesgos al decidir qué empresas, sectores o países apoyar. Así, estos reveses también castigan a los mercados de acciones y deuda, creando una espiral de ventas forzadas entre FC fundamentalmente sanos.</p>
<p> Para fin de este año, el sector será diferente. Habrán perecido las estrategias dependientes del crédito barato, pues lo bancos no lo facilitarán, dado que su costos habrán aumentado (pese a una tasa básica de apenas 0,25% anual en Estados Unidos). También naufragan las estrategias cifradas en el modelo de valor relativo, que arbitra precios vía apalancamiento. De esa forma, has acarreado duras pérdidas arbitrar futuros de bonos jugando títulos japoneses contra derivados financieros. En esos mercados, los FC han sido hechos polvo al darse vuelta sus apuestas apalancadas. </p>
Fondos de cobertura: ¿empeorarán las cosas en el segmento especulativo más tóxico?
Muchos gestores quieren olvidar 2008, pero 2009 amenaza con una dieta antitóxica en lo que fuera la mejor apuesta sobre el paño. La realidad arrasa con comisiones que hicieron multimillonarios y estafadores- a gente como Bernard Madoff.