España vive su propia crisis inmobiliaria desde hace meses

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En un año, las ventas de viviendas cayeron 27%. Ahora se forma un grupo de catorce empresas golpeadas por sus efectos. Una firma, Martinsa-Fadesa, informó a la comisión de valores que renegociará aisvos de € 5.100 millones.

Además de las grandes (el G14), hay 35 entidades en problemas. En general, los afectados se vuelven a los bancos y otros acreedores. Uno de ellos, Santander Central Hispano (BSCH) encabeza esfuerzos para restructurar deudas de firmas constructoras.

Según estadísticas oficiales, entre febrero de 2007 y enero último la compraventa de unidades cayó 27%. A su vez, el crédito hipotecario disponible se contraía 25,7%. El segmento de viviendas usadas, decisivo, se contrajo 35,6% en esos doce meses.

Si bien uno de los peores casos, Colonial, pudo evitar la bancarrota esta semana, la crisis se cierne sobre otras integrantes del G14. Martinsa-Fadesa, verbigracia, sólo logró ganar tiempo para seguir negociando pasivos, pero no evitó orillar la insolvencia: este jueves debe saldar obligaciones por € 360 millones; sí o sí.

El cronograma de vencimiento ilustra una situación apurada. En julio la compañía afronta € 150 millones, pero en septiembre la aguardan compromisos por 2.000 millones. El asunto tiene otros ribetes: Fernando Álvarez, presidente de M-F, lo fue efímeramente del Real Madrid y del G14. Su error inicial había sido que Martinsa comprase Fadesa por € 4.000 millones en 2005.

Además de las grandes (el G14), hay 35 entidades en problemas. En general, los afectados se vuelven a los bancos y otros acreedores. Uno de ellos, Santander Central Hispano (BSCH) encabeza esfuerzos para restructurar deudas de firmas constructoras.

Según estadísticas oficiales, entre febrero de 2007 y enero último la compraventa de unidades cayó 27%. A su vez, el crédito hipotecario disponible se contraía 25,7%. El segmento de viviendas usadas, decisivo, se contrajo 35,6% en esos doce meses.

Si bien uno de los peores casos, Colonial, pudo evitar la bancarrota esta semana, la crisis se cierne sobre otras integrantes del G14. Martinsa-Fadesa, verbigracia, sólo logró ganar tiempo para seguir negociando pasivos, pero no evitó orillar la insolvencia: este jueves debe saldar obligaciones por € 360 millones; sí o sí.

El cronograma de vencimiento ilustra una situación apurada. En julio la compañía afronta € 150 millones, pero en septiembre la aguardan compromisos por 2.000 millones. El asunto tiene otros ribetes: Fernando Álvarez, presidente de M-F, lo fue efímeramente del Real Madrid y del G14. Su error inicial había sido que Martinsa comprase Fadesa por € 4.000 millones en 2005.

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