Por cierto, los desorbitados precios de combustibles (naftas a US$ 1,07 el litro en Estados Unidos), combinados con otros factores -crisis inmobiliaria, iliquidez, desempleo y menos ingresos personales-, definen un contexto entre estanflacionario y recesivo en varias economías occidentales y Japón. Los temores iniciales en torno de Gustavo le permitieron al petróleo repuntar hasta cerca de US$ 120.
<p> </p>
<p>Más tarde, quedó claro que las explotaciones aguas afuera frente a Luisiana y Tejas no iban a ser demasiado golpeadas. Hoy, buena parte del mercado está convencido de que los crudos volverán a menos de US$ 95 por vez primera desde diciembre de 2007.</p>
<p>La demanda de hidrocarburos en EE.UU., todavía el máximo consumidor mundial, fue cediendo en 800.000 barriles diarios en el segundo trimestre, o sea el mayor margen en 26 años. Sin llegar a ese extremo, la menor demanda en otras economías desarrolladas comienza a neutralizar el efecto estimulante de China, India y otros países emergentes. Este grupo fue clave desde 2003 como fuente del auge petrolero.</p>
<p>En los mercados, esta semana oscilaban entre US$ 97,70 en Londres (Brent) y 101,25 en Nueva York (tejano ligero). En cambio, el euro llegó al piso de doce meses, US$ 1,395 (€ 0.717 por dólar). Por su parte, a Wall Street le costaba sostener una seguidilla de alzas artificiales.</p>
En menos de dos meses, el crudo cedió 31,5% y se espera US$ 90/95
El retroceso, se US$ 147,50 a 101 el barril en Nueva York para octubre, podría continuar hasta menos de 95. Pero no ya por el motivo inicial los huracanes de agosto-septiembre-, sino por algo peor: la recesión en Occidente.