El Nasdaq sigue agonizando

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Tras una temporada con resultados variados, analistas e inversores se vuelven a consultar sobre los posibles caminos que seguirán los mercados.

(EFE).- Mientras el optimismo sobre el futuro de los tipos de interés y los buenos resultados de una serie de grandes empresas empujan al Dow Jones al alza, el Nasdaq continua sufriendo por las malas noticias de las firmas tecnológicas.

Tras una temporada que tuvo de todo –sorpresas buenas y malas, advertencias y comentarios tranquilizadores por parte de las empresas– los analistas e inversores vuelven a preguntarse qué camino podrán tomar los mercados en las próximas semanas.

Lo cierto es que durante esta semana las bolsas de Nueva York se movieron día a día, es decir, sin una tendencia clara, en respuesta únicamente a noticias concretas cuyo efecto se agota a las pocas horas.

Al cierre de ayer el índice Dow Jones de Industriales, en el que cotizan treinta de las principales empresas estadounidenses, se colocó en los 10.590,62 puntos, 364,03 puntos o 3,56% por encima del cierre del viernes 20 de octubre.

Por su parte, el indicador del mercado electrónico Nasdaq, en el que cambian de manos las acciones de las principales empresas de ordenadores, informática e Internet, cerró en los 3.278,36 puntos, 5,88% por debajo del cierre del 20 de octubre.

Esta diferencia se explica porque la semana pasada las noticias buenas estuvieron del lado de las grandes empresas del Dow Jones y las malas, del lado de las que componen el Nasdaq, las empresas de las nuevas tecnologías.

Pero para muchos la bajada del Nasdaq no sólo se debe a la mala suerte sino a factores de fondo.

Los expertos explican que el alza de más de 80% del Nasdaq el año pasado fue sencillamente una exageración, y que por eso no es raro encontrar todavía una serie de empresas cuyas valoraciones no tienen relación con sus previsiones de ganancias ni con el estado general de la economía.

Pero como una serie de inversores siguen estando sedientos de acciones de los viejos triunfadores del año pasado, las bajadas están siempre matizadas por períodos de alza, como los que experimentó el Nasdaq la semana del 15 al 20 de octubre, cuando ganó 5%.

Asimismo, casi a diario se escuchan las opiniones de una serie de analistas que tras cada fuerte bajada del Nasdaq aseguran que los precios llegaron al fondo y que nuevamente es una buena oportunidad de comprar.

Todo ello se traduce en una altísima volatilidad, algo a lo que los inversores se van acostumbrando cada vez más.

De hecho, muchos inversores negocian ahora pensando únicamente en invertir al minuto, para sacar ganancias con la variación de los precios en pocas horas.

Este es un negocio arriesgado, pero que sin duda tiene sus beneficios, pues el Nasdaq es capaz de subir 4% y bajar otro 5% varias veces en una misma sesión.

Por esto no es fácil predecir el comportamiento del mercado, y las antiguas razones “de largo plazo”, que hacen hincapié en la salud de las empresas, en la solidez del mercado o la economía, tienen muy poco peso a la hora de marcar la marcha del mercado.

Con todo, siempre se pueden sacar algunas conclusiones. Por ejemplo, la semana pasada a juicio de muchos expertos marcó una tendencia al alza para el Dow Jones que es posible que se mantenga, al menos, durante algunos días.

La impresión de que el Dow Jones seguirá al alza se debe en gran medida a dos factores, a los buenos resultados de sus empresas, que ya informaron de sus cuentas trimestrales, y a las favorables perspectivas de los tipos de interés.

Sobre el Nasdaq, la verdad es que no hay nada claro, y los expertos creen que su rendimiento volverá a medirse día a día. Si las noticias son buenas subirá, y si son malas, volverá a caer.

(EFE).- Mientras el optimismo sobre el futuro de los tipos de interés y los buenos resultados de una serie de grandes empresas empujan al Dow Jones al alza, el Nasdaq continua sufriendo por las malas noticias de las firmas tecnológicas.

Tras una temporada que tuvo de todo –sorpresas buenas y malas, advertencias y comentarios tranquilizadores por parte de las empresas– los analistas e inversores vuelven a preguntarse qué camino podrán tomar los mercados en las próximas semanas.

Lo cierto es que durante esta semana las bolsas de Nueva York se movieron día a día, es decir, sin una tendencia clara, en respuesta únicamente a noticias concretas cuyo efecto se agota a las pocas horas.

Al cierre de ayer el índice Dow Jones de Industriales, en el que cotizan treinta de las principales empresas estadounidenses, se colocó en los 10.590,62 puntos, 364,03 puntos o 3,56% por encima del cierre del viernes 20 de octubre.

Por su parte, el indicador del mercado electrónico Nasdaq, en el que cambian de manos las acciones de las principales empresas de ordenadores, informática e Internet, cerró en los 3.278,36 puntos, 5,88% por debajo del cierre del 20 de octubre.

Esta diferencia se explica porque la semana pasada las noticias buenas estuvieron del lado de las grandes empresas del Dow Jones y las malas, del lado de las que componen el Nasdaq, las empresas de las nuevas tecnologías.

Pero para muchos la bajada del Nasdaq no sólo se debe a la mala suerte sino a factores de fondo.

Los expertos explican que el alza de más de 80% del Nasdaq el año pasado fue sencillamente una exageración, y que por eso no es raro encontrar todavía una serie de empresas cuyas valoraciones no tienen relación con sus previsiones de ganancias ni con el estado general de la economía.

Pero como una serie de inversores siguen estando sedientos de acciones de los viejos triunfadores del año pasado, las bajadas están siempre matizadas por períodos de alza, como los que experimentó el Nasdaq la semana del 15 al 20 de octubre, cuando ganó 5%.

Asimismo, casi a diario se escuchan las opiniones de una serie de analistas que tras cada fuerte bajada del Nasdaq aseguran que los precios llegaron al fondo y que nuevamente es una buena oportunidad de comprar.

Todo ello se traduce en una altísima volatilidad, algo a lo que los inversores se van acostumbrando cada vez más.

De hecho, muchos inversores negocian ahora pensando únicamente en invertir al minuto, para sacar ganancias con la variación de los precios en pocas horas.

Este es un negocio arriesgado, pero que sin duda tiene sus beneficios, pues el Nasdaq es capaz de subir 4% y bajar otro 5% varias veces en una misma sesión.

Por esto no es fácil predecir el comportamiento del mercado, y las antiguas razones “de largo plazo”, que hacen hincapié en la salud de las empresas, en la solidez del mercado o la economía, tienen muy poco peso a la hora de marcar la marcha del mercado.

Con todo, siempre se pueden sacar algunas conclusiones. Por ejemplo, la semana pasada a juicio de muchos expertos marcó una tendencia al alza para el Dow Jones que es posible que se mantenga, al menos, durante algunos días.

La impresión de que el Dow Jones seguirá al alza se debe en gran medida a dos factores, a los buenos resultados de sus empresas, que ya informaron de sus cuentas trimestrales, y a las favorables perspectivas de los tipos de interés.

Sobre el Nasdaq, la verdad es que no hay nada claro, y los expertos creen que su rendimiento volverá a medirse día a día. Si las noticias son buenas subirá, y si son malas, volverá a caer.

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