El Merval se hundió 7,88% y volvió a los 1.000 puntos

spot_img

La Bolsa de Comercio vivió la peor jornada en los últimos diez meses con un fuerte desplome de los principales papeles y una
caída de 4% en los títulos públicos.

En un mercado sensibilizado, la evolución del índice Merval corroboró que los operadores activaron los mecanismos de
defensa en la Bolsa de Comercio, donde los negocios se vieron muy
afectados por las expectativas. La inhibición de bienes argentinos en el exterior, en momentos de una hermética negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores privados, precipitó una fuerte corriente de ventas. Las órdenes no contemplaron precios, e incluso algunos operadores confirmaron que en la última parte de la rueda los llamados eran para “salir a cualquier precio”.

Sin solución de continuidad, las cotizaciones se deslizaron
por la pendiente y el cierre de la jornada encontró a los
principales indicadores boyando en los niveles más bajos del día.

El Merval en 1.006,79 puntos volvió a los niveles que mostraba
antes de Navidad, pero para encontrar el antecedente más cercano
de una caída de esta magnitud porcentual hay que remontarse al 28
de abril del año pasado, al día siguiente de la primera vuelta de
las elecciones presidenciales que ubicaron finalmente en la Casa
Rosada a Néstor Kirchner.

Lo cierto es que en las últimas tres semanas o más concretamente desde el 20 de enero, las ventas comenzaron en forma gradual y con diferencias que no eran para alarmarse en medio de una anunciada toma de ganancias.

Ahora, se instaló en el mercado una creciente preocupación por el rumbo de la relación con el Fondo Monetario, básicamente por el tratamiento dado a la reestructuración de la deuda soberana en default.

“Se convierte en indispensable para que el mercado pueda
tranquilizarse percibir señales respecto a una mejora en la
conflictiva relación con el Fondo que habilite a un escenario de
entendimiento”, evaluó el analista Roberto Drimer.

Adicionalmente, trajeron confusión las noticias de más
inhibiciones sobre bienes argentinos en los Estados Unidos a
pedido del fondo NML que busca recuperar en concepto de bonos
impagos un monto de 172 millones de dólares.

Luis Alvarez Nani, mandatario de Alvarez Sociedad de Bolsa,
manifestó que el sentido de las operaciones por ahora es uno solo,
para abajo. “Faltan, inclusive, aquellos operadores que salen a poner el pecho, esto es así después de la suba tan vertiginosa del mes de enero; ya estamos en precios de diciembre y se verá”, evaluó el Alvarez Nani.

Los negocios con papeles locales se duplicaron a $82,2 millones (anterior $41,1 millones) y adicionalmente se
contabilizaron otros $8 millones en certificados de depósitos que
representan a las compañías extranjeras que cotizan en otros
mercados.

Todos los papeles líderes se perfilaron hacia abajo y en su
mayoría con diferencias que dejaron abiertos grandes interrogantes
sobre el comportamiento del mercado en las próximas ruedas.

“La definición sobre la aprobación de la segunda revisión de
las metas y el pago del vencimiento por US$3.100 millones en marzo seguirá acaparando la atención de los inversores”, resumió uno de los informes más difundidos en la Bolsa.

El embate de las ventas golpeó especialmente a los papeles de
Acindar, que perdieron 9,93%; Grupo Financiero Galicia,
8,83%; Siderar, 8,47%; Telecom, 8,46%; Transportadora de Gas del Sur, 8,08%; Petrobras, 8,04%; y Bansud que perdió 7,52%.

Ningún analista despreció el “efecto FMI” a la hora de evaluar
la performance de los títulos públicos que depararon retrocesos de
hasta 7,89% en el caso de algunas emisiones de Bocones (Pro5).

En la familia de los globales las bajas estuvieron en torno a
3% y los más recientes Bogar 2018, en $76,75, cayeron 5,82%.

En un mercado sensibilizado, la evolución del índice Merval corroboró que los operadores activaron los mecanismos de
defensa en la Bolsa de Comercio, donde los negocios se vieron muy
afectados por las expectativas. La inhibición de bienes argentinos en el exterior, en momentos de una hermética negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores privados, precipitó una fuerte corriente de ventas. Las órdenes no contemplaron precios, e incluso algunos operadores confirmaron que en la última parte de la rueda los llamados eran para “salir a cualquier precio”.

Sin solución de continuidad, las cotizaciones se deslizaron
por la pendiente y el cierre de la jornada encontró a los
principales indicadores boyando en los niveles más bajos del día.

El Merval en 1.006,79 puntos volvió a los niveles que mostraba
antes de Navidad, pero para encontrar el antecedente más cercano
de una caída de esta magnitud porcentual hay que remontarse al 28
de abril del año pasado, al día siguiente de la primera vuelta de
las elecciones presidenciales que ubicaron finalmente en la Casa
Rosada a Néstor Kirchner.

Lo cierto es que en las últimas tres semanas o más concretamente desde el 20 de enero, las ventas comenzaron en forma gradual y con diferencias que no eran para alarmarse en medio de una anunciada toma de ganancias.

Ahora, se instaló en el mercado una creciente preocupación por el rumbo de la relación con el Fondo Monetario, básicamente por el tratamiento dado a la reestructuración de la deuda soberana en default.

“Se convierte en indispensable para que el mercado pueda
tranquilizarse percibir señales respecto a una mejora en la
conflictiva relación con el Fondo que habilite a un escenario de
entendimiento”, evaluó el analista Roberto Drimer.

Adicionalmente, trajeron confusión las noticias de más
inhibiciones sobre bienes argentinos en los Estados Unidos a
pedido del fondo NML que busca recuperar en concepto de bonos
impagos un monto de 172 millones de dólares.

Luis Alvarez Nani, mandatario de Alvarez Sociedad de Bolsa,
manifestó que el sentido de las operaciones por ahora es uno solo,
para abajo. “Faltan, inclusive, aquellos operadores que salen a poner el pecho, esto es así después de la suba tan vertiginosa del mes de enero; ya estamos en precios de diciembre y se verá”, evaluó el Alvarez Nani.

Los negocios con papeles locales se duplicaron a $82,2 millones (anterior $41,1 millones) y adicionalmente se
contabilizaron otros $8 millones en certificados de depósitos que
representan a las compañías extranjeras que cotizan en otros
mercados.

Todos los papeles líderes se perfilaron hacia abajo y en su
mayoría con diferencias que dejaron abiertos grandes interrogantes
sobre el comportamiento del mercado en las próximas ruedas.

“La definición sobre la aprobación de la segunda revisión de
las metas y el pago del vencimiento por US$3.100 millones en marzo seguirá acaparando la atención de los inversores”, resumió uno de los informes más difundidos en la Bolsa.

El embate de las ventas golpeó especialmente a los papeles de
Acindar, que perdieron 9,93%; Grupo Financiero Galicia,
8,83%; Siderar, 8,47%; Telecom, 8,46%; Transportadora de Gas del Sur, 8,08%; Petrobras, 8,04%; y Bansud que perdió 7,52%.

Ningún analista despreció el “efecto FMI” a la hora de evaluar
la performance de los títulos públicos que depararon retrocesos de
hasta 7,89% en el caso de algunas emisiones de Bocones (Pro5).

En la familia de los globales las bajas estuvieron en torno a
3% y los más recientes Bogar 2018, en $76,75, cayeron 5,82%.

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO