“Es apenas un paliativo y se carga sobre los contribuyentes, porque ningún banquero, inversor o especulador quiere pagar. Mientras, se derrumba un modelo capitalista desastroso”, sostiene Stiglitz en el “Frankfurter Allgemeine” vespertino. En cuanto a Montezemolo, cree que “esto es el fin de codiciosas bancas de inversión norteamericanas. Ahora toca el turno a bancos comerciales sensatos, especialmente en la Eurozona, y –con mayor énfasis- a la economía real, ésa que produce, arriesga e innova”.<br />
<br />
<p>Merkel fue, si se quiere, políticamente más dura. “El presidente Nicolas Sarkozy y yo fuimos muy claros durante una reunión del G-8 ya en 2007. Sostuvimos que la especulación inmobiliaria y financiera exigía mayor regulación, como la que se aplica en mi país. Pero Estados Unidos, Gran Bretaña y sus aliados (¿Japón, Holanda?) hicieron oídos sordos”. En boca de una conservadora –vía el “Münchner Merkur”- es demoledor.</p>
<p> En ese encuentro del Grupo de los 8 (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Holanda, Rusia) y los posteriores hasta julio de 2008, Vladyímir Putin y su sucesor, Dmitri Miedyvédiev, responsabilizaron directamente a norteamericanos y británicos por la doble crisis en curso. Entretanto, Merkel y Sarkozy reivindicaban el “capitalismo del Ruhr”, o sea el modelo creado en 1864/71 por Otto von Birsmarck y replanteado en 1958, al fundarse la Comunidad del Carbón y el Acero, crisálida de la Unión Europea. En aras del modelo anglosajón, EE.UU. y Gran Bretaña sabotearon el esquema, pero no pudieron frenarlo: Charles de Gaulle se encargó de impedirlo.</p>
<p> En general, este domingo cundía el escepticismo sobre un factor ocasional (actitud de los legisladores estadounidenses) y uno de fondo, la efectividad del oneroso plan presentado por George W.Bush –contra sus propias convicciones, se notaba-, Henry Paulson (hacienda, Goldman Sachs), Benjamin Bernanke (Reserva Federal) y un reticente Christopher Cox (SEC). En realidad, estas dudas explicaban la renuencia parlamentaria.</p>
<p> Por otro ángulo, el clima no mejoraba. Este sábado se conoció la bancarrota de AmeriBank, duodécima entidad de EE.UU. En simultánea, tambaleaba el fondo de cobertura clave del grupo JWM Partners. ¿Qué es eso? Una sociedad establecida por John W. Meriwether ¿Quién es el hombre? Fácil: el fundador de Long-Term Capital Management (LTCM), cuyo colapso en 1998 exigió la intervención de la RF, el Banco de Inglaterra y otros para impedir un crac en cadena por medio Occidente.</p>
<p> Insumió un décimo del paquete actual y se originaba en derivados –especialidad de la firma- cuyos activos de sostén representaban apenas cuatro dólares por cada cien de aire. Era la magia de los instrumentos derivativos, perfeccionados por seis matemáticos (fueron Nobel), dos de los cuales eran directores de LTCM. Como todos los días nace un tonto, Meriwether volvió a las andadas y encontró incautos de flaca memoria; amén de una comisión de valores negligente. </p>
El congreso vacila en dar el OK y algunos tachan de monstruosidad el rescate
El término lo usaron al mismo tiempo un premio Nobel, Joseph Stiglitz, y el influyente Luca Cordero Montezemolo (Fiat). El paquete de US$ 700.000 millones generó ironías en Angela Merkel, la canciller alemana.