Hay creciente preocupación en EE.UU. por la salida de capitales rumbo
a la Unión Europea y Japón.
La demanda internacional de "verdes" ha ido descendiendo junto con
las cotizaciones bursátiles. Si bien la debilidad de Wall Street -ayer
los principales indicadores marcaba mínimas en varios años- responde
a otras causas, "situaciones como Tyco, Dynegy, Williams
Companies y similares minan la confianza en el dólar", afirma
Eric Nickerson, jefe de estrategia global en BankAmerica Corporation.
Ayer, el euro trepaba a US$ 939 y el dólar cedía a ¥ 123,80.
Hace algunas semanas, las cotizaciones respectivas eran US$ 0,875 por euro y
¥ 132 por dólar. A los cierres de la víspera, la divisa estadounidense
roza mínimos de seis meses ante el yen y de 16 meses antes el euro. Algunos
analistas pronostican picos de US$ 0,95 por dólar y pisos de ¥ 120
por dólar antes de fin de año.
Nickerson apunta además a otro factor: "Los inversores extranjeros
compraba activos y papeles norteamericanos creyendo que las normas contables
y la calidad de gestión en nuestras empresas eran superiores al resto.
Ahora, ya no ven las cosas de esa manera".
Hay creciente preocupación en EE.UU. por la salida de capitales rumbo
a la Unión Europea y Japón.
La demanda internacional de "verdes" ha ido descendiendo junto con
las cotizaciones bursátiles. Si bien la debilidad de Wall Street -ayer
los principales indicadores marcaba mínimas en varios años- responde
a otras causas, "situaciones como Tyco, Dynegy, Williams
Companies y similares minan la confianza en el dólar", afirma
Eric Nickerson, jefe de estrategia global en BankAmerica Corporation.
Ayer, el euro trepaba a US$ 939 y el dólar cedía a ¥ 123,80.
Hace algunas semanas, las cotizaciones respectivas eran US$ 0,875 por euro y
¥ 132 por dólar. A los cierres de la víspera, la divisa estadounidense
roza mínimos de seis meses ante el yen y de 16 meses antes el euro. Algunos
analistas pronostican picos de US$ 0,95 por dólar y pisos de ¥ 120
por dólar antes de fin de año.
Nickerson apunta además a otro factor: "Los inversores extranjeros
compraba activos y papeles norteamericanos creyendo que las normas contables
y la calidad de gestión en nuestras empresas eran superiores al resto.
Ahora, ya no ven las cosas de esa manera".