La toma o reincorporación de mano de obra sugiere mayor confianza en el sector privado. Pero, como el aumento de demanda laboral coincide con salarios estables, Wall Street deduce que no existen las presiones inflacionarias que preocupan a Alan Greenspan.
Como esa idea –arbitraria, pues el jefe de la Reserva Federal no pensaba en empleo privado, sino en déficit y deudas federales- se traduce en otra conclusión (las tasas bajarán), el dólar retrocedía ante el resto de las divisas.
En resumen, mientras Wall Street trataba de recobrar terreno, el espinel cambiario trabajaba contra la divisa referencial y el crudo tejano se replegaba a US$ 53,30. Por tanto, el euro repuntó a US$ 1,324 y la libra a 1,923. Por su parte, el dólar cedía a ¥ 104,60 y a FS 1,168.
La toma o reincorporación de mano de obra sugiere mayor confianza en el sector privado. Pero, como el aumento de demanda laboral coincide con salarios estables, Wall Street deduce que no existen las presiones inflacionarias que preocupan a Alan Greenspan.
Como esa idea –arbitraria, pues el jefe de la Reserva Federal no pensaba en empleo privado, sino en déficit y deudas federales- se traduce en otra conclusión (las tasas bajarán), el dólar retrocedía ante el resto de las divisas.
En resumen, mientras Wall Street trataba de recobrar terreno, el espinel cambiario trabajaba contra la divisa referencial y el crudo tejano se replegaba a US$ 53,30. Por tanto, el euro repuntó a US$ 1,324 y la libra a 1,923. Por su parte, el dólar cedía a ¥ 104,60 y a FS 1,168.