El Gobierno completó ayer (miércoles 11) la colocación entre 62 bancos locales de un bono por US$ 2.000 millones a un año de plazo y con un rendimiento anual equivalente a 9%.
En el mercado se tomó nota de que las suscripciones al nuevo bono, que los bancos podrán utilizar para integrar sus requisitos mínimos de liquidez (el dinero que están obligados a inmovilizar por cuestiones de solvencia) y obtener una mejor remuneración por hacerlo de ese modo, apenas sobrepasaron lo ofrecido en la licitación: los pedidos de compra llegaron a US$ 2.115,2 millones y sólo entre dos bancos públicos (el Nación y el Ciudad) se llevaron 362 millones.
El Gobierno completó ayer (miércoles 11) la colocación entre 62 bancos locales de un bono por US$ 2.000 millones a un año de plazo y con un rendimiento anual equivalente a 9%.
En el mercado se tomó nota de que las suscripciones al nuevo bono, que los bancos podrán utilizar para integrar sus requisitos mínimos de liquidez (el dinero que están obligados a inmovilizar por cuestiones de solvencia) y obtener una mejor remuneración por hacerlo de ese modo, apenas sobrepasaron lo ofrecido en la licitación: los pedidos de compra llegaron a US$ 2.115,2 millones y sólo entre dos bancos públicos (el Nación y el Ciudad) se llevaron 362 millones.