Cigna redujo proyecciones financieras para 2003, al día siguiente
de hacerlo con las estimaciones de todo 2002 y a una semana de revelar que los
gastos en su unidad reaseguradora habían sumado US$ 1.000 millones en
el III trimestre. Alza de costos médicos y frecuentes caídas en
un sistema informático supuestamente clave para mejorar servicios al
público (y ahorrarle dinero a la firma) figuran entre las causas invocadas.
En síntesis, el valor en mercado de Cigna cedió de US$
63,60 a 371,0 por acción ordinaria. “Había llegado el momento
de desembarazarnos de esos papeles. La firma tiene demasiados problemas, depreciaciones
y sistemas defectuosos. Hay alternativas muy superiores para invertir”,
dijo redondamente Keith Gangl, que maneja los US$ 3.000 millones del fondo Lutheran
Brotherhood y ya había vendido todo lo que tenía de Cigna
antes de septiembre.
Cigna redujo proyecciones financieras para 2003, al día siguiente
de hacerlo con las estimaciones de todo 2002 y a una semana de revelar que los
gastos en su unidad reaseguradora habían sumado US$ 1.000 millones en
el III trimestre. Alza de costos médicos y frecuentes caídas en
un sistema informático supuestamente clave para mejorar servicios al
público (y ahorrarle dinero a la firma) figuran entre las causas invocadas.
En síntesis, el valor en mercado de Cigna cedió de US$
63,60 a 371,0 por acción ordinaria. “Había llegado el momento
de desembarazarnos de esos papeles. La firma tiene demasiados problemas, depreciaciones
y sistemas defectuosos. Hay alternativas muy superiores para invertir”,
dijo redondamente Keith Gangl, que maneja los US$ 3.000 millones del fondo Lutheran
Brotherhood y ya había vendido todo lo que tenía de Cigna
antes de septiembre.