<p>A partir de esta volte-face, México es la única economía latinoamericana relevante que aún no busca debilitar su moneda vía una intervención tabú para el monetarismo neoclásico. Tampoco apela, como Brasil, a gravar flujos de títulos (6% anual).<br />
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Fieles a Chicago, varios analistas chilenos temen que el banco central abra el paso a ulteriores heterodoxias, tanto locales cuanto en otros países emergentes de segunda línea.”Si nuestro emisor interviene ¿qué podemos esperar de Brasil o Argentina? inquieren Pedro Tuesta y varios colegas suyos. <br />
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Entretanto, Chile cree que este año el PBI puede aumentar 6%. Pero, al finalizar 2010, el cobre batía su propio récord y quedó en US$ 9.750 por tonelada. En lo atinente al banco central, tal vez espere al jueves 13 para resolver sobre tasas referenciales, hasta el momento en 3,25% contra apenas 3,3% de inflación.<br />
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<p>La imagen abierta y ganadora que se le ha creado al país, en cierto modo, ayuda a que su moneda esté a picos en tres años. No obstante, el mercado reaccionó con sorpresa a la medida, condicionado a años de monetarismo ortodoxo en el emisor, que ni Michelle Bachelet se animó a alterar.<br />
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Ahora, el banco central contempla retoques en la política de libre flotación del peso y privatizaciones a ultranza impuesta en tiempos de Augusto Pinochet. Salvo en cuanto al cobre, que el estado nunca abandonó.<br />
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Las noticias achataron 4% el peso este miércoles. Natural, pues el gobierno se manifiesta listo para vender diariamente $ 50 millones para detener su avance. La cifra total equivale a 6% del producto bruto interno, es la mayor intervención cambiaria en la historia y apenas la cuarta desde 1999.<br />
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Según señalaba Felipe Larrain, ministro de hacienda, “hemos resuelto apoyar a productores y exportadores agrícolas, mineros e industriales que dependan del tipo de cambio. Esta decisión a sido muy meditada, al igual que sus consecuencias”.<br />
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No obstante, el banco central indicó que el motivo real de la movida es crear un colchón de reservas internacionales que signifique 17% del PBI. Su objeto: proteger a Chile ante posibles repercusiones de la crisis de deuda soberana que azota a la Eurozona, alza de intereses y depreciación del dólar. La disponibilidad de reservas adicionales permitirá manejarse en caso de que siga deteriorándose el contexto global. <br />
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