Pero varios analistas de Wall Street, aun aceptando que Webter ya no podría asumir al frente de la junta supervisora de prácticas contables, no creen que el sucesor de Pitt sea muy proactivo. El control del Congreso, estiman, le permitirá al gobierno desactivar investigaciones sobre irregularidades –para evitarle nuevos problemas al vicepresidente Richard Cheney- y dejar en paz a los estudios contables, muy influyentes en la interna republicana.
Entre sustitutos posibles se habla de Frank Zarb (ex presidente del Nasdaq), el ex juez federal Stanley Sporkin, James Doty (abogado de la familia Bush) y Rodolfo Giuliani, ex alcande de Nueva York. “Aunque gente del gobierno pretenda cajonear un año de escándalos y procesos, hace falta una SEC más activa porque el gobierno de bancos y compañías está en crisis”. Así señalaba Christopher Ailman, director de inversiones en el sistema jubilatorio de los docentes públicos de California (CalTeach), que administra US$ 90.000 millones.
Dado que la renuncia de Pitt, pedida por el propio Bush, se origina en actitudes poco claras en torno de Webster y su elección como primer jefe de la futura Public Company Accounting Oversight Board, la suerte del ex magistrado parece echada. El propio Webster dijo ayer que contemplaba dimitir.
Pero varios analistas de Wall Street, aun aceptando que Webter ya no podría asumir al frente de la junta supervisora de prácticas contables, no creen que el sucesor de Pitt sea muy proactivo. El control del Congreso, estiman, le permitirá al gobierno desactivar investigaciones sobre irregularidades –para evitarle nuevos problemas al vicepresidente Richard Cheney- y dejar en paz a los estudios contables, muy influyentes en la interna republicana.
Entre sustitutos posibles se habla de Frank Zarb (ex presidente del Nasdaq), el ex juez federal Stanley Sporkin, James Doty (abogado de la familia Bush) y Rodolfo Giuliani, ex alcande de Nueva York. “Aunque gente del gobierno pretenda cajonear un año de escándalos y procesos, hace falta una SEC más activa porque el gobierno de bancos y compañías está en crisis”. Así señalaba Christopher Ailman, director de inversiones en el sistema jubilatorio de los docentes públicos de California (CalTeach), que administra US$ 90.000 millones.
Dado que la renuncia de Pitt, pedida por el propio Bush, se origina en actitudes poco claras en torno de Webster y su elección como primer jefe de la futura Public Company Accounting Oversight Board, la suerte del ex magistrado parece echada. El propio Webster dijo ayer que contemplaba dimitir.