En lo tocante al euro, los efectos de ambos NO siguen siendo menos traumáticos de lo esperado. El miércoles, a la sazón, el dólar subía ante otras divisas algo más que contra la europeal. Ningún mercado toca todavía el US$ 1,20 anticipado el domingo por ciertos operadores y, tampoco, parece próximo el repliegue a US$ 1,15 (ahora sus promotores lo “postergan” a diciembre).
Sin duda, el euro está en los mínimos de ocho meses, pero tampoco el dólar parece en condiciones de seguir rebotando como hasta el momento. El perfil de la deuda norteamericana plantea límites a la repreciación de la divisa referencial. Tampoco la economía real en Estados Unidos es tan fuerte como imaginan sus exégetas, entre ellos Gordon Gekko.
En otro frente, el avance del petróleo empieza a preocupar. El primer arbitraje vespertino de junio troca US$ 54,20 el barril. Tomando el mínimo de mayo (46,90, el jueves 19), este mes arranca con 15,6% de avance.
En lo tocante al euro, los efectos de ambos NO siguen siendo menos traumáticos de lo esperado. El miércoles, a la sazón, el dólar subía ante otras divisas algo más que contra la europeal. Ningún mercado toca todavía el US$ 1,20 anticipado el domingo por ciertos operadores y, tampoco, parece próximo el repliegue a US$ 1,15 (ahora sus promotores lo “postergan” a diciembre).
Sin duda, el euro está en los mínimos de ocho meses, pero tampoco el dólar parece en condiciones de seguir rebotando como hasta el momento. El perfil de la deuda norteamericana plantea límites a la repreciación de la divisa referencial. Tampoco la economía real en Estados Unidos es tan fuerte como imaginan sus exégetas, entre ellos Gordon Gekko.
En otro frente, el avance del petróleo empieza a preocupar. El primer arbitraje vespertino de junio troca US$ 54,20 el barril. Tomando el mínimo de mayo (46,90, el jueves 19), este mes arranca con 15,6% de avance.