<p>Años atrás, como la actividad no crecía lo suficiente, un grupo de esa compañías se lanzaron en 2008 a asegurar complejos paquetes de valores, en apariencia lucrativos, apoyados en hipotecas. A MBIA le costó caro: declaró pérdidas por US$ 2.300 millones en el cuarto trimestre de 2009. Deberá abonar 714 millones en concepto de coberturas, una cifra que parece baja pero representa 77,6% de los US$ 920 millones pagados en casi cuarenta años de negocios.<br />
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Falencias y suspensiones de pagos hipotecarios siguen proliferando, los precios de vivienda suben y bajan y las calificadoras temen que los quebrantos vía bonos empaquetados pueden ser este año mucho peores de cuanto se esperaba en diciembre último. La semana pasada, Standard & Poor’s predijo que el monto del segmento podría superar los US$ 265.000 millones. Pésimas noticias para MBIA, Ambac, Financial Guaranty Insurance y Financial Security Assurance.<br />
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Por ende, el destino de estas firmas va camino ser otra fase en las turbulencias desatadas por la crisis inmobiliaria que se inició en 2006/7. Estas compañías son, en efecto, las que garantizan paquetes de títulos por un total de dos billones.</p>
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Asegurar bonos públicos, un negocio fácil que tambalea
Firmas como Ambac o MBIA prosperaban en un segmento bastante aburrido pero leonino: los seguros contra insolvencia de bonos públicos. Casi nunca entraban en cese de pagos o, si lo hacían, las pérdidas eran leves. Ya no es tan fácil.