Pero, tras el amague eufórico del miércoles, los paneles bursátiles tendían a retroceder un poco. Había dos razones. Una es que Apple sigue cediendo y afecta al Nasdaq compuesto. Otra, que estos signos de fortaleza pueden influir para que la Reserva Federal no reduzcas tasa básica en la primera reunión del comité monetario, el año entrante.
En otro plano, el crudo tejano intermedio volvió a quedar sobre los US$ 61 el barril en Nueva York. En este caso, se repite la situación de hace dos semanas: una abrupta baja de reservas disponibles en Estados Unidos.
Tres informes crearon mejor clima. Uno fue el de confianza del consumidor (en realidad, expectativas en tres a seis meses), otro aborda la actividad industrial en el medio oeste y el tercero –un poco dudoso- alude a las ventas de vivienda en existencia. En este caso, pesó el amplio descenso de precios registrado desde octubre.
A juicio de analistas sectoriales, este último informe respalda la idea de que el desinfle inmobiliario ya ha hecho buena parte del camino. Hasta ahora, casi todos los pronósticos pesimistas sobre el primer semestre de 2007 se apoyaban en el temor de que el desinfle en bienes raíces se acentuara y perjudicase a la economía en general.
Pero, tras el amague eufórico del miércoles, los paneles bursátiles tendían a retroceder un poco. Había dos razones. Una es que Apple sigue cediendo y afecta al Nasdaq compuesto. Otra, que estos signos de fortaleza pueden influir para que la Reserva Federal no reduzcas tasa básica en la primera reunión del comité monetario, el año entrante.
En otro plano, el crudo tejano intermedio volvió a quedar sobre los US$ 61 el barril en Nueva York. En este caso, se repite la situación de hace dos semanas: una abrupta baja de reservas disponibles en Estados Unidos.
Tres informes crearon mejor clima. Uno fue el de confianza del consumidor (en realidad, expectativas en tres a seis meses), otro aborda la actividad industrial en el medio oeste y el tercero –un poco dudoso- alude a las ventas de vivienda en existencia. En este caso, pesó el amplio descenso de precios registrado desde octubre.
A juicio de analistas sectoriales, este último informe respalda la idea de que el desinfle inmobiliario ya ha hecho buena parte del camino. Hasta ahora, casi todos los pronósticos pesimistas sobre el primer semestre de 2007 se apoyaban en el temor de que el desinfle en bienes raíces se acentuara y perjudicase a la economía en general.