A juicio de los operadores, estos niveles responden a la escasez de existencias de refinados para consumo final. Sobre todo en Estados Unidos, el mayor demandante mundial de combustibles fósiles. El problema es que los mercados dudan de que el suministro se normalice antes del invierno boreal. El leve repliegue del viernes no calma los ánimos.
Por otra parte, influyó una ola de incendios en campos petrolíferos de British Petroleum (faldeo norte, Alaska), aunque la compañía les restase relevancia, en una actitud típica. El tercer factor proviene de la Organización de países exportadores petroleros (OPEP), que resolvió elevar la producción, pero por un margen mínimo. A juicio de algunos observadores, juega un cuarto componente, la debilidad del dólar (el euro llegó a US$ 1,391).
El jueves, pues, el tejano liviano para entrega en octubre promediaba US$ 80 el barril en el arbitraje vespertino. Menos expuesto, el Brent nórdico registraba US$ 78,10. Igualmente, un valor muy alto. La semana pasada, las existencias norteamericanas bajaban 7.100.000 barriles y rozaban el piso en ocho meses. Los analistas esperaban apenas 2.400.000 de disminución.
Mientras tanto, trascendían discretos contactos entre Argentina, Brasil. Venezuela y Bolivia. En principio, la idea es evaluar la situación creada en los mercados mundiales desde hace algunos días. Por ejemplo, los brasileños han estado consultando con Angola y Nigeria.
A juicio de los operadores, estos niveles responden a la escasez de existencias de refinados para consumo final. Sobre todo en Estados Unidos, el mayor demandante mundial de combustibles fósiles. El problema es que los mercados dudan de que el suministro se normalice antes del invierno boreal. El leve repliegue del viernes no calma los ánimos.
Por otra parte, influyó una ola de incendios en campos petrolíferos de British Petroleum (faldeo norte, Alaska), aunque la compañía les restase relevancia, en una actitud típica. El tercer factor proviene de la Organización de países exportadores petroleros (OPEP), que resolvió elevar la producción, pero por un margen mínimo. A juicio de algunos observadores, juega un cuarto componente, la debilidad del dólar (el euro llegó a US$ 1,391).
El jueves, pues, el tejano liviano para entrega en octubre promediaba US$ 80 el barril en el arbitraje vespertino. Menos expuesto, el Brent nórdico registraba US$ 78,10. Igualmente, un valor muy alto. La semana pasada, las existencias norteamericanas bajaban 7.100.000 barriles y rozaban el piso en ocho meses. Los analistas esperaban apenas 2.400.000 de disminución.
Mientras tanto, trascendían discretos contactos entre Argentina, Brasil. Venezuela y Bolivia. En principio, la idea es evaluar la situación creada en los mercados mundiales desde hace algunos días. Por ejemplo, los brasileños han estado consultando con Angola y Nigeria.