Yukos tira la toalla y se arma un monopolio estatal, Gazprom

Harta del acoso de Vladyímir Putin, Yukos previno que puede cerrar a fin de año. Ante eso, Deutsche Bank aconseja a Gazprom –monopolio estatal del gas- comprar varias petroleras y armar un holding. Algunos denuncian una “vuelta a los Soviet”.

1 diciembre, 2004

Contratado por Gazprom, el mayor banco privado europeo sugirió aprovechar el derrumbe de Yukos para cambiar de estrategia. Con ese objeto, debiera entrar en el negocio petrolero adquiriendo activos, particularmente si se liquida Yukos. El esquema del DB equivale a renacionalizar el sector hidrocarburos, pues tiene por objeto quedarse con áreas del gigante en crisis, Síbñeft y Surgutñeftyegas (dos compañías privadas).

Según Gazprom, el banco también aceptó gestionar financiamiento para tomar Yuganskñeftyegas, la mayor subsidiaria de Yukos. El gobierno planea venderla en una subasta forzada, este mes, con US$ 8.600 millones de base. Incluyendo ese monto, la lista de compras propuesta por DB a Gazprom suma entre US$ 40,000 y 50.000 millones. La política del banco, definida como “al servicio de Moscú”, ha sido muy criticada por accionistas, fondos inversores, firmas de valores y analistas financieros.

Por el contrario, legisladores, políticos y funcionarios rusos aplauden las recomendaciones de DB. Syergyei Bogdánchikov –presidente de Rosñeft, una petrolera estatal en proceso de fusionarse con Gazprom- reveló haber recibido una carta de Nicholas Jordan, vicepresdente de DB, explicándole extensamente el proyecto de “resovietización”. Por el contrario, a criterio de Styefan Dashevsky, experto en hidrocarburos de Aton Capital, “hace dos años, semejante misiva habría sonado a broma de mal gusto. Hoy es parte de la realidad rusa: el Kryemlin quiere conmtrola recursos naturales y Deusche Bank quiere hacer negocios plegándose a la ideología de la renacionalizacion”.

Mientras, los mandos de Yukos, que habían dejado Rusia por temor a allanamientos y arrestos arbitrarios, se reunieron en Londres y decidieron que “no existen ya perspectivas de un plan para salvar el grupo. Más de US$ 10.000 millones en exigencias tributarias sin mayor sustento y aprietes al management supérstite prueban que Putin quiere destruir Yukos”.

Por consiguiente, se resolvió tratar una sola alternativa en la asamblea extraordinaria del 20: bancarrota o liquidación. Los mercados casi no reaccionarion, porque esperaban algo así. Además, la quiebra no es fácil de decretar, siendo resorte de los tribunales rusos, virtualmente manejados desde el gobierno. Por otra parte, los números son terribles. La capitalizazión bursátil ha caído de más de US$ 30.000 millones en 2002 a apenas 2.000 millones y las obligaciones tributarias ascienden a US$ 25.000 millones, incluyemdo subsidiarias.

Contratado por Gazprom, el mayor banco privado europeo sugirió aprovechar el derrumbe de Yukos para cambiar de estrategia. Con ese objeto, debiera entrar en el negocio petrolero adquiriendo activos, particularmente si se liquida Yukos. El esquema del DB equivale a renacionalizar el sector hidrocarburos, pues tiene por objeto quedarse con áreas del gigante en crisis, Síbñeft y Surgutñeftyegas (dos compañías privadas).

Según Gazprom, el banco también aceptó gestionar financiamiento para tomar Yuganskñeftyegas, la mayor subsidiaria de Yukos. El gobierno planea venderla en una subasta forzada, este mes, con US$ 8.600 millones de base. Incluyendo ese monto, la lista de compras propuesta por DB a Gazprom suma entre US$ 40,000 y 50.000 millones. La política del banco, definida como “al servicio de Moscú”, ha sido muy criticada por accionistas, fondos inversores, firmas de valores y analistas financieros.

Por el contrario, legisladores, políticos y funcionarios rusos aplauden las recomendaciones de DB. Syergyei Bogdánchikov –presidente de Rosñeft, una petrolera estatal en proceso de fusionarse con Gazprom- reveló haber recibido una carta de Nicholas Jordan, vicepresdente de DB, explicándole extensamente el proyecto de “resovietización”. Por el contrario, a criterio de Styefan Dashevsky, experto en hidrocarburos de Aton Capital, “hace dos años, semejante misiva habría sonado a broma de mal gusto. Hoy es parte de la realidad rusa: el Kryemlin quiere conmtrola recursos naturales y Deusche Bank quiere hacer negocios plegándose a la ideología de la renacionalizacion”.

Mientras, los mandos de Yukos, que habían dejado Rusia por temor a allanamientos y arrestos arbitrarios, se reunieron en Londres y decidieron que “no existen ya perspectivas de un plan para salvar el grupo. Más de US$ 10.000 millones en exigencias tributarias sin mayor sustento y aprietes al management supérstite prueban que Putin quiere destruir Yukos”.

Por consiguiente, se resolvió tratar una sola alternativa en la asamblea extraordinaria del 20: bancarrota o liquidación. Los mercados casi no reaccionarion, porque esperaban algo así. Además, la quiebra no es fácil de decretar, siendo resorte de los tribunales rusos, virtualmente manejados desde el gobierno. Por otra parte, los números son terribles. La capitalizazión bursátil ha caído de más de US$ 30.000 millones en 2002 a apenas 2.000 millones y las obligaciones tributarias ascienden a US$ 25.000 millones, incluyemdo subsidiarias.

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