United Auto Workers le pone plazo perentorio a Chrysler
Las paritarias entre la automotriz y el sindicato debieran reanudarse el próximo lunes. Así lo da a entender una intimación de la UAW a la firma. Ahora manejada por Cerberus Capital, un fondo que especula con compras apalancadas.
En realidad, el ultimátum –lanzado este lunes- vence esta misma semana, pues el sindicato le da a la compañía hasta el miércoles 10 para contestar. Poco habituados a negociar en Detroit, los nuevos dueños (81%) de Chrysler optaron por el silencio.
Originalmente las paritarias –que aún no son públicas- iban a reiniciarse este mismo lunes, pero la parte gremial no se presentó. Al parecer, el clima de negociaciones durante el fin de semana fue por demás tenso. Así revelaron a Reuters y Bloomberg’s personas allegadas tanto a la UAW cuanto a la firma.
En realidad, estas paritarias viven un “impasse” de tres semanas. A mediados de septiembre, en efecto, el sindicato se negó a extender el convenio de cuatro años firmado a mediados de 2004. Más tarde, tampoco accedió a aceptar términos similares a los obtenidos por General Motors -en un acuerdo tentativo- a fin del mes pasado.
Obviamente, la estrategia de Ronald Gettelfinger (presidente de la UAW) tiende a “ablandar” a Chrysler y conseguir para sus 180.000 afiliados que trabajan allí una especie de garantía de estabilidad. A diferencia de GM y Ford Motor, la tercera automotriz están en manos de dueños cuyo objetivos final es achicarla y revenderla al mejor postor.
En realidad, el ultimátum –lanzado este lunes- vence esta misma semana, pues el sindicato le da a la compañía hasta el miércoles 10 para contestar. Poco habituados a negociar en Detroit, los nuevos dueños (81%) de Chrysler optaron por el silencio.
Originalmente las paritarias –que aún no son públicas- iban a reiniciarse este mismo lunes, pero la parte gremial no se presentó. Al parecer, el clima de negociaciones durante el fin de semana fue por demás tenso. Así revelaron a Reuters y Bloomberg’s personas allegadas tanto a la UAW cuanto a la firma.
En realidad, estas paritarias viven un “impasse” de tres semanas. A mediados de septiembre, en efecto, el sindicato se negó a extender el convenio de cuatro años firmado a mediados de 2004. Más tarde, tampoco accedió a aceptar términos similares a los obtenidos por General Motors -en un acuerdo tentativo- a fin del mes pasado.
Obviamente, la estrategia de Ronald Gettelfinger (presidente de la UAW) tiende a “ablandar” a Chrysler y conseguir para sus 180.000 afiliados que trabajan allí una especie de garantía de estabilidad. A diferencia de GM y Ford Motor, la tercera automotriz están en manos de dueños cuyo objetivos final es achicarla y revenderla al mejor postor.
