Un implicado en la causa de los ñoquis se quitó la vida
Se trata del justicialista Pedro Poznansky, ex secretario del ex Concejo Deliberante. Debía declarar ante el juez Baños. La familia descartó la idea de un asesinato.
3 agosto, 1999
El escándalo desatado por la investigación que el juez Alberto Baños lleva adelante por la causa de los ñoquis del ex Concejo Deliberante dio un giro ayer cuando se descubrió que uno de los implicados, el justicialista Pedro Poznansky apareció muerto ayer a las 8 y media de la mañana en uno de los baños de su domicilio, en el barrio porteño de Belgrano. Poznansky había ocupado cargos de relevancia en el cuerpo legislativo, ya que cumplió un papel decisivo en el manejo de dinero y designaciones del Concejo. También era muy amigo de José Manuel Pico, quien se encuentra imputado en la causa. El ex funcionario tenía que prestar declaración indagatoria ante Baños mañana, por su presunta responsabilidad en falsas designaciones. Según sus familiares y el abogado que lo patrocinaba, Mariano Cúneo Libarona, las especulaciones sobre un asesinato no tienen fundamento: “Era un hombre de bien, sensible, que no pudo tolerar la carga del proceso y de salir en los diarios. Les pido por favor que no busquen cosas raras”, señaló el letrado.
(Página/12; Clarín).
El escándalo desatado por la investigación que el juez Alberto Baños lleva adelante por la causa de los ñoquis del ex Concejo Deliberante dio un giro ayer cuando se descubrió que uno de los implicados, el justicialista Pedro Poznansky apareció muerto ayer a las 8 y media de la mañana en uno de los baños de su domicilio, en el barrio porteño de Belgrano. Poznansky había ocupado cargos de relevancia en el cuerpo legislativo, ya que cumplió un papel decisivo en el manejo de dinero y designaciones del Concejo. También era muy amigo de José Manuel Pico, quien se encuentra imputado en la causa. El ex funcionario tenía que prestar declaración indagatoria ante Baños mañana, por su presunta responsabilidad en falsas designaciones. Según sus familiares y el abogado que lo patrocinaba, Mariano Cúneo Libarona, las especulaciones sobre un asesinato no tienen fundamento: “Era un hombre de bien, sensible, que no pudo tolerar la carga del proceso y de salir en los diarios. Les pido por favor que no busquen cosas raras”, señaló el letrado.
(Página/12; Clarín).