Un gasoducto rioplatense

La Argentina y Uruguay comenzarán con la construcción del gasoducto que unirá Buenos Aires con Montevideo. Costará US$ 170 millones y la obra estará a cargo de un consorcio privado internacional.

12 noviembre, 2000

(EFE).- El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció que su país se integra definitivamente a la “revolución del sistema energético” en el continente tras firmarse los documentos que habilitan el tendido del gasoducto Cruz del Sur, entre Buenos Aires y Montevideo.

Se trata de la tercera conexión de gas natural entre Argentina y Uruguay después de haberse habilitado, desde el año pasado, dos desde Entre Ríos hacia la ciudad de Paysandú, una que suministra energía al parque industrial y a los domicilios particulares, y otra para alimentar dos centrales de producción energética, que tendrán una potencia de 1.060 megavatios de electricidad.

El documento firmado por Batlle y el ministro de Industrias, Sergio Abreu, abre en Uruguay una nueva inversión por US$ 170 millones.

El gasoducto unirá Punta Lara, en la provincia de Buenos Aires, con Colonia, en Uruguay, a 177 kilómetros al oeste de Montevideo, con un cruce subfluvial de 55 kilómetros por el río de la Plata, con un diámetro de 24 pulgadas y un tendido terrestre de 350 kilómetros.

El ente estatal de electricidad UTE, copropietario del gasoducto del Litoral en Paysandú, también utilizará gas del tendido del sur para las centrales térmicas de Montevideo, que actualmente consumen derivados del petróleo y que serán reconvertidas.

El gasoducto Cruz del Sur será construido y explotado por un consorcio integrado por la British Gas -que posee 40% del paquete de acciones-, la estadounidense Pan American Energy –30%-, el ente petrolero uruguayo Ancap y la firma alemana Wintershall.

El proyecto que se pone en marcha prevé la posibilidad de extensión hasta la ciudad brasileña de Porto Alegre.

La capacidad de transporte máximo a Montevideo será de 5 millones de metros cúbicos y el plazo de construcción es de 14 meses, con una creación de casi 800 puestos de trabajo.

Tras la ceremonia de firma del documento de construcción, Batlle insistió en la participación del sector privado en la obra, “invirtiendo capital de riesgo”, y subrayó su esperanza de que se lleguen a acuerdos con Brasil para extender el suministro a los estados del sur de ese país.

“El crecimiento de demanda de energía en América es un signo muy positivo del crecimiento de las naciones”, añadió Batlle, y confió en que las actuales interconexiones sirvan para “sumar esfuerzos a una tarea que es común para mejorar este continente”.

(EFE).- El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció que su país se integra definitivamente a la “revolución del sistema energético” en el continente tras firmarse los documentos que habilitan el tendido del gasoducto Cruz del Sur, entre Buenos Aires y Montevideo.

Se trata de la tercera conexión de gas natural entre Argentina y Uruguay después de haberse habilitado, desde el año pasado, dos desde Entre Ríos hacia la ciudad de Paysandú, una que suministra energía al parque industrial y a los domicilios particulares, y otra para alimentar dos centrales de producción energética, que tendrán una potencia de 1.060 megavatios de electricidad.

El documento firmado por Batlle y el ministro de Industrias, Sergio Abreu, abre en Uruguay una nueva inversión por US$ 170 millones.

El gasoducto unirá Punta Lara, en la provincia de Buenos Aires, con Colonia, en Uruguay, a 177 kilómetros al oeste de Montevideo, con un cruce subfluvial de 55 kilómetros por el río de la Plata, con un diámetro de 24 pulgadas y un tendido terrestre de 350 kilómetros.

El ente estatal de electricidad UTE, copropietario del gasoducto del Litoral en Paysandú, también utilizará gas del tendido del sur para las centrales térmicas de Montevideo, que actualmente consumen derivados del petróleo y que serán reconvertidas.

El gasoducto Cruz del Sur será construido y explotado por un consorcio integrado por la British Gas -que posee 40% del paquete de acciones-, la estadounidense Pan American Energy –30%-, el ente petrolero uruguayo Ancap y la firma alemana Wintershall.

El proyecto que se pone en marcha prevé la posibilidad de extensión hasta la ciudad brasileña de Porto Alegre.

La capacidad de transporte máximo a Montevideo será de 5 millones de metros cúbicos y el plazo de construcción es de 14 meses, con una creación de casi 800 puestos de trabajo.

Tras la ceremonia de firma del documento de construcción, Batlle insistió en la participación del sector privado en la obra, “invirtiendo capital de riesgo”, y subrayó su esperanza de que se lleguen a acuerdos con Brasil para extender el suministro a los estados del sur de ese país.

“El crecimiento de demanda de energía en América es un signo muy positivo del crecimiento de las naciones”, añadió Batlle, y confió en que las actuales interconexiones sirvan para “sumar esfuerzos a una tarea que es común para mejorar este continente”.

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