Telefónica en nuevo rumbo

La Telefónica que creció hasta convertirse en imperio durante la burbuja de internet está casi irreconocible. Lycos, el portal estadounidense comprado en US$ 12.000 millones, será vendido en US$ 200. Desmantelamiento, limpieza y nueva estrategia.

27 mayo, 2004

Cuando Juan Villalonga, el anterior presidente de la telco española, anunció en mayo de 2000 la fusión Terra Networks / Lycos (una operación de US$ 12.000 millones), dijo que ése sería su mayor triunfo. Los accionistas de Lycos aprobaron la operación en octubre aunque el mismo día de la fusión sus acciones perdieron dos tercios de su valor. A dos años exactos de aquella resonada compra, en los primeros días de mayo de este año, el portal estadounidense fue puesto en venta por un valor de apenas US$ 200 millones.
Cesar Alierta, quien asumió como sucesor de Villalonga dos meses después de que se anunciara la compra de Lycos, llevó a Telefónica de vuelta a sus raíces. Se apartó de otros operadores europeos cuando decidió ser el primero – junto a Sonera — en otorgar €4.800 millones (US$ 5.700 millones) en licencias de telefonía UMTS de tercera generación y vendió Antena 3, un canal privado de televisión.
Fusionó Via Digital, fabricantes de la plataforma digital de TV, con Canal Plus de España, y contuvo el desarrollo de Terra comprando sus acciones e integrándola a Telefónica.

Telefónica ahora se está concentrando en el negocio de la telefonía móvil. En abril Telefónica Móviles aceptó pagar hasta US$ 5.850 millones en efectivo y asumió deuda por 10 de las operadoras de BellSouth en América latina. Vivo, su emprendimiento conjunto con Portugal Telecom. (PT), ya es el operador más grande en Brasil. Telefónica tiene hoy 8% de PT.

En América latina, Alierta enfrenta una dura competencia de Carlos Slim, el mexicano multimillonario que está detrás de Telmex América Móvil.

El mercado de redes fijas en América latina es una propuesta más difícil. El acceso a Internet de alta velocidad todavía es una parte pequeña de los ingresos, mientras que las revisiones de aranceles en Chile, Perú, Argentina y Brasil probablemente no favorezcan a Telefónica. Con la llegada de un nuevo gobierno a España, Alierta podría estar a la defensiva. Aunque el negocio se ha liberalizado, la telco retiene 77% del mercado. Cualquier cambio en la regulación va a favorecer la competencia.

Cuando Juan Villalonga, el anterior presidente de la telco española, anunció en mayo de 2000 la fusión Terra Networks / Lycos (una operación de US$ 12.000 millones), dijo que ése sería su mayor triunfo. Los accionistas de Lycos aprobaron la operación en octubre aunque el mismo día de la fusión sus acciones perdieron dos tercios de su valor. A dos años exactos de aquella resonada compra, en los primeros días de mayo de este año, el portal estadounidense fue puesto en venta por un valor de apenas US$ 200 millones.
Cesar Alierta, quien asumió como sucesor de Villalonga dos meses después de que se anunciara la compra de Lycos, llevó a Telefónica de vuelta a sus raíces. Se apartó de otros operadores europeos cuando decidió ser el primero – junto a Sonera — en otorgar €4.800 millones (US$ 5.700 millones) en licencias de telefonía UMTS de tercera generación y vendió Antena 3, un canal privado de televisión.
Fusionó Via Digital, fabricantes de la plataforma digital de TV, con Canal Plus de España, y contuvo el desarrollo de Terra comprando sus acciones e integrándola a Telefónica.

Telefónica ahora se está concentrando en el negocio de la telefonía móvil. En abril Telefónica Móviles aceptó pagar hasta US$ 5.850 millones en efectivo y asumió deuda por 10 de las operadoras de BellSouth en América latina. Vivo, su emprendimiento conjunto con Portugal Telecom. (PT), ya es el operador más grande en Brasil. Telefónica tiene hoy 8% de PT.

En América latina, Alierta enfrenta una dura competencia de Carlos Slim, el mexicano multimillonario que está detrás de Telmex América Móvil.

El mercado de redes fijas en América latina es una propuesta más difícil. El acceso a Internet de alta velocidad todavía es una parte pequeña de los ingresos, mientras que las revisiones de aranceles en Chile, Perú, Argentina y Brasil probablemente no favorezcan a Telefónica. Con la llegada de un nuevo gobierno a España, Alierta podría estar a la defensiva. Aunque el negocio se ha liberalizado, la telco retiene 77% del mercado. Cualquier cambio en la regulación va a favorecer la competencia.

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