También Time Warner y GE se lanzan en pos de MGM

Al parecer, se desató una guerra por Metro-Goldwyn-Meyer. Time Warner se acerca ahora a los US$ 4.800 millones ofrecidos, en abril, por Sony al frente de un consorcio. También ronda NBC, o sea General Electric.

2 julio, 2004

Todavía sin datos oficiales, la iniciativa recalienta la ya larga puja por MGM, estudio famoso por “El mago de Oz”, James Bond, la Pantera Rosa e innumerables éxitos más. Pero la aparición de TW complica las cosas pues, al momento de su propia oferta, Sony había convenido con MGM un “lapso de negociaciones exclusivo”.

Más tarde, Sony no logró cerrar el trato en ese período, aunque insiste en mantener la propuesta. Lo que ocurrió es que la empresa tenía disidencias con el resto del consorcio “ad hoc”y su propia matriz. Hoy, el campo vuelve a quedar expedito para otros concurrentes.

La oferta TW valúa el paquete MGM en alrededor de US$ 4.700 millones, algo menos que Sony, y está dispuesta a pagar casi US$ 13 por acción en efectivo a los tenedores comunes. Por otro lado, le abonaría alrededor de 11,50 a Kirk Kerkorian, el inversor multimillonario que domina el paquete.

Acá surge un factor casi psicológico. Kerkorian, se dice en el ambiente, busca la oportunidad de ingresar a Time Warner como accionista relevante. No obstante, también quiere que el nuevo comprador eventual pague algo más por su participación en MGM.

Un tercer interesado potencial es la división NBC (National Broadcasting Corporation) del grupo General Electric. Si bien aún no ha presentado propuestas, hace pocas semanas firmó con MGM un pacto de no divulgación, lo cual le da acceso a documentos y archivos confidenciales de la empresa eventualmente a adquirir.

Hace tres días, durante la asamblea anual de accionistas MGM –pospuesta ya porque la compañía había firmado aquel convenio con Sony-, Alexander Yemenidjian (CEO del estudio y, como Kerkorian, de origen armenio) confesó: “por lo visto, tenemos más opciones estratégicas de las que suponíamos”. Ahí ardió Troya.

El sostenido interés de tantos compradores potenciales se debe a la impresionante biblioteca fílmica de la empresa, que posee más de 4.000 películas. En los últimos años, Yemenidjian transformó en pingüe negocio algo que, hasta 1999, daba pérdidas. Le bastó pasar filmes a formatos TV, video y DVD para explotar una demanda insaciable.

En lo tocante a TW, su proyecto de fondo incluye añadir, a cables ya adquiridos, la eventual absorción de Adelphia Communications. Pero también sigue siendo objeto de investigaciones, por parte de la Comisión Federal de Valores. La reguladora quiere averiguar cuánto aporta America Online –ese gran fracaso- a los ingresos del grupo. En cuanto a General Electric (NBC), recién acaba de concluir un acuerdo con Vivendi Universal por lo que era Vivendi Entertainment en EE.UU.

Sony, que ya controla los estudios Columbia y TriStar, ha dedicado los últimos dos meses a redondear un convenio con sus financistas: Texas Pacific Group, Providence Equity Partners y Crédit Suisse First Boston. En ese lapso, TW ha acelerado su plan de compras, pese a la SEC.

El posible acuerdo Sony-MGM está siendo armado en forma compleja y con tropiezos. La idea del adquirente es tener libre acceso al archivo fílmico sin pagar demasiado, como exige la matriz japonesa del grupo. Sea como fuere, todas estas intrigas se desarrollan en relativo secreto y, a criterio de los analistas, cualquier trato demandará aún varias semanas de tira y afloja.

Todavía sin datos oficiales, la iniciativa recalienta la ya larga puja por MGM, estudio famoso por “El mago de Oz”, James Bond, la Pantera Rosa e innumerables éxitos más. Pero la aparición de TW complica las cosas pues, al momento de su propia oferta, Sony había convenido con MGM un “lapso de negociaciones exclusivo”.

Más tarde, Sony no logró cerrar el trato en ese período, aunque insiste en mantener la propuesta. Lo que ocurrió es que la empresa tenía disidencias con el resto del consorcio “ad hoc”y su propia matriz. Hoy, el campo vuelve a quedar expedito para otros concurrentes.

La oferta TW valúa el paquete MGM en alrededor de US$ 4.700 millones, algo menos que Sony, y está dispuesta a pagar casi US$ 13 por acción en efectivo a los tenedores comunes. Por otro lado, le abonaría alrededor de 11,50 a Kirk Kerkorian, el inversor multimillonario que domina el paquete.

Acá surge un factor casi psicológico. Kerkorian, se dice en el ambiente, busca la oportunidad de ingresar a Time Warner como accionista relevante. No obstante, también quiere que el nuevo comprador eventual pague algo más por su participación en MGM.

Un tercer interesado potencial es la división NBC (National Broadcasting Corporation) del grupo General Electric. Si bien aún no ha presentado propuestas, hace pocas semanas firmó con MGM un pacto de no divulgación, lo cual le da acceso a documentos y archivos confidenciales de la empresa eventualmente a adquirir.

Hace tres días, durante la asamblea anual de accionistas MGM –pospuesta ya porque la compañía había firmado aquel convenio con Sony-, Alexander Yemenidjian (CEO del estudio y, como Kerkorian, de origen armenio) confesó: “por lo visto, tenemos más opciones estratégicas de las que suponíamos”. Ahí ardió Troya.

El sostenido interés de tantos compradores potenciales se debe a la impresionante biblioteca fílmica de la empresa, que posee más de 4.000 películas. En los últimos años, Yemenidjian transformó en pingüe negocio algo que, hasta 1999, daba pérdidas. Le bastó pasar filmes a formatos TV, video y DVD para explotar una demanda insaciable.

En lo tocante a TW, su proyecto de fondo incluye añadir, a cables ya adquiridos, la eventual absorción de Adelphia Communications. Pero también sigue siendo objeto de investigaciones, por parte de la Comisión Federal de Valores. La reguladora quiere averiguar cuánto aporta America Online –ese gran fracaso- a los ingresos del grupo. En cuanto a General Electric (NBC), recién acaba de concluir un acuerdo con Vivendi Universal por lo que era Vivendi Entertainment en EE.UU.

Sony, que ya controla los estudios Columbia y TriStar, ha dedicado los últimos dos meses a redondear un convenio con sus financistas: Texas Pacific Group, Providence Equity Partners y Crédit Suisse First Boston. En ese lapso, TW ha acelerado su plan de compras, pese a la SEC.

El posible acuerdo Sony-MGM está siendo armado en forma compleja y con tropiezos. La idea del adquirente es tener libre acceso al archivo fílmico sin pagar demasiado, como exige la matriz japonesa del grupo. Sea como fuere, todas estas intrigas se desarrollan en relativo secreto y, a criterio de los analistas, cualquier trato demandará aún varias semanas de tira y afloja.

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