Si no cambiamos, desaparece el fútbol

Alfredo Romano es el director ejecutivo del prestigioso instituto oftalmológico del doctor Roberto Zaldívar y encabeza el fideicomiso (Mendoza Azul) que quiere hacerse cargo del fútbol de Independiente Rivadavia.Lo entrevista Renato Di Fabio.

5 febrero, 2002

Del proyecto, además del propio Zaldívar, fanático del club, participan otros profesionales reconocidos en Mendoza. Romando descarta el personalismo en las organizaciones y apuesta al trabajo en equipo.

¿El fútbol local puede desaparecer?

–Ya lo dijo Julio Grondona (presidente de la AFA) durante la presentación de nuestro Mendoza Azul Fideicomiso: aunque no nos guste, el fútbol en la Argentina va tener que sufrir una transformación. Se tiene que producir un cambio similar al que experimentaron la economía y, también, las empresas nacionales en la década de los ´90. A través de la reformulación de estrategias, cambios en el management e incorporación de tecnología, entre otros aspectos, porque hay que adaptarse a los nuevos escenarios. Las empresas que no hicieron esos cambios ahora tienden a desaparecer, y en el fútbol va a pasar exactamente lo mismo: quedarán los clubes que estén organizados y que puedan llevar a cabo un proyecto serio. Hoy no es viable la estructura tradicional de los clubes de fútbol. Si no cambiamos, desaparece el fútbol profesional y volvemos al amateurismo.

–¿Cómo surge la idea de entrar al negocio del fútbol, ya que quienes participan de Mendoza Azul Fideicomiso son abogados, odontólogos, oftalmólogos o contadores?

–No sé de qué color es la sangre, pero que nosotros llevamos el azul (por el color de la camiseta de Independiente Rivadavia) en las venas está fuera de discusión. En realidad somos un grupo de amigos profesionales e hinchas que nos conocemos desde que teníamos seis años, cuando íbamos al Colegio de los Hermanos Maristas de Mendoza. Después, con Roberto Zaldívar, seguimos toda la vida juntos… Los fiduciarios y sustitutos somos Juan Carlos Malgor mi maestro profesional, a quien conocí después, Edgardo Azpilcueta, Ricardo Lemos Granata, Zaldívar y yo. Desde siempre estuvimos relacionados con el club: es más, Roger, el papá de Zaldívar, y Tomás Azpilcueta, papá de Edgardo, en alguna época estuvieron vinculados al club… Edgardo y Ricardo empezaron con el tema del fideicomiso y después nos invitaron a Zaldívar y a mí. Le pedimos a Robert que nos ayudara con sus contactos, su experiencia en logística, con su gente. Así fue que en la presentación del Fideicomiso logramos reunir a Julio Grondona, Mauricio Macri, Timoteo Griguol, Miguel Angel Brindisi y César Luis Menotti en una teleconferencia. A estas personalidades sólo las puede juntar el doctor Zaldívar.

–¿El Fideicomiso no tiene ninguna relación con el Instituto Zaldívar?

–No, nada que ver. Acá nos une la pasión por el club. Si bien yo trabajo para Robert, la idea del Fideicomiso es algo solamente relacionado con la pasión: con Robert jugamos en el club y salimos campeones de la séptima categoría en 1970… De siete jugaba Zaldívar y de ocho, yo. Después volví a jugar, y en 1976 me mezclé en ese equipo famoso de Mario Imbelloni en donde estaban, entre otras figuras, Tomás Carlovich y Héctor Cúper (que fue campeón con Ferrocarril Oeste y ahora es técnico del Inter de Milán).

–El simpatizante de Independiente, además de los mendocinos, puede percibir que Roberto Zaldívar puede llegar a ser el mecenas que va a salvar al club…

–Es un error. Las organizaciones deben ser manejadas por equipos de trabajo, aquí no existe un mecenas; en el fútbol no puede existir un mecenas. Hay que terminar con esa forma de pensar, muy habitual en política, que una persona puede hacer todo. Es importante recordar que líder en inglés significa guía pero no es suficiente. Esto es un equipo de gente interesada por impulsar un proyecto serio y coherente. Por eso, propiciamos la incorporación de amigos con ganas de hacer cosas por y para Independiente.

–¿Cree que es un buen negocio el fútbol local?

–Es difícil contestar porque antes no se hablaba de deportes y negocios…

–Pero desde hace tiempo es una realidad…

–Por supuesto, el fútbol es un deporte y es negocio.

–Por eso…
–No hay dudas: Mendoza es una plaza atractiva e Independiente es un club que convoca. Creo que es el de mayor cantidad de simpatizantes en la provincia y hace más de 20 años que Mendoza no tiene un equipo jugando un torneo nacional.

–¿No cree que es un prejuicio eso de no mezclar fútbol y negocios?

–Hoy el fútbol local no es nada, ni fútbol ni negocio. Si se administra bien una entidad tienen que aparecer los dos aspectos. Hasta ahora no son una cosa ni la otra porque (los clubes) como asociaciones civiles sin fines de lucro no cumplen con su rol de contención; no hay recursos ni proyectos ni organización.

–Este Fideicomiso funciona como un fondo de inversión, es decir que cualquier simpatizante o inversor puede comprar acciones para apoyar al club y, a su vez, esperar beneficios económicos…

–Exacto, nosotros los denominamos promotores-inversores a quienes adquieran acciones, las cuales son de distinto tipo y valor. Quienes inviertan tendrán una serie de beneficios como entradas para todos los partidos, de primera y segunda fase.

–¿Quién se hace cargo de la deuda del club?
–El club recibe una parte de los beneficios del Fideicomiso y además tiene otros bienes para hacer frente a las deudas. El Fideicomiso no recibe ningún bien mueble o inmueble, sólo administra el club.

–¿El ascenso a Primera A está entre los objetivos planteados por los responsables del Fideicomiso?

–Hoy no podemos decir eso porque aventuraríamos un pronóstico. Lo que buscamos es la grandeza del club y mejores resultados deportivos; por supuesto que uno de esos resultados puede ser llegar a la Primera A. Pero no podemos prometer eso. Por ahora queremos llegar mucho más lejos, a través de un proceso y un proyecto planificado. El ascenso será el producto o el resultado de un trabajo serio y responsable.

–¿Es difícil romper con la tradición y entrar al club con un nuevo proyecto para administrarlo?
–La dirigencia fue la que aprobó este proyecto por unanimidad. Además nos conocen y confían en nuestro trabajo.

–¿Cuáles son los beneficios económicos que recibe el club si el Fideicomiso es exitoso?

–Percibe una suma fija y capitaliza todo lo que se hizo para el club, como obras y otros negocios, además de mejoras edilicias y recursos humanos.

–¿A cuánto asciende esa suma?

–Preferimos no decirlo. La realidad de hoy es que actualmente los ingresos por recaudación no alcanzan para pagar los sueldos y gastos.

–¿Quiénes pueden formar parte o invertir en este Fideicomiso?

–El simpatizante de Independiente o todo aquel que crea que el Fideicomiso puede ser una buena inversión, porque confía en nuestra gestión, puede comprar vacantes o acciones de este proyecto.

–¿Cuánto dinero necesitan juntar para poner en marcha el proyecto?

–Alrededor de US$ 500.000 por año.

–¿Creen que van a juntar esa suma?

–Independiente es un club grande, con muchos hinchas y mucha convocatoria; los jugadores quieren estar en una institución importante y creemos que los inversores van a querer participar.

–Una parte importante, pensando en los próximos años, es el desarrollo de las divisiones inferiores…

–Es la base de este proyecto. Si logramos poner en marcha el club, un aspecto importante será el Centro de Capacitación Deportiva, que tendrá médicos, nutricionistas y, si es necesario, psicólogos.

–¿César Luis Menotti podría integrarse a este proyecto?

–Es conocido y amigo nuestro. Llegado el momento, nos gustaría que por su capacidad y experiencia genere este Centro de Capacitación Deportiva. Nos guste o no nos guste, fue uno de los transformadores del fútbol argentino en la década de los ´70.

–Se va a echar en contra a los bilardistas…
–No creo. Carlos Bilardo es también una excelente persona y técnico. Se trata de diferentes estilos… creo que en la Argentina tenemos que terminar con este tipo de antinomias.

Renato Di Fabio
MERCADO Cuyo

Del proyecto, además del propio Zaldívar, fanático del club, participan otros profesionales reconocidos en Mendoza. Romando descarta el personalismo en las organizaciones y apuesta al trabajo en equipo.

¿El fútbol local puede desaparecer?

–Ya lo dijo Julio Grondona (presidente de la AFA) durante la presentación de nuestro Mendoza Azul Fideicomiso: aunque no nos guste, el fútbol en la Argentina va tener que sufrir una transformación. Se tiene que producir un cambio similar al que experimentaron la economía y, también, las empresas nacionales en la década de los ´90. A través de la reformulación de estrategias, cambios en el management e incorporación de tecnología, entre otros aspectos, porque hay que adaptarse a los nuevos escenarios. Las empresas que no hicieron esos cambios ahora tienden a desaparecer, y en el fútbol va a pasar exactamente lo mismo: quedarán los clubes que estén organizados y que puedan llevar a cabo un proyecto serio. Hoy no es viable la estructura tradicional de los clubes de fútbol. Si no cambiamos, desaparece el fútbol profesional y volvemos al amateurismo.

–¿Cómo surge la idea de entrar al negocio del fútbol, ya que quienes participan de Mendoza Azul Fideicomiso son abogados, odontólogos, oftalmólogos o contadores?

–No sé de qué color es la sangre, pero que nosotros llevamos el azul (por el color de la camiseta de Independiente Rivadavia) en las venas está fuera de discusión. En realidad somos un grupo de amigos profesionales e hinchas que nos conocemos desde que teníamos seis años, cuando íbamos al Colegio de los Hermanos Maristas de Mendoza. Después, con Roberto Zaldívar, seguimos toda la vida juntos… Los fiduciarios y sustitutos somos Juan Carlos Malgor mi maestro profesional, a quien conocí después, Edgardo Azpilcueta, Ricardo Lemos Granata, Zaldívar y yo. Desde siempre estuvimos relacionados con el club: es más, Roger, el papá de Zaldívar, y Tomás Azpilcueta, papá de Edgardo, en alguna época estuvieron vinculados al club… Edgardo y Ricardo empezaron con el tema del fideicomiso y después nos invitaron a Zaldívar y a mí. Le pedimos a Robert que nos ayudara con sus contactos, su experiencia en logística, con su gente. Así fue que en la presentación del Fideicomiso logramos reunir a Julio Grondona, Mauricio Macri, Timoteo Griguol, Miguel Angel Brindisi y César Luis Menotti en una teleconferencia. A estas personalidades sólo las puede juntar el doctor Zaldívar.

–¿El Fideicomiso no tiene ninguna relación con el Instituto Zaldívar?

–No, nada que ver. Acá nos une la pasión por el club. Si bien yo trabajo para Robert, la idea del Fideicomiso es algo solamente relacionado con la pasión: con Robert jugamos en el club y salimos campeones de la séptima categoría en 1970… De siete jugaba Zaldívar y de ocho, yo. Después volví a jugar, y en 1976 me mezclé en ese equipo famoso de Mario Imbelloni en donde estaban, entre otras figuras, Tomás Carlovich y Héctor Cúper (que fue campeón con Ferrocarril Oeste y ahora es técnico del Inter de Milán).

–El simpatizante de Independiente, además de los mendocinos, puede percibir que Roberto Zaldívar puede llegar a ser el mecenas que va a salvar al club…

–Es un error. Las organizaciones deben ser manejadas por equipos de trabajo, aquí no existe un mecenas; en el fútbol no puede existir un mecenas. Hay que terminar con esa forma de pensar, muy habitual en política, que una persona puede hacer todo. Es importante recordar que líder en inglés significa guía pero no es suficiente. Esto es un equipo de gente interesada por impulsar un proyecto serio y coherente. Por eso, propiciamos la incorporación de amigos con ganas de hacer cosas por y para Independiente.

–¿Cree que es un buen negocio el fútbol local?

–Es difícil contestar porque antes no se hablaba de deportes y negocios…

–Pero desde hace tiempo es una realidad…

–Por supuesto, el fútbol es un deporte y es negocio.

–Por eso…
–No hay dudas: Mendoza es una plaza atractiva e Independiente es un club que convoca. Creo que es el de mayor cantidad de simpatizantes en la provincia y hace más de 20 años que Mendoza no tiene un equipo jugando un torneo nacional.

–¿No cree que es un prejuicio eso de no mezclar fútbol y negocios?

–Hoy el fútbol local no es nada, ni fútbol ni negocio. Si se administra bien una entidad tienen que aparecer los dos aspectos. Hasta ahora no son una cosa ni la otra porque (los clubes) como asociaciones civiles sin fines de lucro no cumplen con su rol de contención; no hay recursos ni proyectos ni organización.

–Este Fideicomiso funciona como un fondo de inversión, es decir que cualquier simpatizante o inversor puede comprar acciones para apoyar al club y, a su vez, esperar beneficios económicos…

–Exacto, nosotros los denominamos promotores-inversores a quienes adquieran acciones, las cuales son de distinto tipo y valor. Quienes inviertan tendrán una serie de beneficios como entradas para todos los partidos, de primera y segunda fase.

–¿Quién se hace cargo de la deuda del club?
–El club recibe una parte de los beneficios del Fideicomiso y además tiene otros bienes para hacer frente a las deudas. El Fideicomiso no recibe ningún bien mueble o inmueble, sólo administra el club.

–¿El ascenso a Primera A está entre los objetivos planteados por los responsables del Fideicomiso?

–Hoy no podemos decir eso porque aventuraríamos un pronóstico. Lo que buscamos es la grandeza del club y mejores resultados deportivos; por supuesto que uno de esos resultados puede ser llegar a la Primera A. Pero no podemos prometer eso. Por ahora queremos llegar mucho más lejos, a través de un proceso y un proyecto planificado. El ascenso será el producto o el resultado de un trabajo serio y responsable.

–¿Es difícil romper con la tradición y entrar al club con un nuevo proyecto para administrarlo?
–La dirigencia fue la que aprobó este proyecto por unanimidad. Además nos conocen y confían en nuestro trabajo.

–¿Cuáles son los beneficios económicos que recibe el club si el Fideicomiso es exitoso?

–Percibe una suma fija y capitaliza todo lo que se hizo para el club, como obras y otros negocios, además de mejoras edilicias y recursos humanos.

–¿A cuánto asciende esa suma?

–Preferimos no decirlo. La realidad de hoy es que actualmente los ingresos por recaudación no alcanzan para pagar los sueldos y gastos.

–¿Quiénes pueden formar parte o invertir en este Fideicomiso?

–El simpatizante de Independiente o todo aquel que crea que el Fideicomiso puede ser una buena inversión, porque confía en nuestra gestión, puede comprar vacantes o acciones de este proyecto.

–¿Cuánto dinero necesitan juntar para poner en marcha el proyecto?

–Alrededor de US$ 500.000 por año.

–¿Creen que van a juntar esa suma?

–Independiente es un club grande, con muchos hinchas y mucha convocatoria; los jugadores quieren estar en una institución importante y creemos que los inversores van a querer participar.

–Una parte importante, pensando en los próximos años, es el desarrollo de las divisiones inferiores…

–Es la base de este proyecto. Si logramos poner en marcha el club, un aspecto importante será el Centro de Capacitación Deportiva, que tendrá médicos, nutricionistas y, si es necesario, psicólogos.

–¿César Luis Menotti podría integrarse a este proyecto?

–Es conocido y amigo nuestro. Llegado el momento, nos gustaría que por su capacidad y experiencia genere este Centro de Capacitación Deportiva. Nos guste o no nos guste, fue uno de los transformadores del fútbol argentino en la década de los ´70.

–Se va a echar en contra a los bilardistas…
–No creo. Carlos Bilardo es también una excelente persona y técnico. Se trata de diferentes estilos… creo que en la Argentina tenemos que terminar con este tipo de antinomias.

Renato Di Fabio
MERCADO Cuyo

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