Se vendieron las marcas cerveceras Bieckert, Palermo e Imperial

Un grupo financiero que incluye a Eduardo Eurnekián adquirió marcas otrora pertenecientes a Quilmes. Debió venderlas el grupo belgobrasileño AmBev, a su vez parte de un conglomerado global.

13 octubre, 2006

Tras casi cuatro años de trajines, Bieckert –la marca subsistente más vieja del país-, Palermo y e Imperial (lanzada a fines de los 50, nunca remontó vuelo) se vendieron por unos $80 millones a Ernesto Gutiérrez, cabeza de un grupo entre cuyos accionistas está Eurnekián. El objetivo real es, claro, la moderna cervecería de Luján.

AmBev fue forzada a desprenderse de esos activos –se ignora si Africana, la negra de Bieckert, está incluida- al aprobarse la absorción de Quilmes por parte de Brahma. En lo formal, el adquirente es Inversora Cervecera, parte del grupo ARG, holding que, sostiene Gutiérrez, nada tiene que ver con Aeropuertos Argentina 2000.

Esas tres marcas tienen hoy apenas 6% del mercado y facturan junta apenas US$ 25 millones anuales. Existe una opción para tomar la salteña Norte (fuerte en su zona), pero al parecer no será ejercida. Sin duda, la clave está en Luján, donde Brahma había montado a mediados de los 90 una planta con capacidad hasta 3.000.000 de hectolitros, de los cuales se emplea sólo un tercio.

Sin experiencia en la industria, los compradores deberán reclutar equipos técnicos. Por ejemplo, si su idea es tercerizar cerveza para supermercados o el exterior, o sea no tener marcas propias. Si así ocurre, será un melancólico final para Bieckert. Fundada en 1860, la cervecería llegó a ser la más popular hasta hace unos cincuenta años. Con esa marca, Llavallol, Africana y otras, abastecía a una cadena de “múnich” franquiciados. Curiosamente, los dos más famosos eran de Palermo: junto a la Rural y donde hoy está el pase de compras homónimo.

Tras casi cuatro años de trajines, Bieckert –la marca subsistente más vieja del país-, Palermo y e Imperial (lanzada a fines de los 50, nunca remontó vuelo) se vendieron por unos $80 millones a Ernesto Gutiérrez, cabeza de un grupo entre cuyos accionistas está Eurnekián. El objetivo real es, claro, la moderna cervecería de Luján.

AmBev fue forzada a desprenderse de esos activos –se ignora si Africana, la negra de Bieckert, está incluida- al aprobarse la absorción de Quilmes por parte de Brahma. En lo formal, el adquirente es Inversora Cervecera, parte del grupo ARG, holding que, sostiene Gutiérrez, nada tiene que ver con Aeropuertos Argentina 2000.

Esas tres marcas tienen hoy apenas 6% del mercado y facturan junta apenas US$ 25 millones anuales. Existe una opción para tomar la salteña Norte (fuerte en su zona), pero al parecer no será ejercida. Sin duda, la clave está en Luján, donde Brahma había montado a mediados de los 90 una planta con capacidad hasta 3.000.000 de hectolitros, de los cuales se emplea sólo un tercio.

Sin experiencia en la industria, los compradores deberán reclutar equipos técnicos. Por ejemplo, si su idea es tercerizar cerveza para supermercados o el exterior, o sea no tener marcas propias. Si así ocurre, será un melancólico final para Bieckert. Fundada en 1860, la cervecería llegó a ser la más popular hasta hace unos cincuenta años. Con esa marca, Llavallol, Africana y otras, abastecía a una cadena de “múnich” franquiciados. Curiosamente, los dos más famosos eran de Palermo: junto a la Rural y donde hoy está el pase de compras homónimo.

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