Se agrava el conflicto en Aerolíneas
Bullrich pedirá a la Justicia que retire a Apta la capacidad de representar a los técnicos. Junto con AAA, son los únicos que no se adhirieron al Plan Director. La Sepi "no aportará un sólo peso más sin la firma de todos los sindicatos", dijo Ferreras.
(EFE).- La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, afirmó ayer (martes 29) en Madrid que solicitará a la Justicia que retire a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (Apta) la capacidad de representar a los técnicos de mantenimiento de Aerolíneas Argentinas.
El anuncio de la ministra fue hecho después de reunirse con el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) –que posee la mayor parte de la aerolínea–, Pedro Ferreras, y con el secretario general de Apta, Ricardo Cirielli.
Bullrich dijo que su cartera acudirá a los tribunales porque el sindicato pone en riesgo los puestos de 7.000 empleados de la compañía aérea, mientras que Ferreras aseguró que la Sepi “no va a aportar un sólo peso más sin la firma de todos los sindicatos”.
La reunión entre las partes no fructificó, cuando la Sepi esperaba que el sindicato de técnicos aceptase su vinculación al plan de saneamiento (Plan Director) de la compañía aérea.
La ministra Bullrich afirmó que la Sepi aportará la financiación que precisa Aerolíneas Argentinas si todos los sindicatos de la compañía se adhieren al Plan Director.
Apta, que representa a los técnicos de mantenimiento, y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que agrupa a las azafatas, son los únicos sindicatos que aún no han firmado el plan diseñado por la Sepi.
Según Bullrich, la Sepi prevé para la aerolínea una posible ampliación de capital de unos US$ 350 millones, una financiación que serviría para que Aerolíneas Argentinas pueda equilibrar sus cuentas este año.
Bullrich aseguró que, sin este aporte, la compañía estará abocada al “cierre por inanición o a la presentación de quiebra”, ya que el Gobierno argentino “no está en situación de hacerse cargo de la empresa”.
Cirireli contestó que la Sepi “no ha garantizado que la empresa no vaya a quebrar en los próximos meses” y acusó a la sociedad estatal española de falta de flexibilidad al tratar de imponer el proyecto de saneamiento.
Añadió que lo que hace falta no es flexibilidad laboral, sino un plan de inversiones reales.
Ricardo Cirielli dijo a la prensa que su sindicato “no puede correr contra reloj” y propuso luego a Ferreras y a Bullrich continuar las reuniones sobre el futuro de la compañía en Buenos Aires.
La Sepi controla 91,2% del capital de Aerolíneas Argentinas, 5,4% está en manos del Estado argentino y 2,6%, en poder de los trabajadores.
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Ayer, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas ocuparon instalaciones en aeropuertos y oficinas de la empresa, en demanda del pago de sus salarios y como muestra de inquietud ante la falta de un acuerdo por el futuro de la compañía.
Hicieron una “sentada” en la pista de aterrizaje del aeropuerto Jorge Newbery, lo cual causó trastornos en el programa de vuelos y algunos disturbios con agentes de la Policía Aeronáutica enviados para desalojar el lugar.
Mientras, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, otro grupo de manifestantes se dirigió a la zona de los hangares para llevar sus protestas.
También las oficinas centrales de Aerolíneas Argentinas en Buenos Aires fueron ocupadas por personal de la empresa hasta que el lugar quedó despejado por una orden de desalojo emitida por la justicia.
(EFE).- La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, afirmó ayer (martes 29) en Madrid que solicitará a la Justicia que retire a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (Apta) la capacidad de representar a los técnicos de mantenimiento de Aerolíneas Argentinas.
El anuncio de la ministra fue hecho después de reunirse con el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) –que posee la mayor parte de la aerolínea–, Pedro Ferreras, y con el secretario general de Apta, Ricardo Cirielli.
Bullrich dijo que su cartera acudirá a los tribunales porque el sindicato pone en riesgo los puestos de 7.000 empleados de la compañía aérea, mientras que Ferreras aseguró que la Sepi “no va a aportar un sólo peso más sin la firma de todos los sindicatos”.
La reunión entre las partes no fructificó, cuando la Sepi esperaba que el sindicato de técnicos aceptase su vinculación al plan de saneamiento (Plan Director) de la compañía aérea.
La ministra Bullrich afirmó que la Sepi aportará la financiación que precisa Aerolíneas Argentinas si todos los sindicatos de la compañía se adhieren al Plan Director.
Apta, que representa a los técnicos de mantenimiento, y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que agrupa a las azafatas, son los únicos sindicatos que aún no han firmado el plan diseñado por la Sepi.
Según Bullrich, la Sepi prevé para la aerolínea una posible ampliación de capital de unos US$ 350 millones, una financiación que serviría para que Aerolíneas Argentinas pueda equilibrar sus cuentas este año.
Bullrich aseguró que, sin este aporte, la compañía estará abocada al “cierre por inanición o a la presentación de quiebra”, ya que el Gobierno argentino “no está en situación de hacerse cargo de la empresa”.
Cirireli contestó que la Sepi “no ha garantizado que la empresa no vaya a quebrar en los próximos meses” y acusó a la sociedad estatal española de falta de flexibilidad al tratar de imponer el proyecto de saneamiento.
Añadió que lo que hace falta no es flexibilidad laboral, sino un plan de inversiones reales.
Ricardo Cirielli dijo a la prensa que su sindicato “no puede correr contra reloj” y propuso luego a Ferreras y a Bullrich continuar las reuniones sobre el futuro de la compañía en Buenos Aires.
La Sepi controla 91,2% del capital de Aerolíneas Argentinas, 5,4% está en manos del Estado argentino y 2,6%, en poder de los trabajadores.
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Ayer, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas ocuparon instalaciones en aeropuertos y oficinas de la empresa, en demanda del pago de sus salarios y como muestra de inquietud ante la falta de un acuerdo por el futuro de la compañía.
Hicieron una “sentada” en la pista de aterrizaje del aeropuerto Jorge Newbery, lo cual causó trastornos en el programa de vuelos y algunos disturbios con agentes de la Policía Aeronáutica enviados para desalojar el lugar.
Mientras, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, otro grupo de manifestantes se dirigió a la zona de los hangares para llevar sus protestas.
También las oficinas centrales de Aerolíneas Argentinas en Buenos Aires fueron ocupadas por personal de la empresa hasta que el lugar quedó despejado por una orden de desalojo emitida por la justicia.
