S´cream! Delivery: la sangre tira

Luego de que nadie se hiciera cargo del legado heladero de Freddo, su nieto decidió retomar una tradición familiar y conventirla en un negocio rentable sin locales y por WhatsApp. Por Matias Castro

10 agosto, 2015

Santiago Dapolito se presenta como “socio y fundador” de S´cream! Delivery pero también como “nieto de Salvador Guarracino “, el fundador de la mítica Freddo. “Junto con un par de amigos decidimos arrancar éste emprendimiento” cuenta Santiago, lo que significa mucho para ellos porque “es continuar con la tradición de la familia, ya que ninguno de la generación posterior a la mía; o la mía, continuó con el negocio”.

 

“No me sentía cómodo con mi carrera” cuenta el ingeniero industrial. “No quería trabajar en una multinaciona ni mucho menos” porque además “siempre sonó en mi cabeza que yo tenía que hacer un emprendimiento y me dí cuenta que todo el valor que había generado mi abuelo respecto a los helados, como la tradición, los contactos, el know-how, se estaba yendo a la basura” explica Santiago. “Ya que ninguno lo estaba aprovechando me pareció una idea genial” porque “tenía en cuenta que ya tenía la experiencia familiar y los contactos”. Cuenta Santiago, que también desliza que en Argentina de otra manera es muy díficil arrancar un emprendimiento.

 

Tradición

 

“Nosotros tenemos un familia bastante apegada” cuenta Santiago. “Somos descendientes de italianos y nos juntamos a comer los domingos y me gustaba la idea de volver a generar cosas como hablar del helado y de ideas del emprendimiento en la mesa” explica el fundador de S´cream.

 

De la tradición gastrónomica de su familia, Dapolito rescata que “algo pudo aprender” y que “en Argentina tener costos fijos altos es complicado, sobre todo si se trata de personal. Por el tema de los juicios laborales, el ausentismo y el compromiso de la gente con la empresa”.

 

Modelo de negocios

 

Así que los emprendedores decidieron que era una buena idea “achicar esos costos fijos, como evitar los locales a la calle así prescindimos del personal y del alquiler. Como así del diseño del local” y ofrecerlo por delivery para “ofrecer un precio más bajo a la gente, porque personalmente creo que el mercado del helado está sobrevaluado”. Cada uno de los socios invirtió US$ 5.000 en el emprendimiento. Esa fue la pauta porque “si se invertían más de eso, no lo llevabamos a cabo. Queríamos que sea lo más casero posible”.

 

S´cream es una empresa jovén que opera desde fines de abril de éste año. Pero Dapolito está conforme con el rendimiento. “Nuestra idea era vender 10kg por semana pero arrancamos vendiendo 50kg por día, la realidad es que estabamos muy soprendidos. Ni siquiera queríamos tener motos de delivery por cuestiones legales y a los cuatro días ya estabamos llamando a las agencias para buscar gente” comenta. A su vez, cree que su éxito se debe a que “tenemos un buen precio pero también reinciden porque tenemos buena calidad. Ofrecemos la misma calidad que mi abuelo pero al 50% del precio de otras heladerías”.

 

La clave: al no tener locales los helados se piden por teléfono únicamente. Incluso habilitaron la opción de pedir por WhatsApp. 

Los infaltables: los gustos más pedidos son chocotorta, cookies and cream, chocolate (con almendras, por ejemplo) y banana split. 

 

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