Santillana asume riesgos

A pesar de ser riesgosa por las constantes crisis económicas, América latina es el terreno natural del brazo editorial del grupo español Prisa, y harán una apuesta a largo plazo según explicó un directivo en Brasil.

22 mayo, 2001

(EFE).- América Latina es un mercado arriesgado, pero es también el terreno natural y la principal apuesta de la editorial española Santillana, dijo su directora general, Isabel de Polanco, a su paso por Río de Janeiro.

“Es un mercado emergente y de riesgo. Sin embargo, como nuestra voluntad es a largo plazo, las crisis económicas nos afectan, pero no nos sacan del mercado”, dijo De Polanco en una entrevista durante su visita a la Feria Internacional del Libro de Río de Janeiro.

La bienal, el principal acontecimiento literario en un país con 170 millones de potenciales lectores, está dedicada este año a España.

Santillana, brazo editorial del grupo español Prisa, opera hace casi cuatro décadas en América Latina y está presente en casi todos los países al sur del Río Bravo.

“Si uno trabaja a corto plazo y persigue una rentabilidad inmediata, el riesgo es mucho mayor”, dijo la ejecutiva de 44 años. “En nuestro caso vale la pena, ya que desde sus orígenes Santillana ha tenido vocación latinoamericana”.

Prisa, dueño entre otros del diario El País, las radios Ser y Antena 3, y del portal Inicia en Internet, “está con los oídos muy atentos” a futuras oportunidades en la región, dijo De Polanco.

“Para jugar en el mundo del futuro debemos fortalecernos mediante la diversificación de nuestras actividades en América latina, no sólo mediante editoriales, sino también de medios de comunicación”, dijo.

¿Cuándo, cómo, dónde? Todavía no está claro. “Es una voluntad, lo haremos con nuestro propio talante y nuestra propia manera de hacer las cosas”, comentó, señalando México, la Argentina y Brasil como los países más atractivos.

Prisa tuvo utilidades netas por 32 millones de euros (unos US$ 28 millones) en el primer trimestre del año 2001.

Por lo pronto, después de años buscando cómo entrar en Brasil, Santillana acaba de saldar “una asignatura pendiente” y puso un pie en la mayor economía de América latina con la compra de la Editora Moderna por US$ 73,4 millones.

En el primer trimestre de 2001, Moderna disparó 45% las ventas de Santillana. Eso, dijo De Polanco, muestra el potencial del mercado editorial brasileño, valorado en unos US$ 930 millones.

La compra de Moderna, especializada en libros educativos, servirá además como plataforma para competir en el futuro por la enseñanza del español en las escuelas públicas de Brasil.

El Congreso brasileño discute la posibilidad de hacer del español una lengua obligatoria en las aulas. En Brasil, el Gobierno compra 40% de los libros editados.

“Lo vemos como una gran oportunidad, aunque creo que no va a ser tan a corto plazo como nos gustaría”, reflexiona De Polanco. “Convertir el español en una segunda lengua requiere financiación y será una inversión fuerte. Aún no sabemos cómo se va a cuantificar”.

Moderna permitirá además que Santillana equilibre sus ciclos de negocios en los hemisferios norte y sur.

“Aplanará un poco la estacionalidad, porque, en el norte, España y México son países que facturan mucho, pero en el sur, la Argentina sola no alcanzaba la misma facturación”, dijo.

Internet, un negocio al que Prisa ha tenido una aproximación “prudente”, cambiará la forma de acceder a la educación, un terreno donde Santillana corre con ventaja, comentó la directora general de la editorial.

El reciente tambaleo de la economía digital demuestra, según De Polanco, que los cambios son más lentos de lo que uno piensa.

“Internet exige un cambio radical en los hábitos de las personas y es muy difícil que eso ocurra de la noche a la mañana. Creo mucho en Internet aunque, para que se incorpore a los hábitos de la gente, tiene que entrar por la educación”, dijo.

“Hasta ahora se confundió el modelo mental con el modelo real y era tan bonito que se sobredimensionó”, añadió.

(EFE).- América Latina es un mercado arriesgado, pero es también el terreno natural y la principal apuesta de la editorial española Santillana, dijo su directora general, Isabel de Polanco, a su paso por Río de Janeiro.

“Es un mercado emergente y de riesgo. Sin embargo, como nuestra voluntad es a largo plazo, las crisis económicas nos afectan, pero no nos sacan del mercado”, dijo De Polanco en una entrevista durante su visita a la Feria Internacional del Libro de Río de Janeiro.

La bienal, el principal acontecimiento literario en un país con 170 millones de potenciales lectores, está dedicada este año a España.

Santillana, brazo editorial del grupo español Prisa, opera hace casi cuatro décadas en América Latina y está presente en casi todos los países al sur del Río Bravo.

“Si uno trabaja a corto plazo y persigue una rentabilidad inmediata, el riesgo es mucho mayor”, dijo la ejecutiva de 44 años. “En nuestro caso vale la pena, ya que desde sus orígenes Santillana ha tenido vocación latinoamericana”.

Prisa, dueño entre otros del diario El País, las radios Ser y Antena 3, y del portal Inicia en Internet, “está con los oídos muy atentos” a futuras oportunidades en la región, dijo De Polanco.

“Para jugar en el mundo del futuro debemos fortalecernos mediante la diversificación de nuestras actividades en América latina, no sólo mediante editoriales, sino también de medios de comunicación”, dijo.

¿Cuándo, cómo, dónde? Todavía no está claro. “Es una voluntad, lo haremos con nuestro propio talante y nuestra propia manera de hacer las cosas”, comentó, señalando México, la Argentina y Brasil como los países más atractivos.

Prisa tuvo utilidades netas por 32 millones de euros (unos US$ 28 millones) en el primer trimestre del año 2001.

Por lo pronto, después de años buscando cómo entrar en Brasil, Santillana acaba de saldar “una asignatura pendiente” y puso un pie en la mayor economía de América latina con la compra de la Editora Moderna por US$ 73,4 millones.

En el primer trimestre de 2001, Moderna disparó 45% las ventas de Santillana. Eso, dijo De Polanco, muestra el potencial del mercado editorial brasileño, valorado en unos US$ 930 millones.

La compra de Moderna, especializada en libros educativos, servirá además como plataforma para competir en el futuro por la enseñanza del español en las escuelas públicas de Brasil.

El Congreso brasileño discute la posibilidad de hacer del español una lengua obligatoria en las aulas. En Brasil, el Gobierno compra 40% de los libros editados.

“Lo vemos como una gran oportunidad, aunque creo que no va a ser tan a corto plazo como nos gustaría”, reflexiona De Polanco. “Convertir el español en una segunda lengua requiere financiación y será una inversión fuerte. Aún no sabemos cómo se va a cuantificar”.

Moderna permitirá además que Santillana equilibre sus ciclos de negocios en los hemisferios norte y sur.

“Aplanará un poco la estacionalidad, porque, en el norte, España y México son países que facturan mucho, pero en el sur, la Argentina sola no alcanzaba la misma facturación”, dijo.

Internet, un negocio al que Prisa ha tenido una aproximación “prudente”, cambiará la forma de acceder a la educación, un terreno donde Santillana corre con ventaja, comentó la directora general de la editorial.

El reciente tambaleo de la economía digital demuestra, según De Polanco, que los cambios son más lentos de lo que uno piensa.

“Internet exige un cambio radical en los hábitos de las personas y es muy difícil que eso ocurra de la noche a la mañana. Creo mucho en Internet aunque, para que se incorpore a los hábitos de la gente, tiene que entrar por la educación”, dijo.

“Hasta ahora se confundió el modelo mental con el modelo real y era tan bonito que se sobredimensionó”, añadió.

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