Rigas sentenciado, Kozlowski y cómplices hallados culpables

John Rigas, fundador de Adelphia Communications, y un hijo fueron condenados a quince y veinte años de cárcel por quiebra fraudulenta. Casi al mismo tiempo, la ex cúpula de Tyco International era hallada culpable de delitos parecidos.

25 junio, 2005

“Si no fuera por su edad y mala salud, le habría impuesto una sentencia mucho más dura”, le espetó al patriarca Leonard Sand, juez federal de distrito. A su vez, los defensores le pedirán que mantenga los condenados libres en el curso de la apelación. John y Timothy Rigas fueron hallados hace casi un año culpables de fraude y conspiración para saquearle más de US$ 100 millones a la empresa, ocultar más de 2.000 millones en deudas y mentir sobre operaciones y situación patrimonial de Adelphia.

Los fiscales le habían solicitado al magistrado sentencias que hubiesen acmulado 215 años de prisión para amnos. “Hace largo tiempo, los Rigas se lanzaron por un camino de engaños, robos y estafas. Lamentablemente –señaló Sand-, nadie frenó esto hace diez años. Así se llegó a uno de los mayores fraudes en la historia empresaria norteamericana”.

John, hijo de un inmigrante griego (el apellido original era “Rigás”) creó Adelphia –fraternidad- en 1952 y la registró en bolsa en 1986. Con el tiempo, la convirtió en un titán del cable óptico, comprando redes en los años 90. La empresa se derrumbó en junio de 2002, tras revelar una deuda por US$ 2.300 millones fuera del balance. Un mes después, el padre y dos hijos (el segundo era Michael) desfilaban esposados ante las cámaras de TV.

A John y Timothy les cupieron un cargo por conspiración (colusión en el derecho napoleónico), quince por estafa con valores y dos por fraude bancario. El jurado eximió del primer cargo a Michael, pero un tribunal de alzada obligó a un segundo juicio, por diecisete cargos de fraude y estafa. El nuevo proceso se inicia en octubre.

En cuanto a Dennis Kozlowski, ex CEO de Tyco International, y su máximo lugarteniente –Mark Swartz-, el jurado los condenó por fraude, colusión y latrocinio calificado. Así concluyen tres años de un caso quue llegó a simbolizar una era de codicia, desenfreno y escándalos empresarios (lo de “corporativos” resulta irónico y remite a sistemas políticos dominados por cúpulas autoritarias).

El veredicto, que abre la etapa de sentencia, le demandó once días de sesiones a un jurado neoyorquino. compuesto por seis hombres y seis mujeres. Por ahora, es la última en una larga serie de condenas a directivos del sector privado, desde el colapso de Enron (2001). Pero George Walker Bush impone un adicto al frente de la Securities & Exchange Commission (SEC, instancia reguladora que inicia sumarios en ese tipo de casos) e impulsa reformas jurídicas que bloqueen procesos y condenas. Después de todo, Swartz, Kozlowski y los Rigas son republicanos…

Este dictamen y otros reinvindican a la fiscalía federal de Manhattan y su legendario jefe, Robert Morgenthau. Durante años, habían sido criticados por su manejo del primer juicio contra ambos jerarcas (éste era el segundo). Pero, al cabo, queda claro que el dúo había robado US$ 150 millones a la compañía. Luego ambos ganaron 430 millones vendiendo en forma encubierta acciones, mientras inflaban arficialmente el valor del paquete en el mercado (algfo demasiado frecuente en cualquier bolsa).

El miércoles, la pareja fue condenada en veintidós de veintitrés cargos por latrocinio, falsificación de registros contables, colusión y fraude con valores. El penúltimo cargo se relaciona con presiones e intimidación con uso de la fuerza a un testigo que, en el primer juicio, detectó que un “OK” estampado en un documento no era tal, sino un simple gancho.

“Si no fuera por su edad y mala salud, le habría impuesto una sentencia mucho más dura”, le espetó al patriarca Leonard Sand, juez federal de distrito. A su vez, los defensores le pedirán que mantenga los condenados libres en el curso de la apelación. John y Timothy Rigas fueron hallados hace casi un año culpables de fraude y conspiración para saquearle más de US$ 100 millones a la empresa, ocultar más de 2.000 millones en deudas y mentir sobre operaciones y situación patrimonial de Adelphia.

Los fiscales le habían solicitado al magistrado sentencias que hubiesen acmulado 215 años de prisión para amnos. “Hace largo tiempo, los Rigas se lanzaron por un camino de engaños, robos y estafas. Lamentablemente –señaló Sand-, nadie frenó esto hace diez años. Así se llegó a uno de los mayores fraudes en la historia empresaria norteamericana”.

John, hijo de un inmigrante griego (el apellido original era “Rigás”) creó Adelphia –fraternidad- en 1952 y la registró en bolsa en 1986. Con el tiempo, la convirtió en un titán del cable óptico, comprando redes en los años 90. La empresa se derrumbó en junio de 2002, tras revelar una deuda por US$ 2.300 millones fuera del balance. Un mes después, el padre y dos hijos (el segundo era Michael) desfilaban esposados ante las cámaras de TV.

A John y Timothy les cupieron un cargo por conspiración (colusión en el derecho napoleónico), quince por estafa con valores y dos por fraude bancario. El jurado eximió del primer cargo a Michael, pero un tribunal de alzada obligó a un segundo juicio, por diecisete cargos de fraude y estafa. El nuevo proceso se inicia en octubre.

En cuanto a Dennis Kozlowski, ex CEO de Tyco International, y su máximo lugarteniente –Mark Swartz-, el jurado los condenó por fraude, colusión y latrocinio calificado. Así concluyen tres años de un caso quue llegó a simbolizar una era de codicia, desenfreno y escándalos empresarios (lo de “corporativos” resulta irónico y remite a sistemas políticos dominados por cúpulas autoritarias).

El veredicto, que abre la etapa de sentencia, le demandó once días de sesiones a un jurado neoyorquino. compuesto por seis hombres y seis mujeres. Por ahora, es la última en una larga serie de condenas a directivos del sector privado, desde el colapso de Enron (2001). Pero George Walker Bush impone un adicto al frente de la Securities & Exchange Commission (SEC, instancia reguladora que inicia sumarios en ese tipo de casos) e impulsa reformas jurídicas que bloqueen procesos y condenas. Después de todo, Swartz, Kozlowski y los Rigas son republicanos…

Este dictamen y otros reinvindican a la fiscalía federal de Manhattan y su legendario jefe, Robert Morgenthau. Durante años, habían sido criticados por su manejo del primer juicio contra ambos jerarcas (éste era el segundo). Pero, al cabo, queda claro que el dúo había robado US$ 150 millones a la compañía. Luego ambos ganaron 430 millones vendiendo en forma encubierta acciones, mientras inflaban arficialmente el valor del paquete en el mercado (algfo demasiado frecuente en cualquier bolsa).

El miércoles, la pareja fue condenada en veintidós de veintitrés cargos por latrocinio, falsificación de registros contables, colusión y fraude con valores. El penúltimo cargo se relaciona con presiones e intimidación con uso de la fuerza a un testigo que, en el primer juicio, detectó que un “OK” estampado en un documento no era tal, sino un simple gancho.

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