Repsol producirá energía en San Pablo

La escasez energética que obligó a la puesta en marcha de un drástico plan de racionamiento, aceleró las discusiones entre la petrolera y Gas Natural para construir una planta térmica en el estado más rico y poblado de Brasil.

28 mayo, 2001

(EFE).- El grupo hispano-argentino Repsol YPF estudia la posibilidad de construir en el estado brasileño de Sao Paulo una planta termo-eléctrica que tendría capacidad para generar mil megavatios de electricidad, informó hoy (lunes 28), la prensa local.

La crisis energética que atraviesa Brasil, que obligó al Gobierno a poner en marcha un plan de racionamiento, aceleró las discusiones entre el grupo energético y la empresa española Gas Natural para construir una planta térmica en el sur de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil.

En declaraciones al diario Valor, el presidente de Repsol YPF en Brasil, Joao Carlos de Luca, explicó que, además de la crisis energética, el interés del proyecto aumentó ante la decisión del Gobierno brasileño de asumir el riesgo cambiario en caso de que la devaluación del real presione un alza del valor del gas natural importado desde Bolivia.

La mayoría de las 49 plantas termo-eléctricas en estudio en Brasil dependen del gas natural importado de Bolivia, pero las inversiones corrían riesgo debido a que el precio de ese combustible está fijado en dólares y la divisa estadounidense se ha apreciado más de 20% este año.

Ante la indefinición de los inversores, el Gobierno brasileño anunció la semana pasada que asumirá el riesgo cambiario de los proyectos y que mantendrá temporalmente fijo el precio del gas boliviano.

“Fue una solución de emergencia que ayuda a resolver el problema. No era lo ideal, pero ésta es una situación crítica por el racionamiento”, reconoció De Luca.

El presidente de Repsol YPF en Brasil agregó que la decisión del Gobierno brasileño también va a garantizar la finalización de la termo-eléctrica que el grupo está construyendo en el estado de Río Grande do Sul (Termogaúcha).

Según De Luca, Repsol YPF ya compró las turbinas que utilizará en dicha térmica, que recibirá una inversión de US$ 300 millones y comenzará a operar en 2003.

El Ejecutivo se abstuvo de divulgar detalles acerca de la que podría construir en Sao Paulo, pero aclaró que sería una inversión conjunta de Repsol YPF y Gas Natural.

La crisis energética brasileña convirtió los proyectos termo-eléctricos en interesantes negocios. Según “Valor”, las estadounidenses Enron y El Paso podrán obtener ganancias de US$ 1.100 millones anuales con las térmicas que inaugurarán en septiembre en el estado de Río de Janeiro.

La planta de El Paso, con una capacidad de 700 megavatios, tuvo un costo de US$ 450 millones, en tanto que la de Enron, que producirá 350 megavatios, costó US$ 250 millones.

Pese a que Brasil tiene una capacidad instalada para generar 74.000 megavatios de electricidad, la falta de lluvias que afecta a las hidroeléctricas redujo esa producción a 56.000 megavatios, pues 90% de la energía generada en el país procede de las hidroeléctricas.

La inminencia de un colapso eléctrico como consecuencia de la caída de la potencia y el aumento del consumo hizo que el Gobierno anunciara un plan de racionamiento, que estará en vigor entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.

El plan obliga a unos 130 millones de brasileños a reducir su consumo de energía 20% y castiga con sobreprecios y cortes individuales del servicio a quienes no logren tal meta.

(EFE).- El grupo hispano-argentino Repsol YPF estudia la posibilidad de construir en el estado brasileño de Sao Paulo una planta termo-eléctrica que tendría capacidad para generar mil megavatios de electricidad, informó hoy (lunes 28), la prensa local.

La crisis energética que atraviesa Brasil, que obligó al Gobierno a poner en marcha un plan de racionamiento, aceleró las discusiones entre el grupo energético y la empresa española Gas Natural para construir una planta térmica en el sur de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil.

En declaraciones al diario Valor, el presidente de Repsol YPF en Brasil, Joao Carlos de Luca, explicó que, además de la crisis energética, el interés del proyecto aumentó ante la decisión del Gobierno brasileño de asumir el riesgo cambiario en caso de que la devaluación del real presione un alza del valor del gas natural importado desde Bolivia.

La mayoría de las 49 plantas termo-eléctricas en estudio en Brasil dependen del gas natural importado de Bolivia, pero las inversiones corrían riesgo debido a que el precio de ese combustible está fijado en dólares y la divisa estadounidense se ha apreciado más de 20% este año.

Ante la indefinición de los inversores, el Gobierno brasileño anunció la semana pasada que asumirá el riesgo cambiario de los proyectos y que mantendrá temporalmente fijo el precio del gas boliviano.

“Fue una solución de emergencia que ayuda a resolver el problema. No era lo ideal, pero ésta es una situación crítica por el racionamiento”, reconoció De Luca.

El presidente de Repsol YPF en Brasil agregó que la decisión del Gobierno brasileño también va a garantizar la finalización de la termo-eléctrica que el grupo está construyendo en el estado de Río Grande do Sul (Termogaúcha).

Según De Luca, Repsol YPF ya compró las turbinas que utilizará en dicha térmica, que recibirá una inversión de US$ 300 millones y comenzará a operar en 2003.

El Ejecutivo se abstuvo de divulgar detalles acerca de la que podría construir en Sao Paulo, pero aclaró que sería una inversión conjunta de Repsol YPF y Gas Natural.

La crisis energética brasileña convirtió los proyectos termo-eléctricos en interesantes negocios. Según “Valor”, las estadounidenses Enron y El Paso podrán obtener ganancias de US$ 1.100 millones anuales con las térmicas que inaugurarán en septiembre en el estado de Río de Janeiro.

La planta de El Paso, con una capacidad de 700 megavatios, tuvo un costo de US$ 450 millones, en tanto que la de Enron, que producirá 350 megavatios, costó US$ 250 millones.

Pese a que Brasil tiene una capacidad instalada para generar 74.000 megavatios de electricidad, la falta de lluvias que afecta a las hidroeléctricas redujo esa producción a 56.000 megavatios, pues 90% de la energía generada en el país procede de las hidroeléctricas.

La inminencia de un colapso eléctrico como consecuencia de la caída de la potencia y el aumento del consumo hizo que el Gobierno anunciara un plan de racionamiento, que estará en vigor entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.

El plan obliga a unos 130 millones de brasileños a reducir su consumo de energía 20% y castiga con sobreprecios y cortes individuales del servicio a quienes no logren tal meta.

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