Reabren frigorífico santafesino

El establecimiento Totoras, que fue clausurado en 1997, volverá a las actividades bajo el nombre de Don Esteban. Invirtieron algo más de US$ 1 millón y planean alcanzar los 100 empleados.

2 mayo, 2001

Establecimiento Don Esteban es el nombre que adoptó el frigorífico Totoras para volver a la actividad. La empresa había quebrado en el año 1997, y reabrió sus puertas gracias a la participación de inversores extranjeros que desembolsaron algo más de US$ 1 millón en el proyecto, informó hoy (miércoles 02) el diario La Nación.

La remodelación de la planta ubicada a unos 60 kilómetros de la ciudad de Rosario, permitirá faenar un total de 1.000 cerdos por semana; tarea para la cual, los directivos de la firma estiman incorporar hasta 100 empleados en forma paulatina.

La intención de la empresa es ganarse un lugar en el sector de colocación de cortes frescos y congelados en el mercado interno.

Totoras fue clausurado en 1997, ya que no cumplía con los requisitos para lograr el reempadronamiento de la matrícula. Aunque sus problemas financieros habían comenzado antes.

La planta fue a remate (se vendió en US$ 500.000) y, en aquel momento, los 150 obreros la tomaron en reclamo por el cierre de la fuente de trabajo y de deudas varias.

Un vocero de la empresa dijo al matutino porteño que la idea es, a corto plazo, invertir otro millón para optimizar la planta y fabricar nuevos productos.

Establecimiento Don Esteban es el nombre que adoptó el frigorífico Totoras para volver a la actividad. La empresa había quebrado en el año 1997, y reabrió sus puertas gracias a la participación de inversores extranjeros que desembolsaron algo más de US$ 1 millón en el proyecto, informó hoy (miércoles 02) el diario La Nación.

La remodelación de la planta ubicada a unos 60 kilómetros de la ciudad de Rosario, permitirá faenar un total de 1.000 cerdos por semana; tarea para la cual, los directivos de la firma estiman incorporar hasta 100 empleados en forma paulatina.

La intención de la empresa es ganarse un lugar en el sector de colocación de cortes frescos y congelados en el mercado interno.

Totoras fue clausurado en 1997, ya que no cumplía con los requisitos para lograr el reempadronamiento de la matrícula. Aunque sus problemas financieros habían comenzado antes.

La planta fue a remate (se vendió en US$ 500.000) y, en aquel momento, los 150 obreros la tomaron en reclamo por el cierre de la fuente de trabajo y de deudas varias.

Un vocero de la empresa dijo al matutino porteño que la idea es, a corto plazo, invertir otro millón para optimizar la planta y fabricar nuevos productos.

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