Planean que Mercedez Benz levante a Chrysler

El éxito comercial experimentado por la marca alemana durante el pasado año servirá para financiar las pérdidas del gigante norteamericano, según los planes anunciados ayer (lunes 26) por los directivos de DaimlerChrysler.

27 febrero, 2001

(EFE).- El éxito comercial de la prestigiosa marca Mercedes Benz en 2000 será el puntal para financiar las elevadas pérdidas que sufrirá su socio estadounidense Chrysler en el presente año, según fuentes de DaimlerChysler.

La sensación de crisis del grupo no se percibe en la sede de Sindelfingen, cerca de Stuttugart, donde trabajan unas 40.000 personas, dijo Edith Meissner, jefa de comunicaciones del consorcio, al comentar las dificultades que atraviesa Chrysler por la caída de las ventas y su política de modelos, un tanto desfasada.

Al contrario de lo que sucedió a comienzos de la década de los ‘90, cuando miles de trabajadores perdieron su puesto en las plantas Daimler por la crisis que vivió este fabricante, sus trabajadores no tienen la sensación de ser los perdedores, según Meissner.

Mercedes Benz y el minicoche smart alcanzaron en 2000 un volumen récord de ventas de 43.700 millones de euros, 15% más que en 1999, cifras que corresponde a la venta de 1,15 millones de unidades, lo que representa 7% más que en el año anterior.

Excluyendo partidas extraordinarias, las ganancias de explotación de la marca crecieron 6%, hasta alcanzar la cifra récord de 2.900 millones de euros.

La nueva clase C, un modelo de cilindrada media superior, se ha convertido en el segundo automóvil más vendido de Alemania, después del Golf de Volkswagen, y, desde junio pasado, ya se han fabricado 147.900 unidades.

Pero estas positivas cifras serán necesarias para cubrir el hueco financiero que dejará Chrysler en 2001.

El año pasado, los beneficios de la marca estadounidense retrocedieron 90%, para colocarse en tan sólo 500 millones de euros.

Según las previsiones, DaimlerChrysler registrará en el primer trimestre de 2001 unos resultados de explotación, excluidos los efectos extraordinarios, de entre 3.800 y 4.300 millones de euros de pérdidas, aunque para el conjunto del año se esperan ganancias de explotación de 1.200 a 1.700 millones de euros, igualmente descontando las partidas extraordinarias.

Estas proyecciones se basan en el supuesto de que la coyuntura económica en los países donde actúa el consorcio se mantenga estable y la demanda en el sector del automóvil permanezca al nivel de los últimos años, lo que, según los expertos, se considera como un cálculo “optimista”.

El director de Chrysler, el alemán Dieter Zetsche, en la rueda de prensa de presentación de la nueva estrategia del grupo hasta 2003, trató de infundir optimismo al afirmar que esta marca logrará el equilibrio financiero en 2002 y alcanzará unos beneficios de unos 2.000 millones de euros en 2003.

Sin embargo, el plan ha sido tildado por algunos expertos de poco sólido y ambiguo, además de contener algunos puntos que pueden desvirtuar a la marca de prestigio Mercedes, si se aplica con rigor, como es el la decisión de intercambio de componentes entre este fabricante y Chrysler.

Por ejemplo, está previsto que el total de 29 plantas que tiene actualmente DaimlerChrysler, junto con su socio japonés Mitsubishi, se reduzca a un número muy inferior, entre 13 y 16.

Curiosamente, la política de compartir factorías, que ha mantenido rigurosamente el competidor alemán Volkswagen con sus distintas filiales, había sido criticada antes por DaimlerChrylser y otros fabricantes.

En la primera fase, se montarán cajas de cambio de Mercedes en los modelos de Chrysler para después pasar a los motores, en cuyo caso el potencial de ahorro hasta el año 2007 se cifra en hasta 30% de los costos de producción.

(EFE).- El éxito comercial de la prestigiosa marca Mercedes Benz en 2000 será el puntal para financiar las elevadas pérdidas que sufrirá su socio estadounidense Chrysler en el presente año, según fuentes de DaimlerChysler.

La sensación de crisis del grupo no se percibe en la sede de Sindelfingen, cerca de Stuttugart, donde trabajan unas 40.000 personas, dijo Edith Meissner, jefa de comunicaciones del consorcio, al comentar las dificultades que atraviesa Chrysler por la caída de las ventas y su política de modelos, un tanto desfasada.

Al contrario de lo que sucedió a comienzos de la década de los ‘90, cuando miles de trabajadores perdieron su puesto en las plantas Daimler por la crisis que vivió este fabricante, sus trabajadores no tienen la sensación de ser los perdedores, según Meissner.

Mercedes Benz y el minicoche smart alcanzaron en 2000 un volumen récord de ventas de 43.700 millones de euros, 15% más que en 1999, cifras que corresponde a la venta de 1,15 millones de unidades, lo que representa 7% más que en el año anterior.

Excluyendo partidas extraordinarias, las ganancias de explotación de la marca crecieron 6%, hasta alcanzar la cifra récord de 2.900 millones de euros.

La nueva clase C, un modelo de cilindrada media superior, se ha convertido en el segundo automóvil más vendido de Alemania, después del Golf de Volkswagen, y, desde junio pasado, ya se han fabricado 147.900 unidades.

Pero estas positivas cifras serán necesarias para cubrir el hueco financiero que dejará Chrysler en 2001.

El año pasado, los beneficios de la marca estadounidense retrocedieron 90%, para colocarse en tan sólo 500 millones de euros.

Según las previsiones, DaimlerChrysler registrará en el primer trimestre de 2001 unos resultados de explotación, excluidos los efectos extraordinarios, de entre 3.800 y 4.300 millones de euros de pérdidas, aunque para el conjunto del año se esperan ganancias de explotación de 1.200 a 1.700 millones de euros, igualmente descontando las partidas extraordinarias.

Estas proyecciones se basan en el supuesto de que la coyuntura económica en los países donde actúa el consorcio se mantenga estable y la demanda en el sector del automóvil permanezca al nivel de los últimos años, lo que, según los expertos, se considera como un cálculo “optimista”.

El director de Chrysler, el alemán Dieter Zetsche, en la rueda de prensa de presentación de la nueva estrategia del grupo hasta 2003, trató de infundir optimismo al afirmar que esta marca logrará el equilibrio financiero en 2002 y alcanzará unos beneficios de unos 2.000 millones de euros en 2003.

Sin embargo, el plan ha sido tildado por algunos expertos de poco sólido y ambiguo, además de contener algunos puntos que pueden desvirtuar a la marca de prestigio Mercedes, si se aplica con rigor, como es el la decisión de intercambio de componentes entre este fabricante y Chrysler.

Por ejemplo, está previsto que el total de 29 plantas que tiene actualmente DaimlerChrysler, junto con su socio japonés Mitsubishi, se reduzca a un número muy inferior, entre 13 y 16.

Curiosamente, la política de compartir factorías, que ha mantenido rigurosamente el competidor alemán Volkswagen con sus distintas filiales, había sido criticada antes por DaimlerChrylser y otros fabricantes.

En la primera fase, se montarán cajas de cambio de Mercedes en los modelos de Chrysler para después pasar a los motores, en cuyo caso el potencial de ahorro hasta el año 2007 se cifra en hasta 30% de los costos de producción.

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