Piratería digital: el mundo pendiente de inminentes sentencias

En estos días dos jueces – uno en Londres y otro en Washington -- emitirán sentencia sobre sendos juicios de la industria musical contra la “piratería” en Internet. Los fallos serán decisivos para el futuro de la propiedad intelectual en Internet.

19 febrero, 2003

El debate tiene dos posturas. De un lado, las empresas de medios y entretenimientos
dicen que están protegiendo sus ingresos contra lo que consideran robo
liso y llano. Temen perder su negocio si millones de personas usan sus conexiones
de banda ancha para bajar música y películas. En el lado contrario,
emprendedores de Internet dicen que la industria del entretenimiento no avanzó
al ritmo de la tecnología y pierde su tiempo defendiendo en la corte un
modelo de negocios anticuado.

Los casos a considerar afectan el corazón mismo del tema de violación
de derechos de autor y los respectivos fallos podrían determinar el futuro
de la política futura a aplicar en Internet.En Londres el empresario
Stelios Haji-Ioannou (dueño de Easy Group), ha solicitado autorización
para apelar la resolución del juzgado que dictaminó que su cadena
de cibercafés viola los derechos de autor de los principales sellos musicales
del mundo. Haji-Ioannou arguye que la ley británica debería permitir
a los clientes de sus cibercafés bajar y copiar música “para
uso personal y privado”. Su posición es que el modelo de negocios
de la industria musical es como la industria de los viajes a principios de la
década del ´90, cuando la gente sólo podía comprar pasajes
a través de las agencias de turismo. “Si quieren recuperar iniciativa,
que bajen el precio que aplican a la bajada legal de los archivos. Con los precios
como están, es más conveniente optar por lo ilegal”.

El juicio que se desarrolla en Washington D.C. involucra a Verizon Internet
Services, uno de los mayores proveedores de servicios de Internet en Estados
Unidos. Se sabe que Verizon pedirá un diferimiento de la disposición
del juzgado del distrito obligándola a dar el nombre del suscriptor acusado
de compartir ilegalmente más de 600 archivos musicales protegidos por
derechos de autor. Podría también apelar le resolución
que le acusa de no cumplir con las obligaciones de derechos de autor en Estados
Unidos.

Los dos casos, con sus diferencias, constituyen el último intento de
la industria musical de defender los derechos de autor. La industria engloba
a los principales estudios cinematográficos y a los fabricantes de juegos.
Lo que defienden es un negocio que mueve millones. Solamente en Europa, la piratería
les ha hecho perder € 4.500 millones. Por eso se multiplican los juicios,
que citan tratados y nuevas leyes sancionadas en los últimos cinco años
por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO) y suscriptas
por casi todos los países.

El debate tiene dos posturas. De un lado, las empresas de medios y entretenimientos
dicen que están protegiendo sus ingresos contra lo que consideran robo
liso y llano. Temen perder su negocio si millones de personas usan sus conexiones
de banda ancha para bajar música y películas. En el lado contrario,
emprendedores de Internet dicen que la industria del entretenimiento no avanzó
al ritmo de la tecnología y pierde su tiempo defendiendo en la corte un
modelo de negocios anticuado.

Los casos a considerar afectan el corazón mismo del tema de violación
de derechos de autor y los respectivos fallos podrían determinar el futuro
de la política futura a aplicar en Internet.En Londres el empresario
Stelios Haji-Ioannou (dueño de Easy Group), ha solicitado autorización
para apelar la resolución del juzgado que dictaminó que su cadena
de cibercafés viola los derechos de autor de los principales sellos musicales
del mundo. Haji-Ioannou arguye que la ley británica debería permitir
a los clientes de sus cibercafés bajar y copiar música “para
uso personal y privado”. Su posición es que el modelo de negocios
de la industria musical es como la industria de los viajes a principios de la
década del ´90, cuando la gente sólo podía comprar pasajes
a través de las agencias de turismo. “Si quieren recuperar iniciativa,
que bajen el precio que aplican a la bajada legal de los archivos. Con los precios
como están, es más conveniente optar por lo ilegal”.

El juicio que se desarrolla en Washington D.C. involucra a Verizon Internet
Services, uno de los mayores proveedores de servicios de Internet en Estados
Unidos. Se sabe que Verizon pedirá un diferimiento de la disposición
del juzgado del distrito obligándola a dar el nombre del suscriptor acusado
de compartir ilegalmente más de 600 archivos musicales protegidos por
derechos de autor. Podría también apelar le resolución
que le acusa de no cumplir con las obligaciones de derechos de autor en Estados
Unidos.

Los dos casos, con sus diferencias, constituyen el último intento de
la industria musical de defender los derechos de autor. La industria engloba
a los principales estudios cinematográficos y a los fabricantes de juegos.
Lo que defienden es un negocio que mueve millones. Solamente en Europa, la piratería
les ha hecho perder € 4.500 millones. Por eso se multiplican los juicios,
que citan tratados y nuevas leyes sancionadas en los últimos cinco años
por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO) y suscriptas
por casi todos los países.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades