P&G vende más, mientras su rival Unilever vende menos

Procter & Gamble declaró 20% de aumento en ventas durante el primer trimestre, por buen desempeño de sus líneas. Por el contrario, los resultados de Unilever siguen débiles: sus marcas principales vendieron apenas 1,3% más en ese lapso.

6 mayo, 2004

El gigante norteamericanbo en bienes de consumo informó, también, que el coauditor designado por un tribunal aprobó la valuación de € 72 por papel, formulada para comprar las tenencias de accionistas minoritarios en Wella. Esta firma alemana de cosmética capilar fue adquirida el año pasado.

La operación forma parte del llamado “acuerdo de dominación” por la ley germana y otorga a PG control total. La empresa espera, así, terminar con trabas legales contra la absorción de Wella, interpuestas por un grupo de accionistas minoritarios que rechazaba el precio original de oferta (€ 65).

Las utilidades netas de P&G en el primer trimestre (tercero de su ejercicio contable) pasaron de US$ 1.270 millones –un año antes- a 1.530 millones (+20,4%). El mercado esperaba menos de US$ 1.450 millones. Entretanto, las ventas subían 22%, a US$ 13.000 millones. El volumen operativo creció en todos sus productos, con la línea de belleza subiendo 41%. Sólo Wella quedó atrás, con 13%.

Por el contrario, Unilever reveló que las ventas, también en enero-marzo, repuntaron apenas 1,3%. En general, las principales marcas del grupo británico mostraban debilidad en ventas y en perspectivas.
Así, en febrero el fabricante de Dove y Knorr abandonó esperanzas de elevar 5 a 6% las ventas de ambas líneas, las dos mayores de la empresa. Ahora, las proyecciones oscilan entre 3 y 5% anual.

Unilever ha iniciado el último año de un ambicioso plan quinquenal de restructuración, pomposamente bautizado “senda del crecimiento”. Si bien la compañía cumplió con casi las todas metas del programa, no logró alcanzar los objetivos de ventas. Analizando el primer trimestre, Unilever admitió que Alemania, Francia y Holanda fueron mercados particularmente difíciles. También EE.UU. mostraba debilidad.

La línea SlimFast para bajar de peso retrocedió ante productos bajos en carbohidratos asociados al régimen Atkins (aunque éste pierda crédito en el resto del mundo). Ahora, la firma lanza otra línea, para compensar la declinación de SlimFast.

Por el contrario, la división latinoamericana del grupo repuntó apreciablemente. La base de ventas subió 10% y los márgenes de utilidad lo hicieron en mayor medida. Ello se debe a que varías economías están superando los efectos de devaluaciones efectuadas años atrás.

En total, las ventas de Unilever y sus emprendimientos conjuntos bajaron 2%, a US$ 11.600 millones. A su vez, las ganancias brutas cedieron 8%, a US$ 1.120 millones.

El gigante norteamericanbo en bienes de consumo informó, también, que el coauditor designado por un tribunal aprobó la valuación de € 72 por papel, formulada para comprar las tenencias de accionistas minoritarios en Wella. Esta firma alemana de cosmética capilar fue adquirida el año pasado.

La operación forma parte del llamado “acuerdo de dominación” por la ley germana y otorga a PG control total. La empresa espera, así, terminar con trabas legales contra la absorción de Wella, interpuestas por un grupo de accionistas minoritarios que rechazaba el precio original de oferta (€ 65).

Las utilidades netas de P&G en el primer trimestre (tercero de su ejercicio contable) pasaron de US$ 1.270 millones –un año antes- a 1.530 millones (+20,4%). El mercado esperaba menos de US$ 1.450 millones. Entretanto, las ventas subían 22%, a US$ 13.000 millones. El volumen operativo creció en todos sus productos, con la línea de belleza subiendo 41%. Sólo Wella quedó atrás, con 13%.

Por el contrario, Unilever reveló que las ventas, también en enero-marzo, repuntaron apenas 1,3%. En general, las principales marcas del grupo británico mostraban debilidad en ventas y en perspectivas.
Así, en febrero el fabricante de Dove y Knorr abandonó esperanzas de elevar 5 a 6% las ventas de ambas líneas, las dos mayores de la empresa. Ahora, las proyecciones oscilan entre 3 y 5% anual.

Unilever ha iniciado el último año de un ambicioso plan quinquenal de restructuración, pomposamente bautizado “senda del crecimiento”. Si bien la compañía cumplió con casi las todas metas del programa, no logró alcanzar los objetivos de ventas. Analizando el primer trimestre, Unilever admitió que Alemania, Francia y Holanda fueron mercados particularmente difíciles. También EE.UU. mostraba debilidad.

La línea SlimFast para bajar de peso retrocedió ante productos bajos en carbohidratos asociados al régimen Atkins (aunque éste pierda crédito en el resto del mundo). Ahora, la firma lanza otra línea, para compensar la declinación de SlimFast.

Por el contrario, la división latinoamericana del grupo repuntó apreciablemente. La base de ventas subió 10% y los márgenes de utilidad lo hicieron en mayor medida. Ello se debe a que varías economías están superando los efectos de devaluaciones efectuadas años atrás.

En total, las ventas de Unilever y sus emprendimientos conjuntos bajaron 2%, a US$ 11.600 millones. A su vez, las ganancias brutas cedieron 8%, a US$ 1.120 millones.

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