Petrobrás reinicia bombeo de crudo

El gobierno brasileño autorizó a reanudar el funcionamiento del oleoducto que causó el derrame de petróleo sobre el Iguazú, en medio de una ola de críticas provenientes de distintos sectores.

21 julio, 2000

(EFE).- El órgano que regula la actividad petrolera en Brasil autorizó hoy (jueves 20) a la estatal Petróleo de Brasil (Petrobrás) a reiniciar el bombeo de crudo por el oleoducto que el domingo 16 derramó cuatro millones de litros de combustible y provocó una histórica tragedia ambiental.

Pese a las protestas de grupos ambientalistas no gubernamentales y algunos miembros de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, que consideran que la tubería, de 23 años de antigüedad, puede provocar nuevos desastres, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) autorizó a Petrobrás a restablecer el funcionamiento del oleoducto.

El oleoducto transporta petróleo entre el puerto de San Francisco y la refinería Getulio Vargas, ubicada en Araucaria, municipio del sureño estado de Paraná.

Su ruptura provocó un derrame de crudo que se extiende por 43 kilómetros sobre el río Iguazú.

El derrame, la mayor tragedia ambiental registrada en Brasil en los últimos 25 años, ocurrió el domingo y afectó inicialmente al río Barigüí, pero rápidamente alcanzó las aguas del Iguazú, un poco antes de desembocar en el Paraná.

Según biólogos brasileños, el derrame puede provocar una mortandad sin precedentes de varias de las 35 especies de peces identificados en el Iguazú, así como de numerosas aves, y amenazar el santuario ecológico que rodea a las cataratas.

Pese a que las autoridades brasileñas garantizan haber controlado la mancha negra e impedido su avance por el Iguazú, los gobiernos de la Argentina y Paraguay han enviado técnicos y equipos a sus fronteras para garantizar que el petróleo pueda afectar las cataratas y llegue hasta el río Paraná.

Miembros de organizaciones ecologistas, que colaboran en las tareas de recuperación de la flora y la fauna locales, aseguran que el derrame fue provocado por la mala conservación y la antigüedad de la tubería, y dicen que el gobierno no puede autorizar el funcionamiento del oleoducto hasta que Petrobrás tome medidas preventivas.

“Esa refinería carece de un plan de emergencia para este tipo de situaciones, personal capacitado para actuar en caso de accidentes y equipos adecuados para retener petróleo en derrames en un río”, denunció el diputado verde Fernando Gabeira, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.

Gabeira dijo que Petrobrás, que sólo descubrió el derrame dos horas después de producido, no debería tener una licencia ambiental para operar en la refinería Getulio Vargas y acusó al gobierno de haber sido demasiado tolerante con la empresa estatal.

En declaraciones al diario Jornal do Brasil, el ministro de Medio Ambiente, José Sarney (hijo), dijo ser partidario de suspender las licencias ambientales de Petrobrás debido a que la empresa ha sido negligente, pero aclaró que no ha adoptado esa medida por las consecuencias económicas y políticas que tendría.

El ministro, sin embargo, advirtió que luchará por obligar a Petrobrás a pagar una multa de hasta 200 millones de reales (unos US$ 111 millones) –un valor cuatro veces superior al castigo máximo posible– debido a que la empresa es “reincidente” en este tipo de accidentes.

El vertido sobre el río Barigüí fue tres veces superior al que Petrobrás provocó en enero en la Bahía de Guanabara, considerado el peor desastre ambiental en la historia del estado de Río de Janeiro y que, además de afectar la flora y la fauna, dejó a cerca de 3.000 pescadores sin fuente de sustento por tres meses.

(EFE).- El órgano que regula la actividad petrolera en Brasil autorizó hoy (jueves 20) a la estatal Petróleo de Brasil (Petrobrás) a reiniciar el bombeo de crudo por el oleoducto que el domingo 16 derramó cuatro millones de litros de combustible y provocó una histórica tragedia ambiental.

Pese a las protestas de grupos ambientalistas no gubernamentales y algunos miembros de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, que consideran que la tubería, de 23 años de antigüedad, puede provocar nuevos desastres, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) autorizó a Petrobrás a restablecer el funcionamiento del oleoducto.

El oleoducto transporta petróleo entre el puerto de San Francisco y la refinería Getulio Vargas, ubicada en Araucaria, municipio del sureño estado de Paraná.

Su ruptura provocó un derrame de crudo que se extiende por 43 kilómetros sobre el río Iguazú.

El derrame, la mayor tragedia ambiental registrada en Brasil en los últimos 25 años, ocurrió el domingo y afectó inicialmente al río Barigüí, pero rápidamente alcanzó las aguas del Iguazú, un poco antes de desembocar en el Paraná.

Según biólogos brasileños, el derrame puede provocar una mortandad sin precedentes de varias de las 35 especies de peces identificados en el Iguazú, así como de numerosas aves, y amenazar el santuario ecológico que rodea a las cataratas.

Pese a que las autoridades brasileñas garantizan haber controlado la mancha negra e impedido su avance por el Iguazú, los gobiernos de la Argentina y Paraguay han enviado técnicos y equipos a sus fronteras para garantizar que el petróleo pueda afectar las cataratas y llegue hasta el río Paraná.

Miembros de organizaciones ecologistas, que colaboran en las tareas de recuperación de la flora y la fauna locales, aseguran que el derrame fue provocado por la mala conservación y la antigüedad de la tubería, y dicen que el gobierno no puede autorizar el funcionamiento del oleoducto hasta que Petrobrás tome medidas preventivas.

“Esa refinería carece de un plan de emergencia para este tipo de situaciones, personal capacitado para actuar en caso de accidentes y equipos adecuados para retener petróleo en derrames en un río”, denunció el diputado verde Fernando Gabeira, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.

Gabeira dijo que Petrobrás, que sólo descubrió el derrame dos horas después de producido, no debería tener una licencia ambiental para operar en la refinería Getulio Vargas y acusó al gobierno de haber sido demasiado tolerante con la empresa estatal.

En declaraciones al diario Jornal do Brasil, el ministro de Medio Ambiente, José Sarney (hijo), dijo ser partidario de suspender las licencias ambientales de Petrobrás debido a que la empresa ha sido negligente, pero aclaró que no ha adoptado esa medida por las consecuencias económicas y políticas que tendría.

El ministro, sin embargo, advirtió que luchará por obligar a Petrobrás a pagar una multa de hasta 200 millones de reales (unos US$ 111 millones) –un valor cuatro veces superior al castigo máximo posible– debido a que la empresa es “reincidente” en este tipo de accidentes.

El vertido sobre el río Barigüí fue tres veces superior al que Petrobrás provocó en enero en la Bahía de Guanabara, considerado el peor desastre ambiental en la historia del estado de Río de Janeiro y que, además de afectar la flora y la fauna, dejó a cerca de 3.000 pescadores sin fuente de sustento por tres meses.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades