Pese a todo, Brasil impulsa el etanol
El derivado del maíz y la caña de azúcar aporta ya unos 20.000 megavatios vía usinas termoeléctricas. A diferencia de Argentina, que carece de fines claros o petrolera testigo, Brasil sigue promoviendo biocombustibles, con el etanol al frente.
5 marzo, 2009
<p>“Los grandes hallazgos de yacimientos hidrocarburíferos submarinos nos ponen entre las potencias sectoriales. Pero eso no implica que limitemos o abandonemos proyectos para producir biocombustibles. No seremos monoproductores de nada. Máxime con la caída de los crudos”.</p>
<p>Así señalaba Marco Aurélio Garcia, tras un seminario en Montevideo. Se trata de un asesor político del gobierno que encabeza Luiz Inácio “Lula” da Silva.</p>
<p>Si bien la autosuficiencia petrolera y la exportación son objetivos innegables, también es cierto que, tarde o temprano, los combustibles fósiles se agotarán. No es casual que estas opiniones surjan exactamente mientras firmas inglesas exploran zonas de altamar entre la plataforma epicontinental argentina y Malvinas, Gran Bretaña reivindica sobre la Antártida una soberanía económica que –como las restantes en el área- carece de vigencia jurídica.</p>
<p>Teniendo en cuanta su proyección geopolítica en Sudamérica (donde ha substituido a Estados Unidos), Brasil trabajará junto con la región. Por ejemplo, el cultivo de caña para etanol regenera tierras destrozadas por la ganadería intensiva en el noreste. En el caso argentino, en futuro quizá sea preciso hacer lo mismo con terrenos afectados por el sobrecultivo.</p>
<p>Aunque Petrobrás no revela todavía el monto de reservas submarinas en las tres zonas frente a Santos (donde la firma estatal tiene 45%, seguida de British Gas con 30% y Repsol YPF con 25%), las estimaciones oscilan entre 30.000 y 33.000 millones de barriles medidos en crudos. Interesa señalar que pende el secreto sobre los yacimientos explorados al noroeste de Malvinas. <br />
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