Parmalat firmó acuerdo para vender la filial argentina

Sergio Tasselli –dueño del Metropolitano, que tiene sus problemas- está por tomar Parmalat Argentina. Pero Jorge Cinque –allegado a los Mastellone- sigue en carrera. No así algunos fondos especulativos.

25 septiembre, 2004

Este fin de semana se subscribió un preacuerdo entre Tasselli (también tiene el molino Brüning) y Parmalat Finanziaria, cuya sucursal maneja tres fábricas en el país. Hasta el domingo, la identidad del interesado no estaba confirmada, pero todos los indicios apuntan en la misma dirección.

Tampoco estaba claro si Cinque seguía o no pujando por quedarse con una empresa que cerró 2003 vendiendo por algo más de US$ 63.300.000, 11% sobre 2002 (esta año, la crisis del grupo deteriora los ingresos). Parmalat Argentina opera plantas en Pilar, Chascomús y Lamarque (Río Negro), donde trabajan 1.200 personas. Sus marcas principales son Gándara y Yogurbelt, con “Parmalat” a la zaga, fruto de un error inicial de marketing: desprenderse de “La Vascongada”.

Los pasivos de PA oscilan en torno de US$ 66.600.000. La gama de productos va de leche fresca a categorías tan rentables –por lo relativamente caras que son- como yogurt, quesos y postres. Afortunadamente, quedaron descartados tres “fondos de inversión”, en realidad expertos en compras apalancadas y reventas de activos, un negocio que comienza a decaer.

Este fin de semana se subscribió un preacuerdo entre Tasselli (también tiene el molino Brüning) y Parmalat Finanziaria, cuya sucursal maneja tres fábricas en el país. Hasta el domingo, la identidad del interesado no estaba confirmada, pero todos los indicios apuntan en la misma dirección.

Tampoco estaba claro si Cinque seguía o no pujando por quedarse con una empresa que cerró 2003 vendiendo por algo más de US$ 63.300.000, 11% sobre 2002 (esta año, la crisis del grupo deteriora los ingresos). Parmalat Argentina opera plantas en Pilar, Chascomús y Lamarque (Río Negro), donde trabajan 1.200 personas. Sus marcas principales son Gándara y Yogurbelt, con “Parmalat” a la zaga, fruto de un error inicial de marketing: desprenderse de “La Vascongada”.

Los pasivos de PA oscilan en torno de US$ 66.600.000. La gama de productos va de leche fresca a categorías tan rentables –por lo relativamente caras que son- como yogurt, quesos y postres. Afortunadamente, quedaron descartados tres “fondos de inversión”, en realidad expertos en compras apalancadas y reventas de activos, un negocio que comienza a decaer.

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