Parmalat cierra un fondo secreto en Caimán

El gigante lácteo italiano Parmalat, con filiales en ambas Américas, liquidará Epicurum, fondo secreto por € 496.500.000 en Caimán. Al respecto, auditores externos abrigaban dudas sobre la liquidez de la empresa.

15 noviembre, 2003

La decisión se materializará en diez días. Su motivo es claro: el propio mercado, al conocer la existencia de esa colocación en un puerto franco (“offshore”) financiero, empezó a temer por la caja de un grupo cuyos activos líquidos rondan los E 3.500 millones.

Un fondo caribeño no mejora la imagen contable de nadie. Mucho menos, si una firma afronta € 5.300 millones de endeudamiento bruto y más de la mitad vence en menos de cinco años. El directorio aprobó la medida el viernes 14, junto con los resultados del III trimestre.

Naturalmente, ahora se revisará íntegra la política de deuda. Pero, claro, durante la última semana las acciones de Parmalat acumularon pérdidas por casi 15% en la bolsa de Milán. La razón era obvia: la Comisión de Bolsa y Valores había exigido aclaraciones sobre el balance y ese fondo en Caimán.

Por su parte, Deloitte & Touche –auditor externo de la empresa- puso en duda esa colocación y su influencia en la liquidez declarada. También cuestionó un asiento por € 135 millones (ganancias extraordinarias e incidentales), porque se originaba en pases –trueques- entre Parmalat y Epicurum.

Este asunto hizo que Standard & Poor’s anunciase posibilidades de bajar a chatarra la calificación de la deuda titulizada. También a causa de Epicurum (nombre muy poco prudente para un fondo “offshore”). Ahora, la familia Tanzo -controla el paquete- tendrá que explicar ante las autoridades todas sus inversiones y colocaciones; dentro o fuera de Parmalat.

La decisión se materializará en diez días. Su motivo es claro: el propio mercado, al conocer la existencia de esa colocación en un puerto franco (“offshore”) financiero, empezó a temer por la caja de un grupo cuyos activos líquidos rondan los E 3.500 millones.

Un fondo caribeño no mejora la imagen contable de nadie. Mucho menos, si una firma afronta € 5.300 millones de endeudamiento bruto y más de la mitad vence en menos de cinco años. El directorio aprobó la medida el viernes 14, junto con los resultados del III trimestre.

Naturalmente, ahora se revisará íntegra la política de deuda. Pero, claro, durante la última semana las acciones de Parmalat acumularon pérdidas por casi 15% en la bolsa de Milán. La razón era obvia: la Comisión de Bolsa y Valores había exigido aclaraciones sobre el balance y ese fondo en Caimán.

Por su parte, Deloitte & Touche –auditor externo de la empresa- puso en duda esa colocación y su influencia en la liquidez declarada. También cuestionó un asiento por € 135 millones (ganancias extraordinarias e incidentales), porque se originaba en pases –trueques- entre Parmalat y Epicurum.

Este asunto hizo que Standard & Poor’s anunciase posibilidades de bajar a chatarra la calificación de la deuda titulizada. También a causa de Epicurum (nombre muy poco prudente para un fondo “offshore”). Ahora, la familia Tanzo -controla el paquete- tendrá que explicar ante las autoridades todas sus inversiones y colocaciones; dentro o fuera de Parmalat.

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