Parmalat: Bondi exige US$ 10.000 millones a los auditores

Tras demandas a Citigroup, Deutsche Bank, UBS y otros, el interventor en Parmalat se lanza sobre Deloitte y Grant Thornton. Esto puede llegar a ser un múltiple juicio y sentar precedentes incómodos para bancas y auditores en escala global.

19 agosto, 2004

Enrico Bondi pone en problemas a dos estudios auditores, Deloitte Touche Tohmatsu y Grant Thornton. En una causa abierta ante el juez federal de circuito en Cook, Illinois, el Gruppo Parmalat exige indemnizaciones y resarcimientos por un total no inferior a US$ 10.000 millones.

Es la mayor suma unitaria reclamada hasta ahora por Bondi y supera por poco margen a la demanda radicada contra Citigroup en los tribunales neoyorquinos. Ahora, los observadores esperan un ataque similar contra Bank of America, dado su papel fundamental en algunas operaciones –que aceleraron la bancarrota de la firma-, cuyas responsabilidades fueron compartidas con ambos estudios auditores.

Deloitte trabajó para Parmalat en 1999-2003. Grant Thornton lo había hecho de 1990 a 1998. Según la presentación de Bondi, en ambos están involucradas las filiales italianas y las redes internacionales. Desde España a Singapur, pasando por Portugal Brasil, Suiza, Bahamas, Uruguay, etc.

En algunos casos, se implican casos colaterales. Por ejemplo, nexos con el escándalo Bonlat, una “off shore” fantasma radicada en Caimán, por donde se hicieron voluminosas ventas ficticias de leche en polvo a Cuba o Haití.

Enrico Bondi pone en problemas a dos estudios auditores, Deloitte Touche Tohmatsu y Grant Thornton. En una causa abierta ante el juez federal de circuito en Cook, Illinois, el Gruppo Parmalat exige indemnizaciones y resarcimientos por un total no inferior a US$ 10.000 millones.

Es la mayor suma unitaria reclamada hasta ahora por Bondi y supera por poco margen a la demanda radicada contra Citigroup en los tribunales neoyorquinos. Ahora, los observadores esperan un ataque similar contra Bank of America, dado su papel fundamental en algunas operaciones –que aceleraron la bancarrota de la firma-, cuyas responsabilidades fueron compartidas con ambos estudios auditores.

Deloitte trabajó para Parmalat en 1999-2003. Grant Thornton lo había hecho de 1990 a 1998. Según la presentación de Bondi, en ambos están involucradas las filiales italianas y las redes internacionales. Desde España a Singapur, pasando por Portugal Brasil, Suiza, Bahamas, Uruguay, etc.

En algunos casos, se implican casos colaterales. Por ejemplo, nexos con el escándalo Bonlat, una “off shore” fantasma radicada en Caimán, por donde se hicieron voluminosas ventas ficticias de leche en polvo a Cuba o Haití.

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