Nuevo prototipo de Volvo

El automóvil desarrollado por la compañía sueca –presentado en el Salón de Detroit– tiene la particularidad de ajustarse a la vista del conductor.

8 enero, 2001

(EFE).- La marca sueca Volvo, perteneciente al Grupo Ford, presentó en el Salón del Automóvil de Detroit el SCC, un prototipo cuya principal novedad es que sus elementos de conducción se ajustan a la línea de vista del conductor, lo que aumenta la seguridad y la comodidad.

Hans Gustarsson, vicepresidente de Desarrollo de Producto, destacó en la presentación del prototipo que Volvo busca siempre la mayor seguridad en sus automóviles, “aprovechando el uso del último avance tecnológico existente para su aplicación a nuestros vehículos”.

El SCC, destaca, sobre todo, por el sistema Eye Car, que permite al automóvil disponer todos los elementos de la conducción en función de la línea de vista del conductor.

Automáticamente, al sentarse el conductor, el asiento se eleva o baja, avanza o retrocede; el cinturón de seguridad se coloca en la mejor posición, los pedales se retrotraen o se elevan buscando los pies del piloto, lo mismo que el volante, que se ajusta de acuerdo con la persona que ocupa esa posición.

Pero estos adelantos son tan sólo una muestra de la tecnología que ofrece este concept car, tal como destacó en un encuentro con periodistas Gustavsson, ya que “ofrece además una visión de 360 grados, pues el cono de luz de los faros se amolda a la ruta, además de tener la suficiente superficie acristalada para poder observar todo lo que se mueve en torno al vehículo”.

La superficie acristalada, que ocupa gran parte del prototipo, tanto en las zonas laterales como en su techo, permite captar cualquier aproximación, y los espejos retrovisores incorporan un sistema computerizado por el que al atravesar cualquier objeto el denominado ángulo muerto del automóvil se enciende una luz que anuncia al conductor que hay algo que le está pasando por la derecha o por la izquierda.

Este modelo, diseñado y desarrollado en el Centro Conceptual de Seguimiento que tiene Volvo en California, incorpora además una pantalla de televisión que informa de la distancia a la que viene un coche por detrás, y que permite observar cómo se está llevando a cabo el aparcamiento, con medidas exactas que vienen dadas por un radar incorporado al cuadro de mandos.

“La seguridad por encima de todo, es nuestro lema”, destacó Gustavson, quien añadió que “por ello nos fijamos en solucionar el más pequeño detalle que pueda ser importante para este concepto, como por ejemplo el caso de los cinturones de seguridad y los niños”.

Para ello, el SCC lleva dos tipos diferentes de cinturones de seguridad de cuatro puntos de anclaje, uno con gran semejanza al clásico de arnés, para la parte delantera, y otro con tirantes en forma de V diseñado para los pasajeros de la zona trasera, sobre todo sin son niños.

También la tecnología se aplicó al mando a distancia, que se ha convertido en una pequeña computadora de mínimas dimensiones que permite abrir el vehículo tras reconocer la huella digital del dueño, permitiéndole arrancar sin llave.

Además, ajusta las funciones automáticas de la posición de la visión al abrirse la puerta, programa un sistema de búsqueda en estacionamientos, así como un navegador y se activa ante cualquier contingencia no deseada que se produzca tanto dentro como alrededor del vehículo: un intento de robo, por ejemplo.

(EFE).- La marca sueca Volvo, perteneciente al Grupo Ford, presentó en el Salón del Automóvil de Detroit el SCC, un prototipo cuya principal novedad es que sus elementos de conducción se ajustan a la línea de vista del conductor, lo que aumenta la seguridad y la comodidad.

Hans Gustarsson, vicepresidente de Desarrollo de Producto, destacó en la presentación del prototipo que Volvo busca siempre la mayor seguridad en sus automóviles, “aprovechando el uso del último avance tecnológico existente para su aplicación a nuestros vehículos”.

El SCC, destaca, sobre todo, por el sistema Eye Car, que permite al automóvil disponer todos los elementos de la conducción en función de la línea de vista del conductor.

Automáticamente, al sentarse el conductor, el asiento se eleva o baja, avanza o retrocede; el cinturón de seguridad se coloca en la mejor posición, los pedales se retrotraen o se elevan buscando los pies del piloto, lo mismo que el volante, que se ajusta de acuerdo con la persona que ocupa esa posición.

Pero estos adelantos son tan sólo una muestra de la tecnología que ofrece este concept car, tal como destacó en un encuentro con periodistas Gustavsson, ya que “ofrece además una visión de 360 grados, pues el cono de luz de los faros se amolda a la ruta, además de tener la suficiente superficie acristalada para poder observar todo lo que se mueve en torno al vehículo”.

La superficie acristalada, que ocupa gran parte del prototipo, tanto en las zonas laterales como en su techo, permite captar cualquier aproximación, y los espejos retrovisores incorporan un sistema computerizado por el que al atravesar cualquier objeto el denominado ángulo muerto del automóvil se enciende una luz que anuncia al conductor que hay algo que le está pasando por la derecha o por la izquierda.

Este modelo, diseñado y desarrollado en el Centro Conceptual de Seguimiento que tiene Volvo en California, incorpora además una pantalla de televisión que informa de la distancia a la que viene un coche por detrás, y que permite observar cómo se está llevando a cabo el aparcamiento, con medidas exactas que vienen dadas por un radar incorporado al cuadro de mandos.

“La seguridad por encima de todo, es nuestro lema”, destacó Gustavson, quien añadió que “por ello nos fijamos en solucionar el más pequeño detalle que pueda ser importante para este concepto, como por ejemplo el caso de los cinturones de seguridad y los niños”.

Para ello, el SCC lleva dos tipos diferentes de cinturones de seguridad de cuatro puntos de anclaje, uno con gran semejanza al clásico de arnés, para la parte delantera, y otro con tirantes en forma de V diseñado para los pasajeros de la zona trasera, sobre todo sin son niños.

También la tecnología se aplicó al mando a distancia, que se ha convertido en una pequeña computadora de mínimas dimensiones que permite abrir el vehículo tras reconocer la huella digital del dueño, permitiéndole arrancar sin llave.

Además, ajusta las funciones automáticas de la posición de la visión al abrirse la puerta, programa un sistema de búsqueda en estacionamientos, así como un navegador y se activa ante cualquier contingencia no deseada que se produzca tanto dentro como alrededor del vehículo: un intento de robo, por ejemplo.

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