Northwest y Delta Air Lines marchan rumbo a una fusión

Aparentemente, progresas tratos entre Delta y Northwest Airlines. Según analistas independientes, esa alianza podría llevar ar otras. Por ejemplo, una entre Continental y United Airlines.

7 febrero, 2008

Las discusiones han llegado al punto previo a definir la futura cúpula. Al parecer, Richard Anderson –director ejecutivo de Delta- retendrá el cargo en una eventual “Delta & Northwest”. Otros cree que sería un error. Sea como fuere, cualquier fusión implicaría un canje de títulos cerca de los precios actuales. Al miércoles, la acción de Delta valía US$ 17,95 (+92 centavos en el día) y la de Northwest 18,47 (+69).

Ambas compañías quisieras anunciar una decisión ya la semana próxima. Pero gente allegada a las conversaciones no descarta que surjan inconvenientes en varias cuestiones. Por supuesto, una economía débil y los precios de combustibles han convencido al negocio aerocomercial que fusiones y adquisiciones –junto con sus rebajas de costos- son necesarias para evitar crisis financieras como las estalladas esta misma década, de las cuales varias empresas no han terminado aún de emerger.

Durante el cuarto trimestre de 2007, a la sazón, Northwest perdió US$ 8.000.000 y Delta Air Lines mucho más, 70 millones. Por supuesto, las F&A pueden generar alzas de tarifas, al menos en el corto plazo, pues la futuras alianzas aprovecharán su fuerza para imponer aumentos, reducir frecuencias y asientos disponibles.

Por eso mismo, cualquier acuerdo contará con oposición en un congreso de mayoría demócrata, preocupado por la pérdida de puestos laborales y el deterioro de la competencia. De ahí el apuro en concretar la fusión Delta-Northwest mientras el tolerante George W.Bush esté en la Casa Blanca porque, después, con Hillary Rodham Clinton, Barack Obama y hasta John McCain será otro cantar.

Detalle significativo: Anderson fue CEO en Northwest hasta que aterrizó en Delta mientras ésta intentaba salir de la convocatoria, el año pasado. Con gran parte del directorio en favor de F&A, abrió tratos reservados con Nortwest en enero, pero pidiendo autorización también para eventuales contactos con United Airlines. Tal vez espere resistencia por parte de su sucesor en Northwest, Douglas Steenland, que podría ser degradado.

Delta opera desde un centro mayor en Cincinnati y Northwest desde Detroit. Alguno tendrá que ser achicado (quizás el primero). Northwest tiene otro en Menfis , que debiera quedar sujeto al de Delta en Atlanta.

Mientras tanto, el juego puede complicarse. Lawrence Kellner, de Continental Airlines, preferiría no encarar alianzas, pero una ola de F&A lo obligaría a hacerlo. United, fuerte en el Pacífico y su costa, podría completar la red nacional e internacional de Continental.

Las discusiones han llegado al punto previo a definir la futura cúpula. Al parecer, Richard Anderson –director ejecutivo de Delta- retendrá el cargo en una eventual “Delta & Northwest”. Otros cree que sería un error. Sea como fuere, cualquier fusión implicaría un canje de títulos cerca de los precios actuales. Al miércoles, la acción de Delta valía US$ 17,95 (+92 centavos en el día) y la de Northwest 18,47 (+69).

Ambas compañías quisieras anunciar una decisión ya la semana próxima. Pero gente allegada a las conversaciones no descarta que surjan inconvenientes en varias cuestiones. Por supuesto, una economía débil y los precios de combustibles han convencido al negocio aerocomercial que fusiones y adquisiciones –junto con sus rebajas de costos- son necesarias para evitar crisis financieras como las estalladas esta misma década, de las cuales varias empresas no han terminado aún de emerger.

Durante el cuarto trimestre de 2007, a la sazón, Northwest perdió US$ 8.000.000 y Delta Air Lines mucho más, 70 millones. Por supuesto, las F&A pueden generar alzas de tarifas, al menos en el corto plazo, pues la futuras alianzas aprovecharán su fuerza para imponer aumentos, reducir frecuencias y asientos disponibles.

Por eso mismo, cualquier acuerdo contará con oposición en un congreso de mayoría demócrata, preocupado por la pérdida de puestos laborales y el deterioro de la competencia. De ahí el apuro en concretar la fusión Delta-Northwest mientras el tolerante George W.Bush esté en la Casa Blanca porque, después, con Hillary Rodham Clinton, Barack Obama y hasta John McCain será otro cantar.

Detalle significativo: Anderson fue CEO en Northwest hasta que aterrizó en Delta mientras ésta intentaba salir de la convocatoria, el año pasado. Con gran parte del directorio en favor de F&A, abrió tratos reservados con Nortwest en enero, pero pidiendo autorización también para eventuales contactos con United Airlines. Tal vez espere resistencia por parte de su sucesor en Northwest, Douglas Steenland, que podría ser degradado.

Delta opera desde un centro mayor en Cincinnati y Northwest desde Detroit. Alguno tendrá que ser achicado (quizás el primero). Northwest tiene otro en Menfis , que debiera quedar sujeto al de Delta en Atlanta.

Mientras tanto, el juego puede complicarse. Lawrence Kellner, de Continental Airlines, preferiría no encarar alianzas, pero una ola de F&A lo obligaría a hacerlo. United, fuerte en el Pacífico y su costa, podría completar la red nacional e internacional de Continental.

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