Microsoft aprieta a un Yahoo por demás reticente

Mostrando cierta impaciencia, la firma de William Gates busca forzar la oferta hostil por US$ 44.600 millones. Pero la pertinacia de Yahoo llama la atención, igual que la nueva amenaza de Steve Ballmer.

7 abril, 2008

En efecto, el presidente ejecutivo de Microsoft –operador de Gates- remitió este fin de semana una dura carta a la junta de Yahoo, donde alude a “una compra no solicitada”. O sea, por la fuerza. Otorga un plazo de tres semanas para llegara a una decisión.

Pero este lunes la compañía objeto del embate rechazará una vez más las presiones de Ballmer e insistirá en que su empresa no ha logrado resolver cuestiones relativas a la legislación antimonopólica y otros asuntos vinculados a la oferta hostil. Por otra parte, el frente interno de Ballmer tambalea.

El excesivo tiempo transcurrido desde la oferta dio lugar a que algunos ejecutivos de Microsoft se opongan a la transacción. Si bien este factor tal vez no frustre la oferta (Gates es poco proclive a disensos internos), puede restringir posibilidades de elevar la suma original. Vale decir, los US$ 44.600 millones del 31 de enero, que significan 31 por acción. Lo malo es que esa cifra ha bajado a US$ 42.200 millones (29,35 el papel) porque –entretanto- la capitalización bursátil de Microsoft ha cedido a 28,36 el títulos, este viernes.

El ya largo compás de espera le ha permitido a Yahoo tentar acuerdos con News Corporation (Rupert Murdoch, que controla el “Wall Street journal”) y Time Warner. En el segundo caso, la idea era incorporar al motor de búsquedas la división America OnLine (AOL). La opción Murdoch parece descartada. Mientras, Gates apuesta a la impaciencia de los accionistas, que quizá no estén dispuestos a seguir mucho más explorando alternativas.

De un modo u otro, si el directorio de Yahoo no acepta la fusión (o sea la absorción) de ahora al 27, Microsoft presentará la oferta directamente a los accionistas. Ello comporta el riesgo de una batalla para echar a los directores hostiles a Microsoft, capaz de afectar las accione de ambos contendientes.

Todo ello sucede en un sector, los servicios en línea, donde hay síntomas de recalentamiento. Por ejemplo, en la valuación de activos virtuales, donde el sitio Facebook “cuesta” ya US$ 15.000 millones, bastante más que muchas empresas de la economía física. Un fenómeno similar (1996/2000) generó la burbuja puntocom y el descalabro subsiguiente.

En efecto, el presidente ejecutivo de Microsoft –operador de Gates- remitió este fin de semana una dura carta a la junta de Yahoo, donde alude a “una compra no solicitada”. O sea, por la fuerza. Otorga un plazo de tres semanas para llegara a una decisión.

Pero este lunes la compañía objeto del embate rechazará una vez más las presiones de Ballmer e insistirá en que su empresa no ha logrado resolver cuestiones relativas a la legislación antimonopólica y otros asuntos vinculados a la oferta hostil. Por otra parte, el frente interno de Ballmer tambalea.

El excesivo tiempo transcurrido desde la oferta dio lugar a que algunos ejecutivos de Microsoft se opongan a la transacción. Si bien este factor tal vez no frustre la oferta (Gates es poco proclive a disensos internos), puede restringir posibilidades de elevar la suma original. Vale decir, los US$ 44.600 millones del 31 de enero, que significan 31 por acción. Lo malo es que esa cifra ha bajado a US$ 42.200 millones (29,35 el papel) porque –entretanto- la capitalización bursátil de Microsoft ha cedido a 28,36 el títulos, este viernes.

El ya largo compás de espera le ha permitido a Yahoo tentar acuerdos con News Corporation (Rupert Murdoch, que controla el “Wall Street journal”) y Time Warner. En el segundo caso, la idea era incorporar al motor de búsquedas la división America OnLine (AOL). La opción Murdoch parece descartada. Mientras, Gates apuesta a la impaciencia de los accionistas, que quizá no estén dispuestos a seguir mucho más explorando alternativas.

De un modo u otro, si el directorio de Yahoo no acepta la fusión (o sea la absorción) de ahora al 27, Microsoft presentará la oferta directamente a los accionistas. Ello comporta el riesgo de una batalla para echar a los directores hostiles a Microsoft, capaz de afectar las accione de ambos contendientes.

Todo ello sucede en un sector, los servicios en línea, donde hay síntomas de recalentamiento. Por ejemplo, en la valuación de activos virtuales, donde el sitio Facebook “cuesta” ya US$ 15.000 millones, bastante más que muchas empresas de la economía física. Un fenómeno similar (1996/2000) generó la burbuja puntocom y el descalabro subsiguiente.

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