Merkel arregló con Obama y Opel será para Magna-Gaz
Tocará al grupo ruso-australiano hacerse cargo de Opel-Vauxhall. Tras un veloz acuerdo entre el presidente norteamericano y la canciller de Alemania, General Motors se saca de encima un problema y encara, este lunes, la quiebra negociada.
Sumándose a Sergio Marchionne (“eso parecía una opereta”), Giulio Tremonti, ministro de economía fue también duro. “Dieron vuelta las cosas en plena carrera. Mientras Fiat –señaló- jugaba con criterios de mercado, ellos empleaban los del rugby”. Pero la oposición denuncia la pasividad de Silvio Berlusconi, que no defendió a la industria italiana. <br />
<br />
En lo que medios británicos llaman ya “coalición Opel”, irónica alusión a la “grosse Koalition” cuya suerte electoral se juega en septiembre. Por su parte, medios franceses sospechan una “alianza fáctica” entre Washington, Berlín, Moscú y –sigilosamente- Volkswagen. En efecto, este fin de semana Barack Obama y Merkel no dejaban el teléfono. <br />
<br />
Por cierto, este proceso corría paralelo a una borrascosa interna en el gabinete alemán. El componente sociademócrata de la coalición jugó abiertamente por la propuesta Magna-Gaz y su gestor, el Sbyerbank. Ahora canta victoria sobre el democristiano Karl-Teodor von & zu Guttenberg, ministro de economía. <br />
<br />
El propio presidente del partido sociademócrata, Torsten Schäffer-Gümbel, proclamó haber vencido “al barón negro bávaro, que coqueteaba con una oferta poco solvente”. Pero este desenlace abre una brecha entre el PSD y una opinión pública renuente a rescatar empresas con fondos públicos. Eso puede sentirse en los comicios generales. <br />
<br />
Tal como quedan las cosas, el consorcio que toma Opel-Vauxhall-Saab contará con € 4.500 millones de financiamiento estatal, inclusive un crédito puente de 1.500 millones garantizado por Berlín y cuatro estados federales. Magma pone apenas € 300 millones, más 700 millones de Sbyerbank. Nada de este dinero va a GM. <br />
<br />
Magna-Gaz tendrá 20% del futuro paquete, 35% va a Sbyerbank, igual proporción recibirá GM (donde el estado norteamericano controla 70%) y el restante 10% se reparte entre el personal y los concesionarios europeos. <br />
Otro factor de mal efecto electoral serán los despidos. Sumarán 11.000, de los cuales 2.600 en Alemania y el resto en España, Gran Bretaña (Vauxhall), Bélgica y Polonia. Queda por verse qué sucederá con las operaciones de GM en Sudamérica, que interesaban a Fiat-Chrysler. <br />
