MCI podría demandar al ex CEO, Citigroup y otros
La ex WorldCom podría demandar a Bernard Ebbers (CEO al momento del derrumbe), Citigroup, etc., por su papel en un maquillaje contable de US$ 11.000 millones. Pero nadie restituirá a accionistas y bonistas sus 200.000 millones perdidos.
27 enero, 2004
Un tribunal especial de Chicago investigó los hechos acaecidos desde 1998
hasta la crisis de 2002. A partir de su dictamen, la ex WorldCom (hoy Mobile Communications
International, MCI) puede accionar penal y civilmente contra el CEO responsable
del desastre (Ebbers), otros ex ejecutivos superiores y Citigroup.
Richard Thornburgh, ex procurador general de la Nación, actuó
como veedor independiente. Su informe constituye una verdadera "hoja de
ruta" para entablar acciones penales y litigios civiles contra un nutrido
grupo de personas, bancas y sociedades de derecho privado.
Como ejemplo de reparaciones e indemnizaciones a las cuales tiene ahora derecho
MCI, Thornburgh explicó que Ebbers queda expuesto por gestionarse a sí
mismo créditos blandos -que luego se hizo condonar- para gastos e inversiones
personales (unos US$ 458 millones).
La empresa pidió quiebra en 2002 por US$ 103.300 millones, cuando era
la segunda telefónica de larga distancia y transmisora de datos en Estados
Unidos. Ahora, su sucesora espera emerger del concurso entre febrero y marzo,
mucho más chica pero libre de deudas.
Según el dictamen, MCI podría pleitear contra Citigorup, como
banca de inversión contratada por Ebbers, y el extinto estudio contable
Arthur Andersen. Por supuesto, los accionistas y poseedores de bonos ya no verán
nunca más alrededor de US$ 200.000 millones hechos humo al colapsar la
compañía.
Un tribunal especial de Chicago investigó los hechos acaecidos desde 1998
hasta la crisis de 2002. A partir de su dictamen, la ex WorldCom (hoy Mobile Communications
International, MCI) puede accionar penal y civilmente contra el CEO responsable
del desastre (Ebbers), otros ex ejecutivos superiores y Citigroup.
Richard Thornburgh, ex procurador general de la Nación, actuó
como veedor independiente. Su informe constituye una verdadera "hoja de
ruta" para entablar acciones penales y litigios civiles contra un nutrido
grupo de personas, bancas y sociedades de derecho privado.
Como ejemplo de reparaciones e indemnizaciones a las cuales tiene ahora derecho
MCI, Thornburgh explicó que Ebbers queda expuesto por gestionarse a sí
mismo créditos blandos -que luego se hizo condonar- para gastos e inversiones
personales (unos US$ 458 millones).
La empresa pidió quiebra en 2002 por US$ 103.300 millones, cuando era
la segunda telefónica de larga distancia y transmisora de datos en Estados
Unidos. Ahora, su sucesora espera emerger del concurso entre febrero y marzo,
mucho más chica pero libre de deudas.
Según el dictamen, MCI podría pleitear contra Citigorup, como
banca de inversión contratada por Ebbers, y el extinto estudio contable
Arthur Andersen. Por supuesto, los accionistas y poseedores de bonos ya no verán
nunca más alrededor de US$ 200.000 millones hechos humo al colapsar la
compañía.