Malos tiempos para la industria farmoquímica en Estados Unidos

Mientras avanza la investigación a ImClone Systems y Bristol-Myers Squibb, sufre toda la industria. El problema de ImClone Systems gira en torno al anticancerígeno Erbitux, rechazado por la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA). D

28 enero, 2002

Durante el último fin de semana de enero, los analistas bursátiles han estado revisando pronósticos sobre la industria farmoquímica en EE.UU. Por una parte, ImClone Systems (ICS) — en tratativas para semifusionarse con Bristol-Myers Squibb — afronta una investigación de la Securities & Exchange Commission (SEC, comisión federal de valores) y el departamento de Justicia. Por la otra, Bristol-Myers Squibb (BMS) pasó a pérdidas US$ 735 millones –de los 1.200 millones invertidos en ICS-, mientras Eli Lilly declaraba 25% de reducción en sus ganancias netas del IV trimestre, generada por una abrupta caída de ventas del antidepresivo Prozac.

El problema que amenaza la subsistencia misma de ImClone Systems gira en torno al anticancerígeno Erbitux, rechazado el 28 de diciembre por la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA en la sigla original). Esto ha deprimido casi 25% las acciones de ICS y lleva a poco más de 72% su desinfle bursátil desde fines de octubre. Justamente, ahora la comisión de energía y comercio (cámara de representantes) quiere saber si los ejecutivos de ImClone ocultaron a médicos, pacientes, accionistas e inversores fallas detectadas en laboratorio –luego confirmadas por la FDA-, mientras se desprendían de sus tenencias (lo cual se asemejaría al caso Enron).

“Al trascender públicamente que pudo haber habido insiders’ trading, con retención de datos fundamentales, la SEC tiene que proceder. Creo que esto recién empieza”. Así opinaba Michael Woost, de Lehman Brothers.

En verdad, Samuel y Harlan Waksal (CEO y presidente operativo de ICS) habían vendido US$ 111 millones en acciones en octubre (a US$ 70 cada una) en octubre, cuando BMS ofreciera comprar 20% del paquete ICS. De noviembre a ahora, el papel ha caído a apenas US$ 19,40 (72,3%). Varios expertos criticaron a BMS, en ese momento, porque estaba ofreciendo 40% por encima de la cotización de mercado con anterioridad a la iniciativa y porque no exigió pruebas sobre la venta potencial de Erbitux, arbitrariamente estimada en US$ 1.500 millones anuales. Hoy, está en juego la suerte de las acciones de BMS.

Durante el último fin de semana de enero, los analistas bursátiles han estado revisando pronósticos sobre la industria farmoquímica en EE.UU. Por una parte, ImClone Systems (ICS) — en tratativas para semifusionarse con Bristol-Myers Squibb — afronta una investigación de la Securities & Exchange Commission (SEC, comisión federal de valores) y el departamento de Justicia. Por la otra, Bristol-Myers Squibb (BMS) pasó a pérdidas US$ 735 millones –de los 1.200 millones invertidos en ICS-, mientras Eli Lilly declaraba 25% de reducción en sus ganancias netas del IV trimestre, generada por una abrupta caída de ventas del antidepresivo Prozac.

El problema que amenaza la subsistencia misma de ImClone Systems gira en torno al anticancerígeno Erbitux, rechazado el 28 de diciembre por la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA en la sigla original). Esto ha deprimido casi 25% las acciones de ICS y lleva a poco más de 72% su desinfle bursátil desde fines de octubre. Justamente, ahora la comisión de energía y comercio (cámara de representantes) quiere saber si los ejecutivos de ImClone ocultaron a médicos, pacientes, accionistas e inversores fallas detectadas en laboratorio –luego confirmadas por la FDA-, mientras se desprendían de sus tenencias (lo cual se asemejaría al caso Enron).

“Al trascender públicamente que pudo haber habido insiders’ trading, con retención de datos fundamentales, la SEC tiene que proceder. Creo que esto recién empieza”. Así opinaba Michael Woost, de Lehman Brothers.

En verdad, Samuel y Harlan Waksal (CEO y presidente operativo de ICS) habían vendido US$ 111 millones en acciones en octubre (a US$ 70 cada una) en octubre, cuando BMS ofreciera comprar 20% del paquete ICS. De noviembre a ahora, el papel ha caído a apenas US$ 19,40 (72,3%). Varios expertos criticaron a BMS, en ese momento, porque estaba ofreciendo 40% por encima de la cotización de mercado con anterioridad a la iniciativa y porque no exigió pruebas sobre la venta potencial de Erbitux, arbitrariamente estimada en US$ 1.500 millones anuales. Hoy, está en juego la suerte de las acciones de BMS.

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