Los trabajadores de Aerolíneas en estado de alerta

La posibilidad de que se eliminen escalas y se produzcan despidos preocupa a los principales gremios del sector. Alicia Castro, representante de las aeromozas, denunció un plan para echar a más de 1.000 empleados.

22 febrero, 2001

(EFE).-Los tres sindicatos de trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral se declararon hoy (jueves 22) “en estado de alerta y movilización” para impedir el “desmantelamiento” de ambas compañías por “la vía de los despidos y la eliminación de escalas”.

El objetivo es “politizar” el asunto para que se establezcan “negociaciones de estado a estado” entre la Argentina y España, dijo hoy la diputada Alicia Castro, quien además lidera el sindicato de auxiliares de vuelo de Aerolíneas Argentinas.

La compañía de bandera argentina y su filial de vuelos nacionales fueron privatizadas hace diez años y desde hace un año están bajo el control de su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España.

El Estado argentino conserva 5% de las acciones de Aerolíneas Argentinas y Austral, mientras que 10% está en manos de los trabajadores.

La SEPI suscribió en octubre pasado un acuerdo con el Gobierno argentino para capitalizar Aerolíneas Argentinas y Austral, con el fin de revertir la crisis de ambas compañías, con deudas por US$ 990 millones y pérdidas mensuales de más de US$ 20 millones.

Pese a que el acuerdo incluye una cláusula en la que las partes se comprometen “a preservar las fuentes de trabajo”, los sindicatos han recibido la comunicación del ministerio de Trabajo argentino y de la secretaría de Transportes de que la dirección de las compañías aéreas quiere despedir a 1.117 trabajadores, según Castro.

La empresa no ha hecho comentarios al respecto.

Aerolíneas Argentinas y Austral, que perdieron US$ 240 millones en 1999, tienen una plantilla de 6.500 trabajadores, que se eleva a 8.000 si se tienen en cuenta empresas subsidiarias.

Castro manifestó que el anuncio de los despidos, junto al de la eliminación de nueve destinos nacionales, son muestras de un plan de “achicamiento hasta la desaparición” de Aerolíneas y Austral.

La diputada, que forma parte de un grupo de parlamentarios de la gobernante Alianza que se caracteriza por discrepar con las políticas del Gobierno en materia económica y social, adelantó que no va a haber huelgas en tanto no se concreten los despidos comunicados a los sindicatos.

Agregó que las movilizaciones que se inician a partir de las próximas horas serán similares a las realizadas a lo largo de todo el año pasado para oponerse al plan de saneamiento de Aerolíneas Argentinas y Austral ideado por la SEPI.

En el año 2000, las movilizaciones consistieron en manifestaciones ante la sede de la compañía aérea y la embajada y el consulado de España, así como protestas en los aeropuertos.

Los sindicatos que se oponen al plan de saneamiento promovido por la SEPI y que se movilizarán a partir de hoy son los de auxiliares de vuelo, personal técnico aeronaútico y personal aeronaútico. El objetivo es “politizar” el asunto para que se establezcan “negociaciones de estado a estado” entre la Argentina y España, dijo hoy la diputada Alicia Castro, quien además lidera el sindicato de auxiliares de vuelo de Aerolíneas Argentinas.

La compañía de bandera argentina y su filial de vuelos nacionales fueron privatizadas hace diez años y desde hace un año están bajo el control de su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España.

El Estado argentino conserva 5% de las acciones de Aerolíneas Argentinas y Austral, mientras que 10% está en manos de los trabajadores.

La SEPI suscribió en octubre pasado un acuerdo con el Gobierno argentino para capitalizar Aerolíneas Argentinas y Austral, con el fin de revertir la crisis de ambas compañías, con deudas por US$ 990 millones y pérdidas mensuales de más de US$ 20 millones.

Pese a que el acuerdo incluye una cláusula en la que las partes se comprometen “a preservar las fuentes de trabajo”, los sindicatos han recibido la comunicación del ministerio de Trabajo argentino y de la secretaría de Transportes de que la dirección de las compañías aéreas quiere despedir a 1.117 trabajadores, según Castro.

La empresa no ha hecho comentarios al respecto.

Aerolíneas Argentinas y Austral, que perdieron US$ 240 millones en 1999, tienen una plantilla de 6.500 trabajadores, que se eleva a 8.000 si se tienen en cuenta empresas subsidiarias.

Castro manifestó que el anuncio de los despidos, junto al de la eliminación de nueve destinos nacionales, son muestras de un plan de “achicamiento hasta la desaparición” de Aerolíneas y Austral.

La diputada, que forma parte de un grupo de parlamentarios de la gobernante Alianza que se caracteriza por discrepar con las políticas del Gobierno en materia económica y social, adelantó que no va a haber huelgas en tanto no se concreten los despidos comunicados a los sindicatos.

Agregó que las movilizaciones que se inician a partir de las próximas horas serán similares a las realizadas a lo largo de todo el año pasado para oponerse al plan de saneamiento de Aerolíneas Argentinas y Austral ideado por la SEPI.

En el año 2000, las movilizaciones consistieron en manifestaciones ante la sede de la compañía aérea y la embajada y el consulado de España, así como protestas en los aeropuertos.

Los sindicatos que se oponen al plan de saneamiento promovido por la SEPI y que se movilizarán a partir de hoy son los de auxiliares de vuelo, personal técnico aeronaútico y personal aeronaútico.

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