Lo de Fiat es una separación y no se elimina el Lingote
Desprendimiento es cuando se crea otra sociedad partiendo de una división existente. Aquí explicaban Sergio Marchionne y John Elkann en Turín- es algo deliberado. Los dueños serán los mismos, incluso en la caja fuerte Giovanni Agnelli e Cia.
24 abril, 2010
<p>No obstante, mayor relevancia tiene el programa a desarrollarse entre 2010 y 2014, cuya meta incluye –según el anuncio oficial- seis millones de automotores, 34 nuevos modelos Fiat o Chrysler, diecisiete residiseños y, a fin del quinquenio, utilidades netas por cinco millones de euros. Pero hay un objetivo no explícito: llegar a 2015 como mayor automotriz europea, desplazando a Volkswagen-Audi-Porsche.<br />
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La compleja transformación restará al Lingote las áreas Iveco (camiones), CNH (maquinaria agrícola, topadoras, etc.) y la fabricación de motores para las dos futuras firmas. A juicio de Marchionne, director ejecutivo de Fiat-Chrysler, “la escisión será fiscalmente neutra, sin afectar los derechos de accionistas y otros grupos de interés. Cada tenedor de títulos recibirá los nuevos papeles de a uno por uno”.<br />
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Esta “separación controlada” tiene otro propósito: allanar el camino a una sociedad plena con Chrysler. También facilitará los nexos con empresas de China y otros países. En el caso de Detroit, las sinergias apuntan más a una fusión que a alianzas estilo Nissan-Renault o la posible Peugeot-BMW. La clave reside en el relanzamiento en Estados Unidos de Alfa Romeo, la segunda marca de lujo tras Ferrari.<br />
Entretanto, la reconversión de Fiat implica otra etapa en la evolución de los grandes clanes automotores. Así, Ferdinand Piëch (hijo de F.Porsche, creador de Volkswagen y su propia marca) sigue manejando indirectamente la compañía. Por su parte, los Ford dejan las decisiones a un astuto profesional, Allan Mulally, y el último Agnelli comparte el timón con Marchionne.</p>
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