La producción de autos fue la vedette de mayo

La industria empezó a crecer menos que el año pasado.

21 junio, 2007

Se moderó el ritmo de expansión en el primer tercio del año: del 9 % en 2006 desciende a 6,6 %, con fuerte incidencia automotriz. La capacidad instalada está normal y sólo reclama inversiones en la refinación petrolera.

El ritmo de crecimiento de la industria, en un mes pleno como mayo, mostró un reacomodamiento en torno del 6 %, luego de que la tasa del año pasado oscilara en el 9 %.

El Indec comunicó que en los cuatro primeros meses del 2007 acumuló 6,6 %, aunque en ese comportamiento incidió fuertemente la producción de autos, que en mayo fue 39,7 % superior al mismo mes del año pasado.

Si bien la actividad automotriz se espera sostenida por lo menos a dos años vista, el indicador que mide a toda la industria también encendió algunas luces amarillas, como por ejemplo con las metálicas básicas, que bajaron 7 %.

Tampoco en este período aparecen las secuelas que dejará en las fábricas el corte oficial de gas que dispuso el gobierno para asegurar el consumo familiar.

Los datos difundidos contienen otras particularidades que habrá que seguir: hubo un suave descenso de 1,4 % en el uso de la capacidad instalada, con lo que el nivel general en mayo llegó a 72,2 %.

Aunque el indicador global de la industria no represente la realidad de cada sector, sí da una idea de cuáles serían las necesidades reales de inversión de la economía, luego de las altas tasas de crecimiento reiteradas en los últimos años.

Así como la construcción tocó un techo y viene estabilizándose en un escalón más bajo que el que venía repitiendo, debido a las limitaciones que ocasiona la ausencia de un mercado de hipotecas de largo plazo, hay sectores críticos en el aprovechamiento de la capacidad instalada, como el de las refinerías de petróleo, que trabajan al 94,7 % y serían candidatas a recibir inversiones que las refuercen.

La actividad automotriz, a pesar de la expansión que registró en mayo respecto del año pasado, ahora se halla al 52,2 % de su potencial, tras haber estado al 21,2 % al comenzar el año, con lo cual aún tiene mucha tela para cortar sin necesidad de ampliaciones en las plantas.

Las características de este ciclo apuntan a una menor demanda de horas de trabajo desde la industria manufacturera, que venía siendo el motor de la recuperación de los indicadores sociales.

Se moderó el ritmo de expansión en el primer tercio del año: del 9 % en 2006 desciende a 6,6 %, con fuerte incidencia automotriz. La capacidad instalada está normal y sólo reclama inversiones en la refinación petrolera.

El ritmo de crecimiento de la industria, en un mes pleno como mayo, mostró un reacomodamiento en torno del 6 %, luego de que la tasa del año pasado oscilara en el 9 %.

El Indec comunicó que en los cuatro primeros meses del 2007 acumuló 6,6 %, aunque en ese comportamiento incidió fuertemente la producción de autos, que en mayo fue 39,7 % superior al mismo mes del año pasado.

Si bien la actividad automotriz se espera sostenida por lo menos a dos años vista, el indicador que mide a toda la industria también encendió algunas luces amarillas, como por ejemplo con las metálicas básicas, que bajaron 7 %.

Tampoco en este período aparecen las secuelas que dejará en las fábricas el corte oficial de gas que dispuso el gobierno para asegurar el consumo familiar.

Los datos difundidos contienen otras particularidades que habrá que seguir: hubo un suave descenso de 1,4 % en el uso de la capacidad instalada, con lo que el nivel general en mayo llegó a 72,2 %.

Aunque el indicador global de la industria no represente la realidad de cada sector, sí da una idea de cuáles serían las necesidades reales de inversión de la economía, luego de las altas tasas de crecimiento reiteradas en los últimos años.

Así como la construcción tocó un techo y viene estabilizándose en un escalón más bajo que el que venía repitiendo, debido a las limitaciones que ocasiona la ausencia de un mercado de hipotecas de largo plazo, hay sectores críticos en el aprovechamiento de la capacidad instalada, como el de las refinerías de petróleo, que trabajan al 94,7 % y serían candidatas a recibir inversiones que las refuercen.

La actividad automotriz, a pesar de la expansión que registró en mayo respecto del año pasado, ahora se halla al 52,2 % de su potencial, tras haber estado al 21,2 % al comenzar el año, con lo cual aún tiene mucha tela para cortar sin necesidad de ampliaciones en las plantas.

Las características de este ciclo apuntan a una menor demanda de horas de trabajo desde la industria manufacturera, que venía siendo el motor de la recuperación de los indicadores sociales.

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