La Caballeriza pidió su convocatoria

Acosada por la retracción del consumo y la presión de bancos acreedores, la cadena de restaurantes debió suspender un ambicioso plan de expansión.

3 mayo, 2001

La Caballeriza, una de las más tradicionales cadenas de restaurantes criollos de Buenos Aires, solicitó su concurso preventivo con la intención de reprogramar los compromisos con sus numerosos acreedores.

El pedido fue radicado en el juzgado número 15, y fue la última etapa de una depresión que se había iniciado el 5 de marzo cuando la empresa entró en cesación de pagos.

Según directivos de la compañía la falta de liquidez responde a la baja constante en los hábitos de consumo de los clientes de esta clase de locales, pero también a la presión de varios bancos acreedores, quienes le habrían negado a la Caballeriza un préstamo para encarar su plan de expansión.

Por otra parte, una gran porción de la deuda (se habla de US$ 3 millones) sería con la AFIP.

La Caballeriza tiene dos locales propios; uno en San Isidro y otro en Pilar. Mientras que bajo el sistema de franquicias la marca es utilizada en las restaurantes de Parque Leloir, Mendoza y Recoleta.

Estos últimos, por otra parte, no entran en el concurso preventivo puesto que son totalmente independientes.

Los restaurantes de Rosario y Puerto Madero, donde opera la parrilla Los Ranqueles –del mismo dueño- sí serán afectados ya que los dueños de La Caballeriza poseen en cada uno 50% de las acciones.

Junto con Los Ranqueles y La Caballeriza, también entraron en concurso preventivo los restaurantes Cabanor y Ripari.

La Caballeriza, una de las más tradicionales cadenas de restaurantes criollos de Buenos Aires, solicitó su concurso preventivo con la intención de reprogramar los compromisos con sus numerosos acreedores.

El pedido fue radicado en el juzgado número 15, y fue la última etapa de una depresión que se había iniciado el 5 de marzo cuando la empresa entró en cesación de pagos.

Según directivos de la compañía la falta de liquidez responde a la baja constante en los hábitos de consumo de los clientes de esta clase de locales, pero también a la presión de varios bancos acreedores, quienes le habrían negado a la Caballeriza un préstamo para encarar su plan de expansión.

Por otra parte, una gran porción de la deuda (se habla de US$ 3 millones) sería con la AFIP.

La Caballeriza tiene dos locales propios; uno en San Isidro y otro en Pilar. Mientras que bajo el sistema de franquicias la marca es utilizada en las restaurantes de Parque Leloir, Mendoza y Recoleta.

Estos últimos, por otra parte, no entran en el concurso preventivo puesto que son totalmente independientes.

Los restaurantes de Rosario y Puerto Madero, donde opera la parrilla Los Ranqueles –del mismo dueño- sí serán afectados ya que los dueños de La Caballeriza poseen en cada uno 50% de las acciones.

Junto con Los Ranqueles y La Caballeriza, también entraron en concurso preventivo los restaurantes Cabanor y Ripari.

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