KKR y Texas Pacific pagan un récord de US$ 45.000 millones por TXU

En la mayor compra apalancada hecha hasta ahora, dos fondos privados toman Texas Utilities (TXU), la compañía energética más grande del estado sureño. La suma equivale a US$ 69,25 por acción, una prima de 15% sobre el último precio.

28 febrero, 2007

KKR quiere decir Henry Kravis, Daniel Kohlberg y George Roberts, Texas Pacific Group representa a David Bonderman. Ambos son coordinados por Goldman Sachs. Los adquirentes asumen casi US$ 12.000 millones en deudas y emitirán nueva para financiar la operación, como es típico en compras apalancadas.

Kravis y Roberts son estrellas del negocio desde 1989, cuando pagaron US$ 31.000 millones por RJR Nabisco (alimentos, tabaco), Esta transacción mantuvo el récord hasta noviembre, cuando KKR se asoció a la compra de HCA (una cadena de clínicas) por US$ 33.000 millones. Ya este año, otro fondo especulativo (Blackstone Group) se quedó con la mayor inmobiliaria comercial del país, Equity Office Partners, pagando U$S 39.000 millones.

Por lo menos hasta el colapso bursátil del martes, la disponibilidad de liquidez financiera (no siempre real), iba inflando operación tras operación. Esta forma de “exuberancia irracional” en un segmento con pocos jugadores grandes se ha prolongado a extremos peligrosos.

Los adquirentes aportan US$ 8.500 millones en efectivo y el resto se cubrirá con deuda a emitir contra el activo comprado De aquel monto, los dos fondos especulativos ponen apenas 5.000 millones y Goldman Sachs 1,500 millones. Habrá participaciones chicas de Lehman Brothers, Citigroup y Morgan Stanley.

TXU afrontaba pérdidas originadas en pases de créditos, por lo cual sus bonos se consideraban riesgosos. Esos trueques, en realidad, se emplean para especular contra la capacidad repagadora de la empresa. Al respecto, Moody’s planeaba bajar la calificación, todavía en Ba1 –un escalón por debajo de la categoría chatarra- , sobre la deuda no titulizada. Esto podría elevar el grado de apalancamiento.

KKR quiere decir Henry Kravis, Daniel Kohlberg y George Roberts, Texas Pacific Group representa a David Bonderman. Ambos son coordinados por Goldman Sachs. Los adquirentes asumen casi US$ 12.000 millones en deudas y emitirán nueva para financiar la operación, como es típico en compras apalancadas.

Kravis y Roberts son estrellas del negocio desde 1989, cuando pagaron US$ 31.000 millones por RJR Nabisco (alimentos, tabaco), Esta transacción mantuvo el récord hasta noviembre, cuando KKR se asoció a la compra de HCA (una cadena de clínicas) por US$ 33.000 millones. Ya este año, otro fondo especulativo (Blackstone Group) se quedó con la mayor inmobiliaria comercial del país, Equity Office Partners, pagando U$S 39.000 millones.

Por lo menos hasta el colapso bursátil del martes, la disponibilidad de liquidez financiera (no siempre real), iba inflando operación tras operación. Esta forma de “exuberancia irracional” en un segmento con pocos jugadores grandes se ha prolongado a extremos peligrosos.

Los adquirentes aportan US$ 8.500 millones en efectivo y el resto se cubrirá con deuda a emitir contra el activo comprado De aquel monto, los dos fondos especulativos ponen apenas 5.000 millones y Goldman Sachs 1,500 millones. Habrá participaciones chicas de Lehman Brothers, Citigroup y Morgan Stanley.

TXU afrontaba pérdidas originadas en pases de créditos, por lo cual sus bonos se consideraban riesgosos. Esos trueques, en realidad, se emplean para especular contra la capacidad repagadora de la empresa. Al respecto, Moody’s planeaba bajar la calificación, todavía en Ba1 –un escalón por debajo de la categoría chatarra- , sobre la deuda no titulizada. Esto podría elevar el grado de apalancamiento.

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