Kerkorian, en pos de 6 a 12 millones en papeles de GM

Tracinda, instrumento del magnate, informó a General Motors que piensa comprar por lo menos seis millones de acciones. Otros sospechan que su meta llega justo al doble, para pelear contra Richard Wagoner y a favor de Nissan-Renault.

29 septiembre, 2006

La sociedad remitió a la Securities & exchange commission (comisión de valores) y a la bolsa neoyorquina copias de una carta al presidente ejecutivo de General Motors. En su texto, confirmando presunciones de Wall Street, se declara la intención de promover una alianza con Nissan-Renault, o sea con Carlos Ghosn, hoy enfrentado a Wagoner.

“Tracinda sigue creyendo que existen grandes oportunidades para ese acuerdo y que la conducción de GM debiera involucrarse seriamente en las negociaciones”. Casi las palabras de Jerome York, director puesto por Kerkorian, en el mensaje previsto para el martes 3 ante la asamblea general de GM. Poco después, un comunicado emitido por Clarrie Bloom, vocero de la sociedad, añadía otro planteo: dejar en manos de asesores independientes el veredicto sobre la eventual alianza.

La automotriz eludiò hacer comentarios y Wagoner no estaba disponible. Hasta ahora, Tracinda posee 56 millones de acciones (9,9%). Si añade seis millones, controlará 62 millones, es decir 11%, pero –en caso de alcanzar 68 millones- tendrá 12%. En esa eventualidad, Kerkorian estará cerca del 15% del voto, o sea lo que generalmente se precisa para controlar una asamblea. De todas formas, 11% es una cota relevante, pues facilita encontrar apoyo adicional dentro del paquete mismo.

Entretanto, Ghosn y Wagoner se reunieron el jueves por la noche en París. Aparentemente, no hubo acercamiento y ahora sólo queda el último plazo, 15 de octubre, para que cada CEO presente al respectivo directorio un informe sobre las tratativas y su suerte. Hay un matiz: mientras el equipo alrededor de Wagoner insiste en torpedear el proyecto, Ghosn no abre la boca. Quizás, en espera de qué hará Kerkorian la semana entrante.

La sociedad remitió a la Securities & exchange commission (comisión de valores) y a la bolsa neoyorquina copias de una carta al presidente ejecutivo de General Motors. En su texto, confirmando presunciones de Wall Street, se declara la intención de promover una alianza con Nissan-Renault, o sea con Carlos Ghosn, hoy enfrentado a Wagoner.

“Tracinda sigue creyendo que existen grandes oportunidades para ese acuerdo y que la conducción de GM debiera involucrarse seriamente en las negociaciones”. Casi las palabras de Jerome York, director puesto por Kerkorian, en el mensaje previsto para el martes 3 ante la asamblea general de GM. Poco después, un comunicado emitido por Clarrie Bloom, vocero de la sociedad, añadía otro planteo: dejar en manos de asesores independientes el veredicto sobre la eventual alianza.

La automotriz eludiò hacer comentarios y Wagoner no estaba disponible. Hasta ahora, Tracinda posee 56 millones de acciones (9,9%). Si añade seis millones, controlará 62 millones, es decir 11%, pero –en caso de alcanzar 68 millones- tendrá 12%. En esa eventualidad, Kerkorian estará cerca del 15% del voto, o sea lo que generalmente se precisa para controlar una asamblea. De todas formas, 11% es una cota relevante, pues facilita encontrar apoyo adicional dentro del paquete mismo.

Entretanto, Ghosn y Wagoner se reunieron el jueves por la noche en París. Aparentemente, no hubo acercamiento y ahora sólo queda el último plazo, 15 de octubre, para que cada CEO presente al respectivo directorio un informe sobre las tratativas y su suerte. Hay un matiz: mientras el equipo alrededor de Wagoner insiste en torpedear el proyecto, Ghosn no abre la boca. Quizás, en espera de qué hará Kerkorian la semana entrante.

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